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𓂃 ࣪˖ ִֶָ 𓈈 ⌗ 𝐒𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐇𝐀 𝐒𝐓𝐎𝐍𝐄𝐒 ❀
Mientras lloro de manera desconsolada después de recibir la que probablemente sea la peor noticia de mi vida entera, una persona se sienta a mi lado. Algo avergonzada me seco las lagrimas y miro hacía mi izquierda, era nada más y nada menos que Sarah.
La rubia me regala una sonrisa compresiva, es increíble la paz que me transmite. Apoyo mi cabeza en su hombro, y miro hacía un punto fijo perdiendo mi mirada.
—¿Que pasó? —suelta la Cameron, cómo lo explico sin convertirme en una catarata...
—Hoy, hoy fuí a casa —comienzo y ya puedo notar su enojo florecer, ella fue la misma que me dijo que tenía la entrada prohibida ahí.
—¿Por qué, Sam?, ¿Por qué te haces eso? —me pregunta cosas las cuáles no me hacen ningún tipo de sentido, ella sabe que a mi siempre me gusto llegar al fondo de las cosas, y esto no es un simple capricho, se trata de mi familia.
—Necesitaba saber dónde estaban mamá y Ben... pero igual no estoy llorando por mi padre —aclaro. Ella me mira extrañada, ¿si no lloro por papá por quién voy a llorar?, estoy segura que eso es lo que ella se pregunta.
—¿Dónde están?, ¿En las Bahamas? —asiento en la segunda pregunta —Yo sabía.
—James me dijo que se habían ido porque no querían vernos ni a él ni a mi, pero me huele a mentira, ¿qué opinas vos? —cómo siempre, necesito la opinión de Sarah.
—Es mentira, ya te dije, tu papá quiere tener el cien por ciento del poder sobre vos, no se porque, pero algo de vos quiere —suelta Sarah.
A mi padre nunca le parecí interesante, ¿justo ahora se viene a hacer el interesado?
—Bueno, después llamé a Ben —continuó contando, estoy intentando atrasar todo para no tener que llegar a la parte en la cuál James deja internada a mi madre.
—¿Te respondió? —indaga la rubia, asiento a modo de respuesta —¿Que te dijo?
—Me dijo que están en las Bahamas, y que mi mamá —llegó el momento, me cuesta decir esto en voz alta.
Me enteré hace aproximadamente diez minutos, todavía no lo he procesado, no puedo esperar que me salga decirlo cómo si nada.
—¿Tu mamá? —suelta Sarah, estoy segura que no se espera lo que le voy a decir.
Los labios me tiemblan y los ojos se me cristalizan, ¿cuando será el día que deje de ser tan insoportablemente sensible?
