sohee

174 32 10
                                    

Beomgyu no sabía si reír o llorar. Al menos ahora tenía más tiempo y espacio para pensar realmente en todo después de que Joosun llegara a recoger a su hijo después de un par de horas, cuando el sol ya no se encontraba en ninguna parte del cielo.

Bueno, al menos tomó la precaución de que haya sido Taehyun quien mandara las amenazas, pero le resultaba hasta insultante que le terminaran quitando todo el crédito por su... pasión por observarlo.

Después, Yeonjun sacó más detalles sobre la historia que Sohee le contó. Como las distintas fotos de su casa tomadas de fuera en distintos ángulos, o la información personal de sus hermanos y padres. O las horribles fotos que Taehyun siempre reciclaba de pobres víctimas anteriores para decir «Así terminarás si no haces caso», y que casi siempre funcionaban. Casi.

Ahora que Yeonjun se había ido, se encerró en su cuarto (con las paredes tan firmes y gruesas que aseguraban que mada de adentro se escuchara por afuera), agarró una almohada y le gritó hasta poder sacar su ira.

¿Qué ganaba Sohee con decirle todo a Yeonjun, aparte de una sentencia de muerte asegurada? ¿Estaba tratando de interpretar a la chica encantadora que preferiría decir la verdad antes que salvar su trasero? ¿Estaba queriendo decir «Te amo, todavía te amo y jamás te mentiría por que así es el verdadero amor»? Por que de ser así, estaba muy equivocada.

Beomgyu no sabía del amor antes de conocer a Yeonjun. Era nuevo para él, no como Sohee, que ya tenía un considerable historial de relaciones pasadas. Si Yeonjun buscaba experiencia en una pareja, estaba jodido. Aunque no tenía sentido. Simplemente eso no hacía sentido para él ¿A quién le gustaría que su pareja hubiera estado con otras personas antes? ¿A quién no le molestaría tan solo pensar en su pareja amando y besando a otra persona?

Seguramente a alguien no tan jodido de la cabeza, pero Beomgyu no era esa persona. El amor no era así para él. Para él, que con solo pensar en Yeonjun coqueteando con alguien más lo hacía querer matar a alguien.

No tenía un concepto sano del amor, eso estaba claro.

Sohee no se debió imaginar que le contaría a alguien de eso, o tal vez sí y por eso le pidió explícitamente que no lo hablara con cualquiera. Para suerte de él y desgracia de ella, Beomgyu era su mejor confidente. Pobre chica, tan estúpida y desafortunada. El destino no estaba escrito para ella.

Sohee no iba a salir libre de esta. Ni viva.












Taehyun fue fácil de convencer. Kai le había dicho en los primeros días de conocerlo lo fácil que era convencerlo cuando se trataba de dañar a alguien, era como un pasatiempo disfrutar del dolor ajeno. Al informarle sobre la boca suelta de Sohee, ni tuvo que usar todo el discurso que preparó para que le diera el permiso de hacerla pagar por eso. Parecía incluso que predijo (o al menos esperó) el descuido de la chica al soltar la información con Yeonjun, o eso daba a entender su gran sonrisa que esparcía un escalofrío por el cuerpo de Beomgyu.

El día de la desaparición de Hyeoh, se encargó de sacar tanto dinero en efectivo como le fue posible de su tarjeta.

«Podría hacerlo parecer una desaparición planeada, como si hubiera sacado el dinero a propósito y se hubiera dado a la fuga a rehacer su vida. Aparte, estoy seguro que necesitarás dinero para pasar por debajo de la mesa pronto», le dijo Taehyun la noche en que se reunieron para hablar lo que sea que se podía hacer con Hyeoh. Se dio cuenta de eso muy rápido, de lo mucho que Taehyun lo examinaba a él y posiblemente a todas las personas. Debió de hacer predicho igual que Hyeoh sería su primer pero no última víctima.

Aún así, no le pidió tanto dinero como esperaba; más que nada porque sería él mismo quién haría todo el trabajo sucio. Sólo estaba pagando por su silencio, de momento. Y por la habitación donde la torturaría. La única condición que puso Taehyun fue grabar el momento.

sweet views;  beomjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora