APUESTA.

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Ya está oscureciendo, me encuentro acostada en mi cama Pero no puedo dormir me levanto y por la ventana miro la luna imponente ante mi, puedo sientir como me susurra con su suave brisa la palabra PELIGRO. Debo de estar alucinando pienso.

Salgo de mi habitación hacia la parte trasera del barco en ella puedo ver cómo están los norte americanos jugando un partido de naipes. Y Richard está hablando con ellos.

Camino hasta la mesa y puedo escuchar como hacen una apuesta.

Hombre 1.
—Y si te apuesto 500 dólares a qué llegamos primero a hamunatra.

—Estan buscando hamunatra?-pregunto Richard.

Hombre rubio
—Y vamos a encontrarla-aseguro.

—Quien lo dice?-richard dijo.

Todos en unisonido apuntaron al hombre que golpeó Richard en la cárcel, y dijieron.

—El..........

—Entonces el es el primero al que tengo que matar- Pense pero como mi boca no puede mentir lo dijo.

Hombre rubio.
—pero miren a quien tenemos aquí es La ruda chica de ayer.

Hombre de lentes.
—Te presento a O'connell. Deberías darle una bienvenida o más bien golpiza como la que nos diste a nosotros.

—Perdon, Pero ya tengo el gusto de conocerlo-Dije entre dientes-pero si está tentador lo de la golpiza para a ver si, así escucha bien.

Hombre rubio.
—Me gusta tu forma de ser chica, cundo dices que lo conoces es como si dijeras que lo vas a matar.

Antes de que yo pudiera responder un hombre me interrumpió.

—apuestas si o no?-dijo mirando a Richard.

—Por supuesto que si.-Dijo Richar dejándome completamente enojada como se le ocurre apostar con algo importante.

—Porque están tan seguros de que llegarán?-pregunte a los hombres.

—Y porque usted lo está?-pregunto también un hombre de gorro rojo y lentes a mi.

—Porque se que ninguno de ustedes llegará no tienen las agallas para encontrarla-Dije altanera.

Hombre rubio
—llegaremos. Porque Tenemos a un hombre que ya ha estado allí.

Mire furiosa a O'connell. Encerio no se conformaba con llevar a la chica sino que también llevaría a los americanos eso ya era el maldito colmo.

El estaba mirando al chico que golpeó y luego me miró a mi sonriendo Pero al notar mi mirada dejo de hacerlo.

—Eres un maldito traidor O'connell.- Dige golpeando la mesa y yéndome del lugar.

—Espera!!-Dijo el.

Hombre rubio riendo.
—ha entonces si la conose.

Este corrió para alcanzarme.

—Porque te molestas?- me preguntó.

—O'connell, tu no sabes nada de lo que has hecho? Nadie debe conocer el paradero de Hamunaptra. Traer a esta gente pone en peligro todo lo que los medjai hemos protegido durante siglos-Dije molesta.

—Lo siento, tn, pero necesitaba estar contigo. Y solo ellos me podrán ayudar a hacerlo.

—Estas sordo ya te Dige que no quiero estar contigo.

—Solo está es la manera para demostrarte que te equivocas.

—Como? Poniendo en peligro a Los forasteros? Que acaso ustedes no entienden  el peligro que representa despertar a lo.....s...-Dije sin percatarme que por poco rebelo el secreto.

EL AMOR DE LA MOMIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora