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Caminaron por horas, con el cuidado de no llamar de más la atención, aunque al hacerlo de esa forma avanzaban muy poco, que el sol estuviera como soberano en el cielo, hacía que todo fuera más obvio, y que para colmo los drones sobrevolaron cada media hora el cielo, tampoco ayudaba.
— Demonios llegaremos nunca si seguimos así.
— No podemos ir más rápido, la idea es que para el sistema seamos solo tres tecnopatas medio perdidos, no un grupo que para colmo tiene humanos en él, Prem.
— Lo sé, Tae, pero esto es tardado, y él sol hace que me dé calor, o sea, mira esto — mostrando bajo su brazo — me está saliendo agua de aquí y no huele bien tampoco.
Jin frunció el ceño y agradeció tener un casco y aire puro en él, es que Boun había hecho un trabajo increíble adaptando los trajes.
— Prem, créeme, nadie quiere saber a qué huele tu cuerpo.
— Ese es el punto, Nam, que antes del sol mi cuerpo no hacía eso, paso ahora y es molesto, la playera se me pega además que acá tampoco va mejor — tocando su entrepierna.
— Prem ya, ¡no hagas eso, por Dios algo de decoro no te sentaría mal! — miró a Jin y sonrió, le gustaba la risa del humano, algo que sin duda picó un poco en el rubio que desde hace un tanto no podía quitarle mucho la vista de encima al peli naranjo.
—Hagan silencio, o no solo los praud los oirán, sino todo Bloend — Jin lo miró medio ofendido, aunque al tener el casco, el rubio ni enterado, mientras que Prem, solo pasó de, él como siempre, haciendo crispar más, a Boun.
— Tampoco te pongas tan paranoico, además aquí no hay nadie más...
— Oye, Shh, escucha — agudizaron el oído, oyendo como pasos pesados aprecian acercarse — esos son soldados, tenemos que ocultarnos.
— Así y ¿dónde, según tú? —El rubio miró a Prem, quien tenía ese puchero tierno en su labio — por si no te has dado cuenta, aquí ya no queda mucho donde esconder ni una... —Pensó — ¿cómo se decía esa cosa?—mirando a Jin.
— Aguja, Prem, se dice ni donde esconder una aguja.
— Eso mismo — sonrió — gracias sonrisas.
— Se callan de una vez — siseó Nam, oyendo cómo a cada segundo el sonido se volvía más fuerte— sera al suelo si no hay donde más.
Suga asintió, seguido de los demás, que también se fueron de pecho al piso, buscando no llamar la atención, aunque no les duró mucho el gusto. Ya que en segundos los drones detectaron su firma de calor, siendo descubiertos y obviamente rodeados.
— ¿No salió tan bien, verdad?
¿Decir que fueron gentiles con ellos? Sería mentir, entre empujones miradas de odio, y palabras que habían creído olvidadas, los llevaron hasta la nave madre, con grilletes en sus muñecas y pies, y con aquel dispositivo que cortaba por completo sus poderes, mientras las supuestas máquinas que estaban con ellos quedaron metidas dentro de unos contenedores especiales.
Al llegar a la nave las cosas no cambiaron muchos, entre gritos y más empujones lo llevaron al salón real, mientras por obviedad los demás los dejaron en un lugar apartado, y protegido, no podían confiarse, el que los coloridos no tuvieran sus códigos causaba desconfianza, ya que fácil podían ser humanos disfrazados, algo que claro a los otros no se les ocurrió ni por broma.
Cuando al fin estuvieron frente al rosado, a los tres les ganaron los nervios, Jimin era imponente, su mirada parecía escudriñar hasta el confín más profundo de tu alma, sumido a esa aura pesada, que solo el líder podía llevar, pasaron saliva y se fueron rodilla al suelo mostrando el debido respeto a su máxima autoridad, esa que se acomodó su largo cabello tras su oreja.
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.My New Home.
Fantasy* * Una flor fue la causante de su curiosidad, esa que lo llevo a proteger aquello que le habían ordenado destruir, la humanidad, podrán ahora aquellos que fueron tocados por el amor del peli rosado, traerlo de regreso, traer al gentil y dulce tecno...