Capítulo 41 - Final

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«Un reencuentro que da un giro inesperado»

Alessandro Bonardi.

Camino por el bosque hasta la cabaña, agarrándome de los árboles, me siento mareado, me estoy quedando sin fuerzas, me reviso y no tengo ni una sola, solo la cortada de la navaja que me lanzo aquel infeliz, observó mi hombro y hay una mancha morada, lo toco y es una baba, lo acerco a mis fosas nasales pero no tiene olor. Me pregunto qué es?

Cuando por fin llego a la cabaña, Fulga me ve inmediatamente, cuando el se está acercando, empiezo a ver borroso y pierdo el conocimiento, pero antes, lo escucho gritar y lo veo correr apresurado hacia a mi, me golpeó fuerteme contra el suelo lleno de barro, hojas caídas y ramas.

Escucho a todos en la habitación, escucho una máquina que pita a mi derecha, pero no puedo abrir los ojos, Maximiliano, está dando órdenes y gritado a todos, siento que alguien me monitorea, una voz femenina inunda la habitación.

- El paciente debería ir a un hospital, está muy delicado.

- Ya te dije que no - es la voz áspera de Max.

- Está envenenado, Maximiliano, el veneno es muy fuerte - le recalca Paula.

- Lo sé, Joder, lo sé - la voz de Maximiliano se apaga.

Escucho algunos pasos salir de la habitación, hasta que, al pasar el rato alguien entra, hablando.

- Escucha, Alessandro, tu hermano... Esta muy delicado.

- Cuando llegas - dice Paula, pero con quien habla, no escucho a nadie más, al menos que hable por teléfono, ¿Maximiliano se fue?

- No tardes, te necesito, Gabri...

¿Gabri? ¿Que iba a decir?

- ¿Con quién hablas? - le interrumpen, es la voz de Maximiliano otra vez.

- ¿Perdón?

- Nada, ¿me puedes dejar a sola con mi hermano.?

Escucho alejarse unos tacones, Paula acaba de abandonar la habitación, escucho un sollozo, quiero decirle que lo escucho, que aún estoy aquí y no me he ido, que necesito que sea fuerte.

- Recupérate pronto, Aless, Mei ya salió de peligro, ya despertó y la mandé a traer, ella quiere venir a verte, un curandero nos informo que no podemos mover tu cuerpo, ya que, el veneno se esparce con mucha velocidad.

- Despierta Aless, por favor - su voz suplicante.

Me duele, me duele escuchar a mi hermano de esa manera, la primera vez que lo escuché así, fue cuando perdimos a nuestro padre y a Gabrielle, después cuando perdió a Dasha.

Quero asegurarle que me voy a mejorar, intento con todas mis fuerzas mover mi cuerpo, abrir los ojos, pero es inútil, no puedo.

Pasan lo días y todo es igual, el veneno se está esparciendo, al parecer es una muerte lenta pero dolorosa, de vez en cuando llega un señor mayor, lo sé, por el tono desgastado de su voz.

Lo que pude saber es que, ataca veneno con veneno, pero esto solo me mantendrá vivo un par de meses, por qué lo que realmente necesito, se encuentra en la amazonas de Brasil, según Paula tiene un conocido que vendrá dentro de poco con el tratamiento, mientras tanto me toca sufrir un poco más.

La Venganza (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora