Las barcas

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-Mami, ¡corre! Que me quiero subir ya a las barcas.

Alba tiraba de su mano con impaciencia y Violeta la seguía a pasos rápidos. No había mucha gente en la cola pero aún así Alba consiguió chocarse con una desconocida. Una desconocida bastante atractiva, de pelo negro y ojos verdes.

-Perdón, es que está muy emocionada por subirse a las barcas y no tiene mucha coordinación-Le dice Violeta mientras ayuda a la niña a volver a ponerse de pie. -Pídele perdón, cariño.

Alba abre los ojos como platos y se cruza de brazos.

-Pero si ella estaba en medio. No he sido yo.

Violeta se sonroja y abre la boca para empezar a regañarle. De toda la gente que había con la que dejarla en evidencia, su hija decide que es buena idea hacerlo con la única desconocida que encuentra atractiva en cinco años. Para su sorpresa la desconocida ríe como si nada y se agacha.

-Tienes razón, estaba distraída con el móvil y no estaba prestando atención, ¿me perdonas? - La morena le extiende la mano a su hija como si estuviesen haciendo un trato y Violeta sonríe.

Alba se gira para encarar a su madre con suficiencia y Violeta niega con la cabeza. Esta niña le iba a dar muchos dolores de cabeza.

-Te perdono, mi mamá siempre me dice que no pasa nada por equivocarse.

La morena vuelve a reír y mira a Violeta divertida.

-Perdonala, pasa demasiado tiempo con mi cuñada y le ha pegado la personalidad. Soy Violeta, por cierto- Le dice mientras le da la mano igual que hizo ella anteriormente con su hija.

-No pasa nada, es encantadora. Yo soy Chiara-Chiara le toma la mano y la observa con detenimiento. Violeta tenía una mirada muy intensa pero Chiara no se quedaba atrás.

-¡Yo, Alba! -Grita la niña haciendo que las dos adultas se separen y miren hacia abajo.

-Alba, ¿sabes una cosa? Antes estaba con el móvil porque le estaba haciendo una foto a los patos. A mí hermano le encantan, pero no sé cuál es más bonito, ¿me ayudas a elegir?

Alba asiente ilusionada y se acerca a Chiara dando saltitos.

-¿Tu hermano es igual de grande que yo?

-Tiene seis años. Iba a venir pero al final no ha podido.

-¿Por? Yo quiero conocerlo.

-Porque el avión en el que venían se ha retrasado y no van a llegar a tiempo. Le hacía mucha ilusión subirse a las barcas.

-¡Las barcas! Mamá y yo vamos a las barcas, ¿verdad mami? ¿Tú también vienes Chiara?

-Iba a ir pero me he quedado sin compañía.

-Puedes venirte con nosotras si quieres-Ofrece Violeta con esperanza.

-No quiero molestar.

-Yo quiero que venga Kiki, mami. -Chiara ríe ante el extraño apodo y mira a Violeta que la mira con ternura.

-No molestas, cuantos más mejor.

-Vale, pero primero le tengo que hacer una foto a los patos.

-¡Yo quiero! ¡Yo quiero!

Chiara le da el teléfono a la niña para que haga las fotos que quiera y se queda con Violeta a las orillas del estanque.

-¡Qué valor! Darle tu teléfono a una niña de cinco años que no tiene coordinación y que ha pasado más tiempo tirada en el suelo que de pie-Le dice Violeta haciendo que Chiara riera.

Sweet nothingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora