.1.

40 11 0
                                    

*

*

¿Qué es el amor?

¿Cómo podemos definir aquel sentimiento?

Cuando abrió los ojos, y sintió el dolor en su cabeza y cuerpo, supo que nada sería igual, su mente le trajo aquellos últimos recuerdos, donde su rosado era llevado herido, por Bloend, la triste de mirada de Tae y Prem, la triste mirada de quien fue su vida.

— Bienvenido al mundo de los vivos, Suga — escuchó a su lado, siendo Jin quien con su semblante neutro trataba de ser gracioso — ¿Algo duele?

— Solo la cabeza — cerrando los ojos para adaptarse a la potente luz de su habitación, esa que olía a Jimin — cuanto a...

— Una semana, más o menos, sabes que no llevamos mucho la cuenta, pero serán seis o siete días.

— ¿Tanto?

— Te aturdieron con algo de rencor, Suga agradece que despertaste— risueño.

— Han sabido algo de... — negó.

—No hay movimiento, ni bueno ni malo, todo se detuvo en Bloend, los buscadores, los destructores, los robots y drones, todo, sea lo que esté pasando dentro de la nave, detuvo todo fuera de ella.

— Entiendo — lo extrañaba, había soñado con el rosado, durante tu inconsciencia, que por un momento creyó era su realidad — los demás?

— Nam, se ha hecho cargo de todo mientras tú dormías, y admito que no lo hace mal —suspiró— la gente, esta tranquila, aunque los niños y algunos de nosotros, sentimos la falta de esos coloridos.

Calera referencia a Jungkook y Nam.

— Bien — dijo con algo de molestia tratando de ponerse de pie.

— Con cuidado, tu cuerpo se sentirá entumecido por unas horas, así que no te fuerces, la idea es que sirvas de algo y no caigas otra vez al suelo, más aturdido que antes.

— Ja, ja, ja — sarcástico.

— También te quiero, Suga.

Cuando la gente lo vio caminar con las muletas, los rostros de alegría no se hicieron esperar, así como los saludos y algunos abrazos, todos felices al ver a quien arriesgó todo por salvarlos, incluso a su amor.

—¡Hasta que despertó el príncipe! — dijo Moon — ¿Tan cómodo estabas que no querías despertar!?

— Ya, déjalo, Moon, estaba tomando unas vacaciones.

— ¿También desayunaste payaso, Kio?

— Déjalo, Suga, está triste porque no lo quieren.

— ¡Cállate, Hobi! — la risa fue general, todos olvidando por un momento la vida que llevaban.

— Volviste, Min.

— Gracias Nam, Jin me puso en contexto de todo...

— Pierde cuidado, era lo mínimo que podía hacer, después de lo que... —Pasó saliva — lo que Jimin hizo por mi gente y por mí— y ahí estaba, esa piedra en su pecho, el recuerdo del rosado — hemos tratado de...

— Lo sé, Jin me dijo que no hay señal de nada.

— Es como si estuvieran en pausa, los robots, todo se detuvo, podemos bailar a su alrededor, y ellos simplemente no se mueven.

— Lo mejor es mantener la guardia arriba, no confiarse, no sabemos lo que pueda pasar, lo que Madre esté tramando.

— Claro que sí.

.My New Home.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora