Capítulo 27

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«No soy una mujer con enemigos, ellos me tienen a mi».

Mei Takahashi.

Entran Alessandro y Fulga en la habitación y yo inmediatamente digo.

— Me llamo Leandro, hubo cambio de planes — Alessandro me escucha y toma asiento.

— ¿Que cambios hubo? — pregunta serio, abriendo los brazos en cada esquina del sofá y cruzando las piernas.

— Axel se fue a Múnich, tenemos la dirección exacta, porque también me llamo Ágata.. — tomo un sorbo de té — ella cree que le voy a perdonar la vida.. — me río — ha cambio de entregarme la dirección en Múnich.

— Debemos viajar hoy mismo — dice Steban levantándose de la orilla de la cama — Voy ha ir preparando lo del Jet, nos vemos allá.

Todos asentimos y Fulga se va con el dejándome solo con Alessandro, pero como ya estoy harta de el, lo ignoro mientras recojo todo del hotel para largarnos.

— Mei, necesitamos hablar.

Lo miro y le ruedo los ojos, — No, no quiero hablar Aless, lo que teníamos, si es que realmente habia algo, se acabó — lo digo con mucha calma y seriedad.

— ¿Pero que dices? — se me acerca frunciendo el ceño.

— Lo que escuchaste Alessandro, no quieras pretender de que nada pasó, porque si paso, me faltas al respeto y crees que yo voy a perdonarte así de fácil, no hablas con cualquier mujer, hablas con Mei Takahashi, la heredera de la Mafia Japonesa.

— Lo se Mei, ¡Joder! Perdoname. — me agarra por el hombro e intenta besarme.

— Ya te lo dije Alessandro — Le esquivo el beso — no me digas molestando, tengo cosas que hacer.

Me suelto y sigo con lo mío, de pronto siento que él me jala fuerte hacia el, presa en sus brazos.

— ¿Que haces? Sueltame— le digo furiosa.

— Mei, no te aconsejo despertar a la bestia, porque una vez despierto el mundo arderá y tu con el. — Siento su energía amenazadora y sus ojos están tratando de mostrarme lo que realmente es este hombre, me da una sensación escalofriante en todo mi cuerpo, pero no me doy el lujo de flaquear.

— Puedes hacer con el mundo lo que te de la gana Aless — digo casi temblando.

«¿Que puta mierda me pasa

— Tu eres mi mundo, Mei — dice acercándose a mi oído, luego muerde mi lóbulo de la oreja, hace que todo el cuerpo se me erize y siento su  pantalón abultado.

— Eres mía y de nadie más, actúe así porque estaba celoso.. — me levanta la cara, quedando frente a frente — Tu me perteneces Mei, firmaste tu sentencia el día que apareciste en mi vida, y la unica forma de salir de mi, es que me mates — me mira serio, y siento como mi corazón late fuerte, y mi respiración se acelera, no tengo control sobre mi cuerpo, el escalofrío que me transmite, baja por mi vagina, llenándola de punzadas electrizantes.

— ¿Dime Mei? ¿Dime que eres mía? — pregunta sin pestañear.

— S-soy tuya baby — digo sin pensar antes de hablar.

La Venganza (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora