Uno De Tres

9. Si hubieramos...

Winston Hill

Es la primera noche desde hace algún tiempo, que duermo bien, que por un momento regresa a la normalidad. Mi sueño dejó de ser pesado y se volvió tan liviano como una pluma, suave y cómodo porque de nuevo me encuentro con la piel que se convirtió en mi hogar. Deseaba permanecer así para siempre, pero se me fue arrebatado por un vacío a mi lado, mis manos buscaron su cuerpo entre las sábanas, pero no lo hallaron… Se había ido de nuevo. Me levanté con el corazón triste y los ojos llenos de lágrimas, porque se volvió como una niña que se despierta a mitad de la noche con pesadillas que la atormentan. Una noche fría que buscaba quitar la calidez de nuestra paz y amor, más oscura que de costumbre tratando de sembrar miedo en nuestros sueños, con un silencio perturbador, amenazando con que algo malo pasaría.

Abrí con cautela la puerta de la habitación donde sé que esta, y ahí se encontraba ella, sentada sobre la pequeña cama con sabanas de autos de carreras entre recuerdos, con la mirada perdida en la nada. Una habitación que perteneció a un niño inocente, un pequeño fruto de nuestro amor y una nueva versión de nuestras personas, que habíamos planeado con mucha ilusión. Un espacio que en su momento era fuente de risas y juegos, de cuentos de fantasías por las noches y de pistas de carreras colocadas estratégicamente en todo el lugar, cada detalle permanecía intacto, como si de esa forma mantuviéramos a nuestro hijo entre nosotros, cuando en realidad no aceptamos su perdida. Entiendo porque cada vez que ella se siente mal viene aquí, y es que de algún modo es una forma de volver a los momentos felices de nuestras vidas, pero con un precio, que es el golpe de realidad al darse cuenta de que solo son recuerdos y que no hay forma de regresar a ellos. Me quede paralizado en medio de la habitación, permitiendo que mi mente y mi corazón sintieran lo que por meses he ignorado… un dolor y sentimiento de culpa que no he sido capaz de soltar. Me senté a su lado sin esperar su aceptación, sin embargo, ella no dijo nada, solo se limitó a abrirme espacio. Estaré aquí las veces que sean necesarias, aun cuando el silencio sea lo único tolerable entre nosotros.

—Sigo escuchando su voz —, susurró al mismo tiempo que lágrimas corrían por sus mejillas— me pide auxilio como en ese horrible día.

Quise decir algo y también abrazarla, pero es la primera vez en mucho tiempo que se expresa, y no quiero arruinarlo, así que solo estuve allí.

—Quiero dejar de odiarte —, confesó— pero mi mente no puede dejar de relacionar tal dolor con tu culpa.

—Yo tampoco puedo dejar de sentirme culpable, pero también te necesito.

Ella se levantó de golpe y comenzó a caminar de un lado a otro con las manos en la cintura, como siempre lo hace cuando intenta contenerse.

—Lucy, tenemos que hablar sobre lo que paso ese día, han pasado meses y los dos lo necesitamos.

—¡A las 3:00 de la mañana!, ¿Winston, quieres hablar de eso ahora, cuando debimos hacerlo hace meses? De haber hablado antes, nada de esto hubiera pasado.

—Si no lo necesitarás, estarías durmiendo en paz —. El enojo fue evidente en mi voz por su falta de cooperación.

—¡Estuviera durmiendo en paz, si mi hijo estuviera aquí! ¡Solo tenías que prestarle atención a todas las veces que te dije, que nos estaban siguiendo!.

Yo permanecí en la cama de mi pequeño jugueteando con un McQueen de peluche, mientras ella usa un dedo para acusarme y gritar todo lo que se ha guardado durante meses, y la verdad es que no me importa, porque prefiero esto antes que su indiferencia. Si es la única manera de saber qué fue lo que paso ese día, la aceptare, si esta es la única manera de saber que siente ella, aquí me quedare. Familiares y amigos fueron testigos de nuestro amor y felicidad, que nunca hubo uno más sincero ante sus ojos. Todo era perfecto hasta que dejé que mi trabajo tomará el lugar de mi vida personal, cuando prioricé acabar con la delincuencia sin cuidado de quien podía ganarme como enemigo, actuando desde mi orgullo, sin darme cuenta de que mi familia podría ser afectada. Quería ser el héroe de todos, pero olvide ser el de mi familia.