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La sonrisa, ni con la noticia más triste del mundo, se la podían quitar, así como tampoco el dulce sabor que traía en la boca, y menos el recuerdo de lo que había pasado en aquel lugar que desde ahora sería, su santuario, su lugar favorito en la galaxia.
— Y? — miro a Nam y solo sonrió más amplio— paso algo, ¿te recordó?
— No —suspiró dejando a Nam algo en blanco — pero supongo que con un par de veces más lo hará.
— ¿Un par más de qué? — curioso, pero Suga solo palmeó la espalda de su amigo y siguió su camino hasta su celda de descanso, quería cerrar los ojos y recordar lo que fue estar así con su amado rosado, ese que le regaló el coro más hermoso de gemidos cuando le comió hasta el alma — ¿De qué me perdí?
Por su parte, el rosado aún seguía con las mejillas algo rojas y la respiración muy agitada, tenía aún la sensación de la boca del mayor en su parte sensible, haciendo que las mejillas se tiñeran más aún.
Es que si soñarlo era abrumador, vivirlo era algo que superaba todo lo conocido, las sensaciones y emociones, esas que revivió al estar junto a Suga.
— Te ves, feliz.
— Boun! — se sobresaltó al oír la voz del rubio tras su espalda, tan metido en sus pensamientos que ni cuenta se dio cuando este entró — porque lo dices?
— Tu sonrisa te delata— bajo la mirada —Suga no es así? — asintió — del tiempo que lo conozco, siempre hablo de ti, al parecer tú y él fueron algo cercanos cuando viviste con ellos — lo vio morder su labio y asintió— ya veo — camino lento hasta llegar junto a él— como se siente?
— ¿Qué cosa?
— Eso que tú y él, tienen, ¿cómo se siente? — miro al rubio y noto algo diferente, una pizca de tristeza.
— Boun...
— Hace días siento que algo duele, pero no sé bien que, solo molesta y parece hacerse más grande día con día, creí que algo había mal, pero me dijeron que mi cuerpo está en óptimas condiciones, así que no sé, a lo mejor me contagie de algo cuando estuve con los humanos — pestañeo un par de veces — aunque esto solo pasa cuando Prem está cerca y yo...
— Prem?
— Sí, Prem, cuando él está yo, no puedo dejar de verlo y me molesta que siempre esté con los demás mientras yo, al parecer, no existo en su radar... — y fue que el rosado se vio a sí mismo, hace mucho tiempo atrás, cuando Jin lo ayudó con su problema — algo malo me pasó y creo que es eso que llaman...
— Amas a Prem, eso pasa — lo corto haciendo que los azules lo vieran fijo, asintió.
— Creo que sí.
— ¿Se lo has dicho? — negó.
— Su atención y tiempo lo tiene alguien más — podía ver el dolor en los ojos de su amigo, ese mismo sentir que Suga, tenía cuando él parecía olvidar todo de a momentos — para él, yo no soy nada, ni siquiera un conocido, pasa de mí por completo.
— ¿Y qué has hecho para cambiar eso? — dudo — si lo quieres tienes que luchar por su cariño, porque te vea entre el mar de rostros que hay — y el rubio pensó, Suga había arriesgado todo por volver a ver al rosado, luchaba por su atención y que este lo recordara — no puedes esperar que las cosas solo pasen Boun, tú tienes que hacer pasen.
— Hacer que pasen — susurro.
— Así es, si lo quieres contigo y hacer que eso — tocando su pecho — deje de doler, tienes que hacerle saber y más aún, hacerle notar lo que provoca en ti — asintió.
— Lo haré— suspiró — yo lo intentaré, gracias — se sonrieron y Jimin comprendió que su labor de madre era más que solo conquistar, era guiar a sus hijos y amigos.
Por días tanto los humanos como los coloridos, se volvían más cercanos, Prem buscaba hasta la situación más mínima para estar cerca de Jin y esté, ajeno a los sentimientos del menor, solo reía con cada ocurrencia, dejando a Boun sin posibilidad de tan siquiera mencionarle algo.
Por su parte, los humanos en la guardia estaban cada vez más asustados, desde que los demás habían salido ni habían dado señas de vida, cosa que tenía a Hobi y Moon, al límite, oían pasar los robots y los drones, incluso había visto a más de un soldado rondar la superficie de la nueva guarida, era cosa de tiempo que dieran con ellos, y sin Suga o Nam, las posibilidades de ganar eran bastante nulas.
— ¿Y si murieron? — Hobi miró a la chica.
— Tenemos que idear la forma de mantener a todos a salvo, recabar más profundo, si es necesario...
— Hobi si seguimos más abajo el calor, nos matará, estamos, nos guste o no, atrapados aquí.
Tenían que volver, los demás tenían que volver o al menos los coloridos, pero alguien tenía que ir por ellos.
— Recemos que aparezcan antes de Bloend, o antes que la comida y agua se acaben — Moon asintió y se apegó a su amigo, en un abrazo que los dos necesitaban.
Miraba por el gran ventanal, perdido en su mente, buscando bajo las voces sus recuerdos, esos que ahora se habían hecho más accesibles, sin duda, hablar con Jin y Suga, le ayudaba bastante.
— Hobi — susurro, sonriendo miro el reflejo junto al suyo y sus facciones cambiaron — Flx.
— ¿Hasta cuándo seguiremos esperando, madre? — noto a los otros tres que estaban con el rubio y afilo la mirada — desde que esos humanos aparecieron, las máquinas parecen haberse detenido —giró lento y enfrentó la mirada del soldado.
— Estoy pensando hacer unos cambios...
— ¿Cambios?
— Sí, quiero que los humanos tengan un espacio donde poder vivir — los ojos del rubio se abrieron a tope en molestia — han mostrado que pueden coexistir con nosotros, por lo tanto, yo...
— ¡Esto debe ser una broma! — dijo en burla — ellos son una plaga, que debe ser exterminada, creí que tenerlos aquí lo haría abrir los ojos, pero veo que me equivoque, todos nos equivocamos.
— No hay error, no espero que entiendas, porque es obvio, no lo haces, pero te guste o no, es lo que he decidido.
— Que usted lo decida no significa que tenga que seguirlo — Jimin frunció el ceño y empuñó sus manos, odiaba usar su poder de madre, pero si el rubio intentaba algo, lo destruirá — jamás debimos darte el liderazgo...
— Flx, te lo advierto...
— Esa benevolencia y piedad es lo que te hace débil, Jmn 01, otro ya me habría aniquilado antes de siquiera decir algo, pero tú — dando un paso — tú no puedes matar nada, porque eres piadoso — otro paso.
— ¡No lo volveré a repetir! — de su cinto el rubio sacó su arma, pero al rosado le basto solo mover un dedo para cortar sus intenciones — soy diferente, lo sé, pero quiero lo mismo que todos los demás, también quiero un lugar al que llamar hogar, pero no lo haré si para eso, tengo que acabar con toda una civilización.
Sentía el cuerpo entumecido, le gustará o no, Jimin tenía el poder de los ancestros, ese que controlaba a todos.
Los demás soldados, solo miraban, sabían que si daban un paso, Jimin iría por ellos.
— ¿Me hago entender, Félix? — apretó sus puños y asintió con dolor, haciendo al rosado soltarlo — bien, ahora fuera de aquí, y espero me des la oportunidad de probarte que esto puede funcionar.
Mojó sus labios y, sin decir más, mostró respeto y salió seguido por los demás, dejándolo con ese sentir en su pecho.
— Flx?
— Prepara las tropas — sin mirar a su compañero — este circo se acaba, hoy.
— Sí.
No tenía por qué compartir, algo que habían tomado a fuerza y si para lograrlo tenía que matar a Jimin, lo haría sin dudar, él sería quien les diera a sus hermanos el tan anhelado Hogar, por el que tanto han esperado.
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.My New Home.
Fantasi* * Una flor fue la causante de su curiosidad, esa que lo llevo a proteger aquello que le habían ordenado destruir, la humanidad, podrán ahora aquellos que fueron tocados por el amor del peli rosado, traerlo de regreso, traer al gentil y dulce tecno...