*
No había un final.
Por más soldados y robots que destruyeran, la batalla parecía no tener fin. Los tecnopatas de Bloend reparaban casi al momento las máquinas que los humanos destruían, no así los coloridos que tenían que defender, dejando poco espacio de tiempo a reparar, en especial Jimin, que fue directo a Félix.
Los escudos resistían, las armas cumplían su función, pero el aguante humano estaba decayendo, ya eran horas las que tenían en aquella guerra, sin descanso.
— ¡Ah!
— Kio! — Moon corrió hasta llegar junto a su amigo, y vio la mano temblorosa, el cansancio haciendo acto de presencia.
— Tranquila, solo es agotamiento — trató de calmarla, pero notó que la chica estaba igual que él, cansada, y asustada—. Moon...
— Esto, no tienen fin, Kio, si seguimos así... —Resguardados tras un escombro.
— Oye, confía, no dejes que tu mente te domine, es más fuerte que el miedo que el cansancio incluso, podemos hacerlo hermosa — le acarició con cariño la mejilla, dándole así el ánimo de seguir.
— Kio...
— ¡Todo bien!? — gritó Jin al ver a los dos, escondidos.
— ¡Tranquilo, Jin — mirando a su amigo — todo está muy bien! — levantó el pulgar y siguió su propia lucha, dejando a sus dos amigos ahí mirarse con ternura.
Por su parte, Yoongi y Nam, estaban a la cabeza, cada uno de sus disparos siendo certeros, aunque, al igual que el resto, veían que su esfuerzo parecía no tener fin. Los soldados no mermaban y las máquinas volvían a su función. Félix había venido a acabar con ellos, a como diera lugar.
— Min, ¡no podemos seguir así! — Y claro que Yoongi lo sabía, pero al igual que el resto, tenía que mostrar al menos un poco más de fuerza porque si él decaía, el resto se vendría abajo.
— ¿Qué sugieres Nam!? — el moreno llegó a su lado como pudo, y buscó resguardo.
— ¡Hay que acabar con esto, o moriremos todos! — cubriéndose de la expolición — todos están cansados, y ellos ... — referencia a Tae y los demás — no podrán mucho más...
— ¡Lo sé — disparó dándole a un robot —, pero qué podemos hacer, ese maldito trajo todo lo que tenía, y nosotros no somos tantos para un ataque!
Dolía aceptar que, a pesar de todo, no eran rival para Félix, que, aun con Jimin y los demás, el maldito que les estaba, literalmente, pateando el culo, sin esfuerzo alguno.
— Pues algo se nos... — disparando — nos tiene que ocurrir, porque de seguir así — y Yoongi no tuvo que oír el resto para saber a qué se refería Nam.
Buscó a su rosado encontrándole, junto a Félix, que solo sonreía divertido al ver el esfuerzo que hacían ellos para llevarles el ritmo.
—¿No crees que ya es suficiente, Jimin? — dijo mirándolo al rizado que apretaba fuerte sus látigos —. Tus humanos ya no pueden seguir y ustedes, están al límite, ¿cuánto crees que resistan así?
De reojo miró al resto, notando lo que el rubio decía. El rostro de todos era de agotamiento total, mientras los hijos de Bloend, parecían como si nada.
— ¡Detén esto entonces!
— No es tan sencillo, ellos deben desaparecer para que nosotros podamos surgir...
— No es así, nadie tiene por qué morir, podemos vivir juntos, ayudarnos mutuamente y volver este planeta, un paraíso.
El rubio los miro, desde que conocía al rosado que este pregonaba esas palabras, una vida en conjunto, los humanos y ellos siendo una sociedad, en su mente eso sonaba a locura, pero tenía que admitir que ver la determinación en los ojos de su ex hijo, le daba cierta curiosidad.
— Eso no...
— ¡Si es, si solo te dieras la oportunidad de escuchar a tu corazón, te darías cuenta de que sí es posible!
— ¿Mi-mi corazón? — Fue un segundo, un lapsus en donde las máquinas se detuvieron y los soldados mostraron duda, la mente de madre había tenido un corto.
— ¡Sí, sé bien que hay un humano que llama tu atención — y los ojos de Félix fueron directo a Kook, que al igual que todos resiste como podía la batalla, las mejillas tomaron ese tono carmín sutil para el resto, pero claro para Jimin — podemos vivir junto a ellos, formar una vida, crear un mundo hermoso si solo dejaras de lado el orgullo Bloend y oyeras tu propio sentir, lo que tu corazón en verdad quiere!
Pasó como una película por su mente, se vio a sí mismo junto Jungkook, sonriendo pegado a su gran cuerpo, sintiendo ese aroma y calor tan propio del menor, seguido de ese beso que hizo a corazón bombear con fuerza.
— ¿Qué pasa?
— ¿Por qué nos detenemos?
— ¡Madre!
Yoongi detuvo los disparos, cosa que los demás también imitaron, si Jimin estaba logrando entrar en la mente del rubio lo mejor era actuar conforme a la situación.
— Jungkook y yo...
— No tenemos que ser los villanos de esta historia, nuestra gente no tiene por qué seguir en esta lucha interminable, ya es tiempo de ser felices, este puede ser nuestro hogar, si solo abres tu mente y dejar de odiar algo que no tienes por qué.
Y si bien Jungkook no sabía el contexto de la charla de esos dos, el solo sentir la potente mirada del rubio sobre su persona, lo cohibió un poco, pero no apartó sus ojos de él, los negros viendo los azules.
—Cómo me gustaría poder creer que eso es posible — susurró, bajando lento la mirada —, pero...
Cuando las máquinas nuevamente comenzaron a moverse y los soldados a disparar, Jimin comprendió que el deseo de Félix era débil contra el de los antiguos.
— ¡Jimin! — Se movió en el segundo preciso, de no hacerlo el rayo del rubio había atravesado su cuerpo, gesto que casi le saca el corazón a Suga.
— Ve con el Min! — Nam tomó el lugar de Min, y este a paso rápido busco llegar junto a su rosado, no lo volvería a perder, ni así muriera, volvería a perder su otra mitad.
— Félix...
— Tú, mejor que nadie sabe cómo es estar en esta posición, ellos, son...
— ¡Son recuerdos, son malas decisiones que no han hecho más que arruinar nuestro futuro! — mirándolo serio — fue por ellos que el planeta Bloend original colapsó, molestaron a quien no debían y ellos, tomaron nuestro mundo, dejándonos en el olvido, bajando por un lugar y ahora nosotros estamos haciendo lo mismo, solo que los terrícolas no pueden solo huir.
Se movió ágil y llegó junto al rubio, dándole un golpe en la mejilla, buscando despertar al verdadero Félix, no al soldado de élite ni a la madre, sino al ser que quería lo mismo que él.
Un hogar para su gente.
Le dio tantos como la defensiva del rubio le permitió, para cuando Yoongi llegó, Félix estaba en el suelo, con el rosado junto a él.
— ¡Tae!
— ¡Tranquilo, Prem!
— ¡Vista al frente, los dos! — les gritó Boun al ver al robot llegar junto a ellos, ya que Prem había ido a ayudar al azulado.
— ¿Me dejarás mostrarte como puede ser un mundo en paz y armonía? — apuntando al rubio con su látigo, Suga disparaba a los soldados que obvio iban en ayuda de su líder — no tienes por qué morir Félix, nadie más tiene que morir o cambiar mover sus recuerdos, si tú quieres esto — mirando el desastre — termina ahora.
El rubio miró a su alrededor.
— Tú puedes ser quien del final a tantos eones de lucha y soledad...
Bajo la mirada, pensando, dándole vueltas al futuro que Jimin planteaba, para cuando levanto la mirada la decisión ya estaba clara en su mente.
Busco a Jungkook que solo mordió su labio al sentirse observado, pero la sostuvo.
— ¿Qué dices Félix?
*
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.My New Home.
Fantasi* * Una flor fue la causante de su curiosidad, esa que lo llevo a proteger aquello que le habían ordenado destruir, la humanidad, podrán ahora aquellos que fueron tocados por el amor del peli rosado, traerlo de regreso, traer al gentil y dulce tecno...