Capítulo 38

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«Mas temprano que tarde, toda rata cae en la trampa».

Narrador Omnisciente.

En el hospital central de Cagliari se encuentra hospitalizada Mei Takahashi, quien en los últimos dos días sufrió dos paros respiratorios, algo que Alessandro no sabe, Stefan le oculta información a su jefe, Mei trata de sobrevivir, Stefan todos los días le pone audios de Alessandro, de su padre, para que ella en su sueño profundo logré escuchar a los dos hombres que la aman como a nadie, hasta él mismo le habla dando le fuerzas, aún sigue entubada ya que, inhalo mucho humo, y sus pulmones no están trabajando correctamente, su semblante es más pálido de lo habitual y en tan poco tiempo está bastante delgada y eso ha Steban en cierto modo lo perturba, lo asusta le duele, ya que, con el pasar de los tiempo el siempre ha sentido cosas por ella, desgraciadamente para él, ella nunca lo supo ni lo sabrá, el conoce su lugar y la respeta.

Por otro lado, Alessandro se va al hotel con Leandro, Paulo y Paula, frustrado por no haber podido matar ha Seuyun Kim, quien huyó como una rata de su depredador.

Seuyun Kim perdió sin darse cuenta a todos sus hombres, los hombres que lo respaldaban son hombres de la Mafia King, al darse cuenta que estaba solo, sin ningunos de sus hombres y por eso le dio por correr automáticamente, sintiéndose un maldito cobarde. Al llegar a la esquina de una calle se sintió aliviado al notar que nadie lo seguía, en eso llama a su esposa alterado con el corazón latiendo fuertemente, y su respiración descontrolada, su esposa nada que le contesta, para el es algo raro, ya que, ella siempre le coge la llamada en el primer pitido, en eso tiene un mal presentimiento, se agarra el cabello hacia atrás pateando un pote vacio del suelo.

Camina hasta que por fin pasa un taxi, lo detiene y sube en el yendo directo a su mansión y orando a los dioses que su esposa y su hijo que está en su vientre estén bien.

Mientras tanto en la Mansión Fernando y Maximiliano han logrado entrar sin ninguna dificultad a la casa del coreano, caminando con seguridad ya que, los hombres que están instalados son sus hombres, al llegar a la primera planta no ve a la mujer por ningún lado hasta que pasa una servidumbre, Maximiliano la toma por el brazo mirándola con sus hijos fríos como el hielo.

- ¿Donde está la señora? - Le pregunta.

- L-la Señora está en la piscina - dice la mujer con la voz temblorosa, Max saca su arma y mata a la mujer con un disparo en la frente.

Max mira a los hombres y le ordena matar a todos incluyendo a la servidumbre y salir de la mansión.

- No quiero ha nadie aquí, entendido... Terminan y se van - les ordena con mucha autoridad.

Max la aparta con el pie y siguen caminando donde la servidumbre señaló, cuando llegan al lugar ven a la mujer dentro de la piscina montada en flotador inflable en forma de donas. tocándose la barriga, muy tranquila con sus gafas de sol marrones claros y un traje de baño de dos partes blanco con anaranjado.

Maximiliano le da una mirada de complicidad a Fernando y este está pálido, los Reyes no matan mujeres ni niños, es algo que nunca en su vida rompería, pero aquí el que manda es la cabeza y ese es Maximiliano Bonardi.

- ¿Estas seguro Max? - le pregunta Fernando agarrándolo por el hombro al ver que prepara su arma para disparar.

Max lo fulmina con la mirada, luego cierra los ojos por unos segundos y recuerda el día de su boda, recuerda ha Dasha, recuerda como la mataron estando en embarazo, cuando tuvo que abrirla para sacar a su único hijo, cuando vuelve a abrir sus ojos, Fernando vio el mismísimo diablo en ellos, aparto la mano y lo dejo hacer lo que a él le de la gana de hacer.

La Venganza (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora