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Salto a sus brazos sin poder ni querer evitarlo, después de meses al fin era dueño absoluto de su mente, esa donde Yoongi era absoluto señor y dueño, así como de su corazón, se colgó de su cuello, y sin esperar siquiera un indicio busco los finos labios del mayor, que feliz recibió todo lo que su rosado quisiera darle, en aquel momento.

—Te amo — soltó de golpe, sacando la linda sonrisa de gomita del mayor.

— También te amo mi hermoso — con cariño pasó su mano por el pelo para terminar en su rosada mejilla, esa que beso.

— Perdón por interrumpir, pero tenemos que salir de aquí ahora, o el novio de Jungkook...

— ¡Oye!

—... Nos hará pedacitos a todos.

— ¿Cómo que el novio de Jungkook, que fue lo que pasó?

— Nada, Suga, no paso nada, Tae, solo quiere molestar a alguien y el elegido soy yo — pasando junto a ellos, con las mejillas algo rojas y la molestia más que evidente.

— ¿Qué pasó Prem? — el naranjo miró al rosado y amplió la sonrisa.

— Félix le dio un besito a Kook, antes de mandarlo directo a la salida — pícaro, mirando de forma chispeante a quien limpiaba su boca con el dorso de su mano, al recordar el suave tacto del rubio.

—¡Maldición! — se quejó Kook, se sentía molesto y avergonzado, él quería que su primer beso fuera con el rosado, pero no, la vida le había dado ese privilegio al ex soldado.

— De verdad!? — tanto Prem como Tae asintieron, ganándose una mirada de Jungkook

— ¿Qué? — se quejaron los dos coloridos, esos que no podían parar la risilla.

— Entonces, ¿ahora qué, señores? — Todos voltearon a ver a Jin quien, a diferencia del resto, no se veía tan feliz, no porque la situación no fuera alegre, más bien porque ahora tenían que intentar salir de la nave madre, sin que Félix los encontrara.

— Ahora debemos ir al invernadero.

— ¿Al invernadero? — asintió.

— Con todo respeto Jimin, pero la idea es salir — hablo el mayor con un tono algo burlesco, para Jin ese lugar no era más que un parque oculto de los ojos del resto — ahí lo único que lograremos es hacerle más fácil el trabajo al novio de Kook.

— ¡Que no es mi novio carajo! — se quejó, haciendo sonreír a todos.

— Dime eso cuando tus mejillas dejen de estar rojas— Kook le levantó el dedo de en medio, a Tae.

— Aunque no lo creas, el invernadero es el lugar más seguro en este momento, ya que aún conserva los túneles que los robots usaban para traer las plantas y brotes, recuerdas — miró al rosado e hizo memoria.

— Nosotros cerramos esos túneles, si mal no recuerdo.

— Sí, pero yo los abrí.

— ¿Y eso?

— Tenía la esperanza de que ustedes volvieran a ese lugar, por eso los abrí — mirando a Yoongi— a pesar de todo, quería que estuvieran bien.

— ¿Entonces?

— Entonces Nam, nos vamos al invernadero para salir de aquí rumbo a la nueva guarida, tenemos que advertirle a Hobi y a Moon.

— Ellos...

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