Capítulo 4

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«Ser hija única dentro de la Mafia tiene sus ventajas»

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«Ser hija única dentro de la Mafia tiene sus ventajas»

Mei Takahashi.

¡Joder! Folle con sexi esposo.

Despierto con ese pensamiento mientras aún estoy en la cama, me siento bastante ligera, desnuda, así como Dios me trajo al mundo, me recuesto con los codos en la cama y veo mi hilo tirada al suelo, las perforaciones en la pared, uno cerca de la ventana y la otra cerca a la puerta de salida.

Decido levantarme de la cama, dispuesta en darme una ducha, me encanta bañarme con agua fría independientemente de cual estación estemos, me encanta como el frío relaja los músculos de mi cuerpo y ahora los necesito aún más.


Disfruto de mi baño hasta que cierro los ojos y recuerdo su rostro, el maldito hijo de puta, me follo como a mí me gusta. ¡Joder! Abro los párpados exaltada.

Me río recordando ¿Así que follamos?  Quien lo diría, este hombre me gustó desde que lo vi en el restaurante, desde que mi padre me mostró una foto, desde hace mucho tiempo. Su cabello negro con destellos castaños, su barba perfectamente afeitada y esos ojos grises casi azules combinan con su rostro endurecido.

Suspiro al recordarlo.

Pero su arrogancia me molesta, —te encanta — me corrige mi subconsciente, y si la verdad es que me fascina, no es un hombre que se deja envolver fácilmente con los encantos de una mujer. Y me gusta, me agrada que sea exclusivo.

Salgo del baño y me meto en unos pantalones negro rotos, un bodys blanco de tiritas con una chaqueta negra y unos tacones plateados y mi maletín.

Peino mi cabello con el secador y decido llevarlo de lado, me maquillo pero no tanto, solo resaltó más mis pestañas un poco de rubor y labial rojo.

Me miró al espejo y me veo hermosa, llamo a mi escolta por el auricular: — Steban cuando salga quiero que recojas toda mis cosas, busca otro hotel porque este, ya no es seguro.

— Si, señorita.

Bajo a la recepción y miro a la chica y me acerco, ella me ve e inmediatamente se tensa.

— ¿Es normal que los trabajadores den información que es confidencial y para rematar den copias de llave? — pregunto con mi rostro frío y con sarcasmo.

Ella empieza a temblar y su mirada es baja, no se atreve a mirarme a los ojos.

— Necesito hablar con tu jefe, ¿Creiste que no me daría cuenta?

La Venganza (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora