♡Sam♡
Sentí los primeros rayos del sol golpear en el frágil cristal de las ventanas, mis ojos, casi ciegos, pesados por el sueño, se abrieron lentamente y comenzaron a divisar la intensa luz que empezaba a acaparar toda la habitación.
No sé en qué momento me había quedado dormida, solo recuerdo la cálida compañía de Noha, su tarareo angelical y afinado recitando una obra maestra de Vivaldi, nunca había escuchado algo así. Sus labios resonaban sobre mis frías orejas y se sentía como una caricia al alma.
Cuando desperté completamente, observé la habitación vacía, la puerta de mi cuarto cerrada. Noha se había ido, seguramente esperó a que el sueño me consumiera para luego marcharse. Tampoco es que pretendía que se quede toda la noche conmigo, pero me gustaba tenerlo cerca. Me hubiera gustado encontrarme con sus profundos ojos y que sea lo primero que mis pupilas vieran al despertar.
Me levanté de la cama, despojandome de las sábanas que me abrazaron durante la noche. Estiré mis brazos hacia arriba de mi cabeza y sentí que hoy era un nuevo día para empezar, las cosas de ayer ya no me dolían, la vida me pesaba un poco menos, desde que crucé el portal sentí que había renunciado a aquel mundo ordinario.
Salí de la habitación y al abrir la puerta, ahí estaba él, mis ojos no hicieron otro esfuerzo que no sea desviarse hacia aquel rincón en el hall de entrada, donde se encontraba el sofá. Noha estaba recostado boca abajo , profundamente dormido, sus brazos sobre su cabeza dejaban expuesta su espalda totalmente desnuda, su cabello negro azabache, caia de manera desordenada sobre su rostro, me acerque lentamente hacia él y lo contemple por un momento. Noha se veía sumido bajo un hechizo, atrapado bajo una fuerza superior a la que nos rodeaba o conocía, podía escuchar su respiración pausada, relajada, como si solo su cuerpo hubiera quedado atrapado en este lugar y su alma se había expirado, desaparecido o borrado en toda su existencia.
Mientras pasaba mis ojos detenidamente por él, sentía como perdía una batalla conmigo misma. Yo , que había jurado que él no era el tipo de chico que quería en mi vida, que había intentado tenerlo lejos y aquí estaba, no podía dejar de mirarlo. Noha me gustaba, había comenzado a sentir algo por él, aunque me resistía no podía negarlo, había caído en su encanto.
Me acerqué aún más a él y con mucho cuidado para no despertarlo, pase mis dedos delicadamente por su cabello llevándolo hacia atrás de una de sus orejas, dejando parte de su rostro expuesto. Se veía tan frágil y vulnerable al dormir, sin embargo emanaba un aura oscura y siniestra. Al destapar parte de su rostro pude notar una extraña marca en su cuello, que se extendía hasta la parte posterior de su cabeza precisamente. Era una especie de ramificación oscura, como si las venas de su cuello se hubieran pintado de ceniza y extendido por parte de su cuerpo. ¿Que era aquella marca? Nunca antes la había visto, me pregunté si quizás sentía dolor y recordé su reacción y su rostro de sufrimiento al cruzar el portal. ¿ Acaso, será posible que la luz le haya hecho daño?. Me lleno de intriga y sin pensarlo hice el intento de tocar aquella ramificación oscura que se dibujaba en su piel, pero en el instante que mis dedos hicieron contacto con él, Noha se giró rápidamente, reaccionando de manera abrupta, apartándose de mi tacto.
— ¿Qué demonios haces? — Inquirió con dureza , con una voz fría y amenazante. Su reacción me hizo temblar.
— Yo... Yo... Lo siento — dije nerviosa ante sus ojos furiosos e hice un paso hacia atrás alejándome de él. Su mirada me intimidaba, me acorralaba, Noha tenso su mandíbula, como si estuviera conteniendo la ira por dentro.
— Lo siento Noha... No quise molestarte— dije apenada , con la voz cabizbaja y aparte mi vista de él, no podía seguir mirándolo, su semblante era oscuro, me generaba miedo, y a su vez intriga por saber qué era aquello que llevaba en su cuello.
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ARGANIA : HEREDEROS DE UNA MALDICIÓN
FantasyLa vida de Sam sufre un vuelco inesperado cuando por cuestiones del destino debe mudarse, dejar su casa en la gran ciudad, para instalarse en un antiguo castillo perdido en el bosque de un extraño y misterioso pueblo, llamado Santa Clemencia. El aj...