En Lando Norris está la decisión de cambiar su vida. De ser valiente y arriesgado, o seguir siendo esa joven promesa. Sus decisiones lo llevarán hacia ella o quizás lo alejaran. Todo depende de si él quiere luchar.
Thalia DiAngelo se consolida como...
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📆 AL DÍA SIGUIENTE
Una mañana que Valeria y yo estábamos desayunando, compartió conmigo uno de sus auriculares, para que escuchara una canción que según ella me traería suerte. Ese día terminé tercero y conseguí subirme al pódium. Y creo que este es otro de esos momentos en los que necesito escuchar esa canción.
Me abstraigo de todo centrándome solo en la canción. No quiero ser consciente de la trascendencia del momento de hoy. De como Charlie puede ganar por primera vez en su vida, un campeonato de Fórmula Uno, y de como yo puedo llegar a ser cuarto, la mejor posición que he tenido nunca.
Cierro mis ojos respirando con calma y tranquilidad, hasta que sus dedos rozan los míos y una sonrisa escapa de mi boca. Su cercanía me afecta. Altera mis sentidos y hacen que los vellos de mi piel se ericen. La reconocería en cualquier parte del mundo. Mi cuerpo y mi corazón la buscarían siempre.
Me quito uno de los auriculares después de terminada la canción y ladeo mi cabeza para encontrarme con su mirada, clara, límpia y tan perfecta.
-Te quiero.
Solo dos palabras y me tiene a sus putos pies. Soy su esclavo. Puede hacer conmigo lo que quiera porque a todo le voy a decir que si. La abrazo sin importarme que nos estén mirando. La conversación que tuve hace un rato con Lenna me ha abierto los ojos en muchas cosas, y una de ellas es que no estoy dispuesto a reprimirme con Thalía. En la vida.
-Te quiero -le respondo una vez separados.
Ambos nos damos una última mirada y sigo sus pasos viendo como avanza hacia su puesto, preparada para guiarnos a la victoria. Busco a Charlie y lo veo sentado en una silla, botella en mano, bebiendo con la mirada abstraída. Me acerco hasta estar arrodillado frente a él y ambos compartimos una cómplice mirada.
-¿Estás nervioso? -le pregunto pues aunque él quiera convencer a todos que no lo está, lo conozco y sé que no es así.
-Atacado de los putos nervios. Ni follarme a mi mujer hace un rato me ha dejado tranquilo -me confiesa visiblemente inquieto.
-Gracias por la información, pero no creo que me hiciera falta saberlo -le doy un par de palmadas en la rodilla y me pongo en pie a continuación. Charlie hace lo mismo situándose a mi lado.
-Cuando estaba Carlos, estaba tranquilo. Él ganaba y yo le ayudaba. Y luego él me ayudaba a ser segundo. Pero ahora, ahora soy yo el que tiene que ganar.
-Y yo ayudarte -le recuerdo con una leve sonrisa intentando darle esa calma que sé que tanto necesita.
-Lando -Charlie se pone frente a mi, sujetándome por los hombros- eres un piloto de la hostia. Me alegro mucho de que estés aquí. Jamás pienses que eres el sustituto de Carlos. Eres tú, Lando Norris. Y ve a por el tercer puesto. Y si resulta que hoy, necesitas los puntos para serlo, a mi me da igual ser campeón en la próxima carrera.
