ARGANIA : HEREDEROS DE UNA MALDICIÓN

Capítulo 1 | El Primer y Último Día

♡Sam♡

—Samanta, ¿Podrías presentarte con la clase? — Me dijo Sonia, la profesora de música que parecía ser muy agradable y llena de energía, con todas las buenas vibras a su alrededor.

Siempre me costó presentarme, ya saben hablar sobre mí, de quien soy o de mi familia , pues, no hay mucho que contar, mi nombre es Samanta Grambler, tengo 16 años y antes vivía en la gran ciudad, junto a los antiguos bares donde van los escritores famosos a buscar inspiración para sus novelas, y frente a los grandes teatros y estadios donde se presentan los artistas del momento, como Joan Nizar, mi cantante de rock favorito, daría lo que fuera por conocerlo, pero para mí mala suerte, ahora estoy más lejos de cumplir ese sueño, ya que tuvimos que mudarnos a este pequeño pueblo de granjeros y pescadores, que a decir verdad me agrada bastante su tranquilidad y la amabilidad de la gente ,pero seamos sinceros es un pueblo al que no vienen las estrellas de rock y que sólo cada mil años sucede algo interesante ¿ o no? .

En cuanto a mi familia, papá era jefe de seguridad de un banco y cuando era joven fue a la guerra, mi abuela dice que nunca volvió a ser el mismo desde entonces, ella está convencida que su verdadero hijo murió peleando por nuestro país y el que regresó a casa es solo una réplica sin alma, un robot, frívolo, sin corazón o empatía, en cambio mis hermanos dicen lo contrario, cree que el mal humor y el enojo de papá se debe a que parte de su corazón se lo llevó mamá. Sí, mi madre falleció, para ser más exactos, nos dejó el mismo día que llegué a este mundo, por lo tanto digamos que mi cumpleaños no es una fecha que solemos festejar en mi familia. Mis hermanos son gemelos, Máximo y Alexander, son como el café y el pan, Don quijote y Sancho Panza, viven juntos, el uno para el otro, inseparables e idénticos en todo sentido, son muy cariñosos conmigo, siempre me consiente por ser la menor aunque nos llevamos solo un año de diferencia.

¿Por qué dejamos la ciudad y nos mudamos al pueblito?, la respuesta es simple, a papá lo despidieron de su trabajo, luego de que el banco quebrara. La noticia no fue buena para nadie, a todos los empleados los despidieron de un día para el otro y sin depositarles sus sueldos , obviamente mi padre entró en crisis, al principio trató de mantener la calma y buscar trabajo en otros lugares pero la situación era difícil y todo comenzó a desmejorar, mis hermanos y yo tratamos de colaborar en lo que podíamos pero no nos quedó más remedio que vender absolutamente todo , desde nuestro departamento , nuestro auto y hasta algunos muebles, para así poder mudarnos muy lejos y comenzar de nuevo.

Mis abuelos maternos eran arqueólogos, fueron bastante conocidos durante su época, lideraron numerosas expediciones y formaron parte de muchos hallazgos, entre su afán por las cosas antiguas adquirieron un viejo castillo que le perteneció a la duquesa Laurina del siglo XV, el cual preservaron hasta el último día. Cuando fallecieron le heredaron a mi madre, pero según papá, visitó el lugar un par de veces hasta que un día por una extraña razón no quiso volver más, desde entonces el castillo estuvo abandonado, según los comentarios de la gente del lugar , lo rodean muchas historias de fantasmas y apariciones, pero a mí padre eso no lo detuvo, ya saben como dicen situaciones desesperadas requieren de soluciones desesperadas , por lo que decidió reclamar la herencia y mudarnos ahí.

Y ahora vivo en un castillo, en el pueblo de Santa Clemencia con mi padre y mis hermanos.

Por supuesto que cuando me presente ante la clase no comente nada de lo anterior, de hecho no hizo falta, porque como ya sabrán en un pueblo pequeño las noticias corren rápido y solo basto el típico comentario "Es la chica nueva", para que todos volteen hacia mí con sus miradas analizadoras y expectantes. y eso que no mencione que nos mudamos en plena mitad del año escolar, por lo tanto la noticia en la escuela no pasó para nada desapercibida.