La Venganza (+21)

Capítulo 30

«Tu amor me hace bien».

Alessandro Bonardi.

— Buenos días, Señor Bonardi. — dicen al otro lado de la línea telefónica.

— ¿Todo está arreglado? — pregunto ansioso.

— Si, señor, hoy en la noche lo estaremos esperando. — Dicen muy tranquilos.

— Okey — cuelgo, dejando mi celular en la mesita de noche y caminando hacia el balcón.

Observó todo el lugar desde mi balcon del hotel, solo en mi habitación, Mei fue con Steban a comprarse un vestido para la noche, lo que ella no sabe, es lo que va a pasar ha continuación.

Suena mi celular y me regreso a cogerlo y es un número desconocido, frunzo el ceño y contesto pero no digo nada hasta que la otra persona empiece hablar.

— No te tengo miedo pedazo de mierda, tú y tu hermano no podrán conmigo, Jamás. — dicen en coreano y automáticamente se de quien se trata.

— Entonces espero y no trates de esconderte Seuyun Kim. — le digo con tranquilidad, viendo hacia la playa y recibiendo la rica brisa de la mañana con olor a mar.

Se ríe — Yo jamás huyo, aquí te estaré esperando con mi batallón maldito.— cuelga.

Llamo a Maximiliano.

— ¿Me extrañas? — dice.

Ruedo los ojos y respiro profundo — Vamos al grano Max.

— Cuéntame aburrido.

— He recibido una llamada de Seuyun Kim, ¿Cómo va todo? — me siento en el pequeño sofá del balcón.

— Leandro ya tiene la ubicación de la casa de Seuyun Kim, ¿Cuando vuelves?, ya todo está listo.

— Dentro de dos días regreso, el muy maldito dice que nos espera con un batallón — me río.

Mi hermano y yo somos capaz de eliminar a cualquiera, no somos inmortales, pero somos inteligentes y es nuestra inteligencia que nos hace ganadores.

Maximiliano también se ríe a carcajadas — Dile a la Fiona que prepare sus gatitos, quiero ver en persona como esas dos fieras se comen a Seuyun Kim.

— Será un buen espectáculo.— Cruzo las piernas, jugando con mi barba perfectamente afeitado.

— Nos vemos entonces. — Cuelga.

Después de un rato jugando con mi celular, viendo mi restaurante y recibiendo llamadas de la encargada, notificando cualquier novedad.

Ya es más de medio día así que, tomo una ducha rápida y me visto con un shorts playero negro y una camisa blanca con unos zapatos deportivos blancos, me encamino a la puerta agarrando mis gafas negras de sol y salgo de la habitación, mientras camino por el pasillo veo a dos mujeres, me ven y se sonríen entre ellas, yo solo finjo no haberlas visto y sigo con lo mío.

Cuando llegó a planta baja me encuentro con Mei entrando al hotel, una sonrisa automáticamente se asoma en mi rostro.

«La amo, y me gusta que lo sepa»