capítulo 21 | Luminaria

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♡Sam♡

La música comenzó a sonar más fuerte y todos los presentes dieron inicio a la fiesta, “reunión” cómo le dicen, comenzaron a bailar , a beber y a comer un par de bocadillos que se encontraban servidos en una enorme mesa en la entrada. Observé a mi alrededor, todo lucia extremadamente bien preparado, la brisa del mar llegaba sutilmente, el paisaje era hermoso, me acerque hacia un barandal y me apoye en el, incliné mi vista sobre el y me distraje mirando las olas que chocaban sobre la estructura de aquel muelle.

Las olas parecían tener purpurina, tenían un brillo muy peculiar, era como si las estrellas nadaran en él, a pesar de la noche la luz de la luna alumbraba todo el lugar y el mar reflejaba aquella luz de una manera intensa. Un azul eléctrico, desafiante y desenfrenado se teñia en el agua. Recordé los ojos de Noha, en la profundidad de su mirada al igual que el mismo mar que tenía frente a mis ojos. Me pregunté qué estará haciendo en este momento, si pensará en mí de vez en cuando o quizás ya se había olvidado por completo y seguía con su vida como si nada hubiera pasado. ¿Qué tan relevante podría haber sido para Noha Valenty?.

De repente un brazo rodeó mi hombro, al sentir el tacto del mismo salí de mis pensamientos y levanté mi vista hacia la persona que ahora se encontraba a mi lado. Unos ojos claros caían sobre mi rostro, el chico rubio que tenía fama de ser una serpiente se encontraba ante mi.

—Sam ¿No?— pronunció comprobando si decía bien mi nombre. Asentí.

—Soy Dominic, creo que aún no nos hemos presentado bien— dijo con cierto tono presuntuoso y egocéntrico en su voz. Le devolví una mirada desconfiada y luego puse mis ojos en el brazo que rodeaba mi hombro, ¿Quien le dijo que podía abrazarme o hacer tal gesto?, me safe del mismo con disimulo tomando distancia. Fue incómodo.

—Hola— dije mientras le extendía mi mano, intentaba marcar una distancia entre él y yo.

El joven Tonus me observó de arriba a abajo, su mirada era analizadora, intimidante, parece que quería devorarme con ella. Comencé a ponerme nerviosa, no me gustaba para nada este chico. No me gustaban las serpientes, eran aterradoras.

Tomó mi mano respondiendo a mi saludo —Mucho gusto, preciosa— dijo mientras se mordía el labio, podía percatarme de su mirada lasciva y de sus intenciones.

Trague saliva, no sabía cómo reaccionar ante esos ojos de serpiente acechante.

—¿Quieres bailar?— preguntó Dominic recortando la distancia que había entre nuestros cuerpos. Temblé al tenerlo cerca, ese muchacho no me generaba buena sensaciones, me resultaba inquietante. Al parecer no todos los guardianes tenían el mismo y cálido don de hacerme sentir en calma y en paz, como lo hacía Ivar.

—Amm…— solté unas palabras incomprensibles, no quería bailar con él, tampoco quería parecer detestable o que crea que mal interpreto todo. Solo quería salir de esta situación.

Y como si mis pensamientos lo llamarán, mi guardián llegó en el preciso momento.

—Uhum— carraspeó Ivar para llamar la atención de Dominic quien se veía muy insistente. Aunque no hacía falta que lo hiciera porque su simple presencia era suficiente para que el otro muchacho volcara los ojos en él.

—¡Ey Ivar! — dijo mientras lo tomaba de su hombro con cierta confianza. Ivar frunció su ceño, al parecer a él tampoco le agradaba mucho la serpiente. —¡Vaya escenita que te hicieron! — mencionó con aire jocoso.

Ivar ladeó su cabeza y soltó un suspiro pesado —Ni lo menciones— dijo, al parecer se ponía de mal humor con sólo recordarlo.

— Así son todas, creen que porque les prestes atención una noche ya se ilusionan, y al otro día te piden explicaciones. Son patéticas, por eso yo siempre aclaro mis términos al comienzo, tú deberías hacer lo mismo — dijo el rubio de ojos claros mientras le daba una palmada en el hombro de Ivar, este lo miro serio y con ojos juzgadores.

ARGANIA : HEREDEROS DE UNA MALDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora