Capítulo 17 | Los Hermanos

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○Noha○

  
Quería irme de ARGANIA cuánto antes, sin embargo no quería dejar a Sam, pero ella estaba empeñada en quedarse. 

Me sentía mal por cómo la traté, la última vez que la vi, quisiera decir que me disculpe con ella antes de marcharme, pero no. Solo me limité a decirle un adiós frío y cortante, después de haberle gritado que era una egoísta por abandonar a sus hermanos en el mundo ordinario. 

—Noha?, ¿Me estás escuchando?— replicó Ivar al darse cuenta que tenía mi cabeza en otro lado.

—Si te oí — le respondí de mala gana. 

Ivar no paraba de parlotear, todo el trayecto hacia el portal se la pasó hablando del plan que teníamos que seguir. Lamentaba el momento en el que solicitaron al rey y nos dejó solos porque su cotorreo no cesó desde entonces.

—Eso espero porque no pienso repetirlo de nuevo.

 —¡NO! , por favor ya no hables— le dije en tono de súplica, volver a escuchar su descabellado y delirante plan me haría sangrar los oídos. 

Ivar tenía la “magnífica idea”, y digo magnífica entre comillas e irónicamente porque era evidente que se trataba de un plan suicida, secuestrar a Itza. 

Tenía que engañarla, hacerle creer a Itza que por fin me había inclinado por su amor a la oscuridad, que mis sentimientos por Sam solo habían sido pasajeros y que lo único que quería era estar con ella, la mujer que me había acechado toda mi vida desde las sombras, y que ahora quería construir mi imperio junto  ella, para luego arrastrarla con mentiras a su propia cárcel, una especie de burbuja energética que iba a construir Ivar, donde la atraparemos y dejaremos que la luz y la electricidad actúe sobre ella.

—No pareces muy convencido con mi idea.

—¡No, claro que no Ivar!, pretendes que engañe y secuestre  a Itza. 

—Tú solo debes encargarte de guiarla y atraerla a la trampa— manifestó de manera relajada. — Como si realmente estuvieras de su lado… ¿Para eso eres bueno, no?, ya lo hiciste antes —  dijo esto último de manera despectiva, se que se refería a todo lo que hice con Sam.

—Lo dices como si esto fuera fácil… Te recuerdo que Itzá es una bruja, un demonio, es capaz de meterse en tu mente, de jugar con ella. La manipulación y el horror van de su mano. Si llega a descubrirlo… — no termine la frase, me espantaba el hecho de pensar las cosas atroces que era capaz de hacer Itza si llegaba a saber sobre Ivar y su plan. 

No me molestaba engañarla, podía intentarlo, el problema era que corría un gran riesgo con cada acción y decisión que tomará. Tarde o temprano se daría cuenta y ese sería mi fin. 

Ivar se frenó ante mi y coloco sus manos en mis hombros, Lucía serio — Ella podrá ser una bruja pero tú eres el príncipe de las sombras… Eres más poderoso que ella, ¿Dime, cuánto te hablo de eso Itzá?. 

Negué con mi cabeza, Itzá jamás me habló de eso, solo me condenó a mi destino oscuro, fundó en mí el terror e hizo que desprecie cada partícula de oscuridad que me rodeaba. 

—Nada, nunca te dijo sobre tu poder con la oscuridad, nunca te comento nada, porque a ella le conviene seguir controlandote, que seas su siervo, que le tengas miedo— añadió Ivar ante mi silencio a su pregunta.— Es ella la que debería sentir temor y respeto hacia ti, no tú hacia ella… Tienes una maldición úsala a tu favor.

—Se supone que hago esto para no convertirme en el príncipe de las sombras y ahora me pides que acepte mi destino, que acepte la oscuridad y me convierta en él  para destruir a Itza— manifesté mi descontento ante la idea de Ivar. 

ARGANIA : HEREDEROS DE UNA MALDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora