Capítulo 5

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Despierto. Estoy en algo que parece ser…una jaula para perros, de esas en los que transportan a los perros más grandes. Lo que sea en lo que estoy da un giro y mi jaula rueda. Estoy en…en… ¿la bodega de un avión? Sí ¿Cómo…? El perfume cítrico, estoy más que segura (adoro las novelas policiales y soy 'inteligente') ¿Por qué…? No tengo teorías ¿Cuándo…? No me importa. Y lo principal: ¿Quiénes…? Grito con desesperación pero al parecer nadie de los nadies puede oírme. Tengo la boca seca y el estómago rugiente. Respiro agitada, me voy a desmayar si me sigo hiperventilando. No…no recuerdo muy bien que pasó, sólo que estaba durmiendo y había dos policías. Agh putos policías, o más bien farsantes.

Luciana me lo advirtió y yo no le quise creer. Sina Sky Parker, estás pagando el precio por ser la persona más confianzuda e ingenua en esta galaxia. Y supongo que será un precio muy caro, ya que no he puesto un pie fuera de ese aeropuerto y ya estoy secuestrada. Mi celular. Oh yeah, baby estoy salvada. Rebuscando en mi bolsillo del pantalón…nada. ¡MTF! Estos secuestradores son de buena categoría, expertos seguro.

Después de horas gritando, durmiendo, rodando de aquí para allá en mi jaulita me quedo sentada allí y…oh wow, parezco un hámster. Ya descubrí por qué Mr. Bigotes quería escapar…y lo hizo para terminar en la boca de un gato. En fin, acabo de divisar otra jaula igual a la mía pero no sé qué hay adentro. ¿Otra chica? ¿Un perro? No, no puede ser un perro porque eso sería lógico y desde que entré en India me parece todo menos lógico.

Desde la otra jaula no se oyen sonidos, pero se me taponan los oídos y eso significa que nos estamos acercando a tierra. A tierra pero tierra de donde, ¿Marte? ¿La Luna? ¿París? ¿Kentucky? No quiero ni imaginar qué me harán, y agradezco mi falta de imaginación porque si no debería cambiarme de ropa interior. Estoy aterrada…pero sorprendentemente no lloro. Me siento fuerte, valiente, hasta que recuerdo que estoy secuestrada. SE-CUES-TRA-DA suena duro pero a medida que lo repito en mi mente el término se suaviza.

Grito por diezmilésima vez (10.000) y mis ojos perciben un movimiento. ¡La otra jaula! Una carita morena de ojos profundamente oscuros me mira del otro lado de las rejas

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Holiwis my babies!

Ya vi que tengo al menos dos lector@s así que no preguntaré más si quieren que la siga :)

Gracias a tooodos los vistos, 200 es para mí mucho

CautivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora