La Venganza (+21)

Capítulo 32

«Los muertos .. ¿resucitan?»

Alessandro Bonardi.

Ya han pasado dos semanas desde que me casé con Mei, de nuevo y está vez en Las Vegas, pasar eso días con ella, fue lo mejor que me había pasado después de tanto tiempo, la única mujer que me había puesto de está manera había sido Sara.
Ella siempre será un recuerdo que atesorare en mi corazón para siempre, pero Mei ahora es mi presente y mi futuro.

Observando atentamente el vaso de whisky, haciendo girar el liquido dentro de él, me traslado a los días de Las Vegas.

*Dos semanas antes:

—  Baby, fue la boda más hermosa del mundo — me mira con sus ojitos llenos de lágrimas, enredando sus brazos en mi cuello.

— Te amo, Topolina. — La beso, un beso cargado de ternura, siento sus lágrimas enredándose en las comisuras de nuestros labios.

Aún estamos todos en el salón de fiesta, mientras yo sigo bailando con Mei, una música suave y melancólica, puedo sentir su corazón latir fuerte, y sé que ella siente el mío latir igual manera. En eso noto unos ojitos azules, mirándome con intensidad, la veo y curvo las comisuras de mis labios, esbozando una sonrisa llena de diversión, cuando noto que la pequeña diablita se acerca a nosotros.

— Tito — dice cruzados de brazo en su vestido princesa rosado.

Mei me suelta y mira hacia la dirección de la niña, y ella se ríe.

— ¿Me dejas bailar con mi Tito? — más que una pregunta parece una orden, Mei la mira frunciendo algo la frente, pero accede, se aleja de mi y me guiña un ojo, mientras camina hacia su padre.

Le ofrezco ambas manos a Hanna, sus ojitos hermoso se achinan cuando sonríe de oreja a oreja, empezamos a bailar, ella mueve sus piernas de un lado a otro, mientras yo me muevo suave sonriendo.

— Tito, necesito decirte un secreto — me hace señas con la manito, para que yo bajé mi rostro hacia a ella.

— Mei me cae bien, pero no le digas — me dice en mi oído, y yo río a carcajadas, la levanto y le doy un beso en la mejilla, caminado hacia mi hermano Maximiliano y Leandro.

Después de varias horas todos disfrutando del evento matrimonial, cada quien se va, la verdad ya no veo la hora de meterme a la cama con mi esposa y hacer el amor,  cuando de pronto se acercan los amigos de Mei, muy alegres y traen una bolsa con ellos.

— Lo sentimos guapo, pero estamos en Las Vegas — Mueve la bolsa al mismo tiempo que mueve su cuerpo de un lado a otro.

— Randy, creo...

— No señor, nada de creo, vamos a seguir disfrutando del momento — saca una corona y se lo pone a Mei, y a mi me entrega unos cachos, Leonard se pone una oreja de perro y  Randy un sombrero anaranjado fluorescente.

Mei nos observa a todos, queriendo aguantar la risa hasta que, ríe a carcajadas.

Estamos todos sentados en la ruleta, Mei está sentada a mi lado, como toda una reina, aún con su vestido de novia, Randy y Leonard al otro lado muy acaramelados, y alrededor varios hombres que no conozco.