condolences

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Yeonjun podría afirmar que no aprendió nada durante sus clases ese día. No fue capaz de despegar su mente de eso.

Hace dos días que no veía a Beomgyu, no desde que tuvieron su cena juntos, ni tampoco le había respondido a sus mensajes. Quería— no, necesitaba decirle a Beomgyu sobre lo que Sohee le había dicho, pero ahora necesitaba encontrar un tiempo mejor para eso.
Recordaba cuando llegó Beomgyu corriendo hacia él, excusándose con la actitud deplorable de Hyeoh como razón del porqué llegó tarde a su punto de encuentro.
En ese momento, no le había tomado mucha importancia, más que sentir resentimiento hacia esa mujer que realmente no le había hecho nada personal a él, pero sí a Beomgyu; sí a su amigo.

Entonces, al escuchar sobre su desaparición esa mañana en las noticias, todo a su alrededor se empezó a sentir difuso.

Kwang Hyeoh, de 38 años, reportada como desaparecida el 13 de enero a las 10:34 horas por su hijo, Choi Beomgyu.

Reconocía el nombre de Hyeoh, pero no resonó demasiado hasta que vió una foto de ella que se mostró en el noticiero matutino segundos después de decir su nombre. La misma foto que le mandó Beomgyu de él y su madre juntos, tomada seis años antes y dos frescas semanas después de la desaparición de su padre, esposo de Hyeoh.
Segundos después, el reportero igual nombró a su hijo, y cualquier duda que podría quedar en él fue eliminada. Choi Beomgyu.
Beomgyu.

Eso explicaría por qué no le había mandado mensaje en el último par de días, ni había respondido a los que mandó.

La verdad era que no era capaz de preocuparse menos por esa mujer, pero el estado de Beomgyu, físico y sobre todo mental, era una interrogativa de la cual necesitaba saber la respuesta. Hasta cierto punto, él estaba involucrado. Entre los datos que se mostraban de la mujer, estaba la fecha de desaparición, o al menos la fecha en que fue reportada como desaparecida: 13 de enero. En la mañana. El día después de su cena con su hijo.

¿Acaso Beomgyu estaba enojado con él? ¿De que su madre se fue el día después de que la desobedeció para irse con él? Bueno, ni siquiera sabía qué fue lo que pasó. Si se fue o se la llevaron. Asesinada, secuestrada o, al igual que siempre, actuando como madre irresponsable.

La familia paterna de Beomgyu no era ni de cerca de bajos recursos. Su abuelo se hizo rápidamente de una fortuna enorme por sus negocios, y hasta un punto eran reconocidos. No por nombre, pero toda Corea del Sur alguna vez utilizó algo a nombre de los Choi. Por eso, ni su madre ni él se vieron en la necesidad de trabajar día y noche para solventar sus gastos después de que el padre de Beomgyu desapareciera. Beomgyu tenía la vida resuelta desde antes de nacer, y la de Hyeoh también lo estaba desde el momento en que caminó hacia el altar.

Y era extraño. Ambos padres, desaparecidos. No sabía nada sobre lo de Hyeoh —y al parecer las autoridades tampoco—, pero después de algunas conversaciones con Beomgyu, investigó sobre lo que se sabía sobre su padre; un hombre de 35 años, primogénito y heredero de la fortuna de sus padres, cuyo cuerpo fue encontrado en un río a orillas de la ciudad, dos semanas después de que su esposa lo reportara por desaparecido. Una tragedia, la cual ahora se preguntaba si estaba relacionada con la de Kwang Hyeoh.
¿Un secuestro del que no se quiso pagar fianza? ¿Deudas que arreglar? ¿Un idiota que quería salir con su amigo una noche?

"No", trataba de convencerse a sí mismo. Nada garantizaba que la cena fue un factor decisivo en su desaparición.

Al igual que nada garantizaba que no lo fuera.









El día después, 16 de enero, fue a trabajar, y fue recibido por un Soobin con una cara de preocupación.

—¿Viste las noticias?— preguntó, inseguro de que si, en caso de que no fuera así, tendría que ser él el que se lo dijera.

sweet views;  beomjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora