Capítulo 31

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«Los detalles son lo que enamora un corazón»

Alessandro Bonardi.

— Mei despierta— le susurro mientras le acaricio el cabello.

Ella se mueve algo insomnia por el sueño aún. Medio abre los ojos y esboza una sonrisa.

— Baby, dormí como nunca... — susurra estirándose como como una perezosa. — me siento como una pluma... demasiado ligera.

— Anoche parecía todo lo contrario.. — digo vagamente molesto — fue una noche de mierda Mei.

Me levanto de la cama y me encamino hacia la mesa donde tenemos el desayuno recien servido.

— Vamos Mei, necesitas comer y.... — hago una pequeña pausa, cuando la veo salir de la cama sin ropa, su cuerpo realmente fue tallado por los angeles, es una mujer demasiado atractiva.
Ella me pone a mil por horas.

— ¿Que decías baby? — dice con una voz insinuante, caminando lo más provocativa posible.

— Decía... — Me muerdo el labio inferior — debemos follar.

Avanzo rápidamente hacia a ella, le tomo con una mano en su cintura y con la otra en la nuca, acercándola a mi boca, le doy un beso veloz y apasionante.

«La deseo y ella también me desea».

No hay ropa que quitar, ella como Dios la trajo al mundo, empiezo acariciando su espalda hasta atrapar una nalga con mi mano, se lo estrujó pegando la más a mi polla, ella siento lo duro que lo tengo y gime entre mis labios, sintiendo su aliente caliente entrar por mi boca.

Luego ella se agacha mirándome con deseo, libera mi polla del boxer, y se lo mete a la boca, pasa su lengua caliente por mi cabeza, y luego ligeramente los dientes, hasta que, lo hunde, lo más profundo de su garganta, moviendo su cabeza de atrás hacia adelante, rápido, luego suave. Haciéndome perder la concentración, y perdiendome en su boca, dejando salir hasta la última gota de semen.

En eso ella me mira y de limpia las comisuras de su boca con coqueteo, para mí, no es suficiente, así que, la levanto y la cargo a mis brazos, llevándola hasta la cama, la tiro y ella sonríe, le abro las piernas y me agacho hasta llegar a su sexo, la lamo, de arriba y abajo, juego con su clitoris, en eso introduzco dos dedos dentro de ella y sigo lamiendo, pasa unos minutos y ella está perdida, dejándose llevar por el clímax que yo le estoy generando, me levanto y procedo en meter mi polla dentro de ella, dándole embestidas fuertes, un vaivén exquisito, cierro los ojos, y gimo, disfrutando de lo rico que se siente estar dentro de ella, sus gemidos resonando por toda la habitación me vuelven loco, haciéndome explotar de placer, derramarse toda de mi.

— Necesito ponerte esta inyección, Topolina —  empezo hablar, mientras le muestro una jeringa, ella deja de comer sus pancakes, y me alza una ceja.

— ¿Que es eso? — pregunta con curiosidad.

— Mei, anoche consumiste la droga GALES II, es suave no es como la primera, pero aún está en su sistema, y una segunda inhalación te volverás una maldita adicta — frunzo la cejas, no quería sonar molesto, pero recordar lo de anoche, en cierto modo me cabrea y mucho.

— ¿En serio baby? — abre los ojos como platos. — ¡Que mierda! Yo.... — mira hacia abajo, con algo de pena. — Aless te juro que lo siento mucho, yo anoche estaba muy borracha, y...

La Venganza (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora