La Venganza (+21)

Capítulo 21

«Nunca te dejes quitar lo que te pertenece»

Alessandro Bonardi.

— Conduce rápido Fulga, debemos alcanzarla — digo dentro del vehículo que persigue a Mei, ella no se detiene mis dos iris ven como cae al piso y luego como se detiene para recibir el impacto.

Salgo del vehículo casi corriendo y la abrazo, ella aspira mi perfume, y me abraza fuerte.

— Sssh, pequeña estas a salvo — le digo abrazándola más a mi.

Le alzó el mentón y nuestros ojos se encuentran, la lluvia está aún más fuerte, pero no me importa, me importa sólo ella, la mujer que hizo que apartará a Sara de mis pensamientos para solo tener pensamientos exclusivamente para ella, pensé que no podía volver a amar y aquí me ven, amandola con todos y mis demonios.

Me separo de ella y le reviso las manos, están bastante raspadas, subo sus manos a mi boca, mientras que su mirada cargada de alivio me derrite.

— ¿Me rastreaste? — pregunta — Casi me matas de un susto Baby. — dice bastante agitada.

La abrazo de nuevo.

— Si Mei, siempre lo hice — le confieso — Ya estábamos aquí cuando llegó tu mensaje, Leandro había logrado encontrar la dirección de este evento por un tal Don Juan,  aprovechando para matar a Jung-sun.

— ¿Esta muerta? — pregunta aún en mis brazos mientras somos bañados con la fuerte lluvia de la noche.

— Si, lo está.

—¿Y-y Axel?

— Lo dejamos escapar.

— ¿Por qué? — Grita.

— Porque tengo otros planes para él, ¿Que? ¿Tanto te importa ese infeliz?— la suelto pasando mis manos por mi cara quitando el agua, sintiendo una punzada de celos.

—¿En serio me estás preguntando esa gilipollez, Alessandro?. — contraataca dándome la espalda para luego volverse a girar — ¿No estás seguro por lo que siento por ti?

— Claro que si Mei es solo que.... — ¡Mierda! No se que decir, me he quedado corto.

— También tengo planes para él, si así es el caso. — Dice sin mirarme.

Le agarró por la cintura, apretando su espalda contra mi pecho le susurro a su oido — Perdoname Mei, te he extrañado como un loco, me he masturbado a tu nombre, te he sido fiel, te he querido tener así desde el día que partiste a Alemania, me he estado volviendo loco de solo imaginarme que has sido besado, follada por ese hijo de perra.

La apretó más a mi para que sienta mi polla erecta y apretada dentro de mi pantalón.

Ella se recuesta en mi pecho, dejándose llevar por mi palabras, moviendo sus caderas, pidiendo a gritos que la folle.

— ¿Que? si digo que si? — susurra con los ojos cerrado añade — ¿Que pasaría si te dijera que hubo oportunidad donde me deje follar por Axel?

¿Que?

La aparto de mi bruscamente buscando su mirada con la mía.