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Lo veía trabajar y ser así, dulce con todos, teniendo siempre esa linda sonrisa en sus labios, esos que él moría por probar, saber si eran tan suaves y dulces como se veían.

Suspiro y camino lento hasta llegar a su lado, justo cuando aquel pequeño se iba dejándolo al fin solo.

— ¿Muy ocupado? — giro rápido y sonrió.

— Me asustaste, Kook — arrugó un poco su entrecejo en una sonrisa tierna, bien sabía Jungkook que al rosado le gustaba cuando él actuaba así — no mucho, las cosas de los niños siempre son sencillas.

— Sencillas o no, igual debes tener cuidado, aún estás recuperándote, recuerdo que cuando Boun llegó, le tomó bastante estar completamente bien — tomado las cosas que el rosado cargaba en sus manos, rozándolas un poco— dame eso.

— Gracias.

No había momento en que no tratara de estar así, aunque fuera solo un segundo a solas con quien se metía más y más profundo en su corazón.

— Jungkook, Nam necesita que le ayudes en la puerta, oeste — y es que solo eso lograba estar con él, segundos, siempre alguien lo necesitaba cuando estaba con Jimin, siendo casi siempre Suga y Nam los encargados de mantenerlo lejos del rosado.

— Ya voy — y claro, siendo él, no escondía su rabia cuando eso pasaba, resoplando y mostrando esa mueca obvia de molestia — nos vemos Jimin.

— Claro, Kook — y si bien los demás creían que Jimin ni enterado estaba de lo que pasaba con el peli negro, la verdad era muy distinta, claro que entendía la cercanía, y esos gestos coquetos, pero él no lo veía de aquella forma, había cariño, pero amor como tal, no.

Eso solo era para Yoongi.

Y a su modo, él trataba de hacerle ver a Jungkook que él solo podía darle una linda amistad, aunque para Jungkook esas señales eran invisibles.

— Tenemos barricadas y trampas en estas zonas.

— ¿Crees que sirvan?

— No lo sé, Kio, pero al menos es algo.

— Por ahora es lo único que podemos hacer, Jimin y Boun trabajan duro creando armas, pero los agota bastante.

— Tae y Prem, también se agotan bastante últimamente, es como si algo les faltara.

— Tal vez esa conexión, con su esencia, bien dijeron ellos que cortaron lazos o algo así — dijo Jin.

— Sí, puede ser una opción.

— Bien, por ahora el plan es hacer tiempo, tener alarmas y trampas que nos alerten de Félix y los soldados.

— Si ponemos a Kook en la puerta de seguro y se va sin pelear.

— Y si mejor te pongo una patada en el culo, Hobi, ¿qué dices? — odiaba cuando alguien sacaba a colación el interés del nuevo líder por su persona — he? Ven acá y con gusto te la daré, a ver si así te callas un rato...

Y si bien Kook por momentos daba miedo, la verdad nadie podía negarse a la risa cuando las burlas comenzaban.

Algo que lo tenía ya bastante cabreado.

Por su parte, Félix había logrado completar la primera parte de la repoblación, los edificios se erguían imponentes junto a la nave, formando, al fin, la capital Bloend, el inicio de su nuevo mundo.

Su nuevo hogar.

— Madre — mostrando respeto — creo que los encontramos — sonrió.

— Muéstrame.

.My New Home.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora