two birds

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21 de noviembre, 2018.

Beomgyu no podía quitar su atención de aquel chico de último año, y sin exagerar, se llegaba a quedar despierto noche tras noche sólo pensando en él.

Después de su trabajo juntos, casi no volvió a saber nada de él, o nada de alguna palabra suya. Debió de suponerlo, era de los más populares y tenía muchos más amigos y muchas más personas con las que estar que el chico que, días después, le dijeron la verdadera razón por la que no tenía nadie con quien hablar.

Pero claro, Beomgyu no sabía eso.

Cada día era más difícil pasar un día más sin poder verlo más que de lejos, contemplándolo sin que se diera cuenta, y si lo hacía, entonces lo ignoraba. Al principio era un enamoramiento normal, igual que el de cualquiera a esa edad, pero todo pasa factura y no siempre el responsable de sus acciones es quien paga las consecuencias, como Beomgyu sin poder distinguir en bien y el mal por no haberlo vivido en carne propia.

La etapa de la niñez es la más importante para cualquier humano, sus interacciones sociales se definían desde ese momento wn base a lo que sabían qué debian y no debían de hacer y decir, pero para Beomgyu no fue así. Sin nadie con quien hablar, ¿Cómo sabría cuando lo que dice es muy rudo o muy tonto? ¿Cómo sabría cuando hay que seguir hablando o solamente callarse? ¿Cómo sabría distinguir el amor y la obsesión?

No podría. Y eso pasó.

Los días pasaban y su enfermiza necesidad de saber qué hace, dice o piensa Yeonjun incrementaba a una velocidad increíble, pero en su mente, no tenía nada de malo. Lo dibujaba en su libreta y reemplazó sus paisajes con Yeonjun, pensaba en él siempre y reemplazó los libros estudiantiles por las cosas que escribía Yeonjun en sus redes sociales, y quitó esos pensamientos e imaginaciones de querer acabar con su madre y de cuántas formas hacerlo, y los reemplazó con un futuro completamente inventado, con una vida a lado de aquel chico.

¿Tendrían hijos bonitos?

Miraba sus redes sociales cada media hora o menos, asegurándose de ser el primero en ver cada cosa que subía. Miraba con una sonrisa tonta la pantalla de su celular o la de su computadora cuando era de los prumeros en ver sus publicaciones. Pronto eso no fue suficiente para satisfacer su necesidad de verlo, ¿pero acaso había una manera de verlo mejor?

No tenía suficiente de él, siempre deseabla un poco más. Mas de sus sonrisas, más de su sarcasmo, más de las miradas que le lanzaba con felicidad cuando se saba cuenta que lo estaba viendo, y más de cuando lo saludaba a lo lejos, notándolo entre la multitud, dándole esperanzas de que ese futuro imaginario pudiera ser cierto, pero Yeonjun hacía eso con cualquier buen amigo, y Beomgyu no lo sabía.

Nada pasaba de eso, una  pequeña  obsesión de Beomgyu. Nada más, o hasta que llegó el fin de ciclo, y la graduación de Yeonjun.















23 de agosto, 2019

Estaba muriendo en vida. O al menos así se sentía.

Yeonjun, el que se convirtió en su motivación para ir a la escuela, para tener su mejor sonrisa, para arreglarse y mirarse al espejo media hora antes de la hora de entrada para asegurarse de estar presentable en caso de que se acercara a él o lo rozara al pasar, ya no estaba.

Yeonjun se graduó, y Beomyu se quedó ahí, ain poder hacer nada al respecto. Se enteró por algunas conversaciones ajenas que se dieron cerca de él, que se había metido a la mejor universidad de la ciudad, ¿y cómo no hacerlo con ese promedio perfecto?

Decir que estaba feliz por él sería mentir, por que su ausencia lo mataba.

Muchos pasaban por eso, lo había visto antes. A alguien de los primeros grados le gusta alguien del último, y se lamentan al momento de verlos despedirse, pero Beomgyu era diferente. Después de días, semanas o meses se iba o al menos bajaba ese sentimiento, pero al de ahora segundo año sólo le carcomía más y más no poder verlo, hasta solía sentir una falta de respiración apretar su pecho cuando no lo divisaba entre todos los largos pasillos, en los que buscaba al mayor, sabiendo que no iba a estar ahí.

sweet views;  beomjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora