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Algo en la cara de auténtico miedo de Yeonjun al ver su cámara prendida despertó algo peor en Beomgyu.  Algo que estaba ahí desde hace tiempo, pero que fue el mechero que prendió en fuego la gasolina que esperaba ser prendida.

Deseo.

Deseo de volver a verlo asustado.

Desde un tiempo atrás que sabía del miedo que tenía el mayor de estar siendo acechado, pero no lo había visto tanto. Sólo podía ver sus nervios a metros de distancia cuando Huening Kai se ofrecía a ir a su universidad y tomarle fotos discretamente, fotos por las que pagaba para verlas. O cuando a veces lo seguía de cuando salía de trabajar hasta su casa, y Yeonjun se volteaba a ver a todas parte, por que juraba escuchar las pisadas de alguien.

Siempre fue una exquisita vista el rostro de temor en la cara de su amado, lo hacía sentir con más poder sobre él, pero en esa ocasión el nivel de deseo por aquella vista escaló hasta las nubes, y cuando se trata de Yeonjun, no hay límite alguno en la mente de Choi Beomgyu.

¿Quién puede culparlo? Sólo está enamorado.
De una manera enfermiza, pero lo estaba.








12:34

De igual forma, tenía una idea en mente, pero no sabía que tan buena podria ser.

Así que, para no sentirse mal por hacer algo que pudiera salir mal, le preguntó a la persona que realmente no le diría que estaba sobrepasando los límites, por que a él no le importaba demasiado lo que ocurriera.

No era mucho de llamadas, pero esa consideraba que era importante. Agarró su teléfono y marcó a su número, moviendo su pie frenéticamente. La llamada fue respondida en el tercer tono.

—¿Choi?— preguntó la voz adormilada del otro lado de la llamada.

—¿Desde cuando duermes en la noche, Kai?

—Hoy no hubo ninguna deuda por ser pagada, ¿qué diablos haces llamando a las... 12:35 de la noche? Tú nunca me llamas.

Su amistad con Kai y Taehyun era sencilla: ellos lo ayudaban con Yeonjun, y él los ayudaba con sus trabajos. Era más un acuerdo que una amistad, pero se toleraban entre ellos, y eso les bastaba a todos.

Sin contar todas las veces que Kai visitaba a Soobin en el trabajo por su amistad, y Beomgyu terminaba con más fotos de Yeonjun colgadas en su habitación y metidas dentro de sus cajones. La segunda más que nada, para no levantar sospechas de su madre.

—Necesito que me aconsejes.

—¿Mataste por fin a tu mamá? Mete el cuerpo en ácido, conozco a un tipo que...

—¿Debería de hacerme una cuenta de Instagram?

Silencio.

—...¿llamabas para eso? Adiós. —estaba a punto de colgar y volver a disfrutar de su cama, de no ser por la voz de Beomgyu interrumpiéndole.

—Quiero que Yeonjun me preste atención.— tal vez no especificó muy bien, y se dió cuenta después de que las palabras abandonaran su boca, así que volvió a hablar —Me refiero a que... Yeonjun intuye que alguien lo vigila, pero no sabe que soy yo.

—Ajá.— respondió Kai, más dormido que despierto, esperando a que Beomgyu le diga todo lo que tenía para decir y por fin volver a tirar su cabeza a su almohada.

—Y... algo no salió demasiado bien, sabes que soy novato en esto, pero se dió cuenta que lo estaban viendo por la cámara de su laptop, creo que se encendió la luz por un momento...

sweet views;  beomjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora