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𓂃 ࣪˖ ִֶָ 𓈈 ⌗ 𝐒𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐇𝐀 𝐒𝐓𝐎𝐍𝐄𝐒 ❀
¡Es el día de mi examen!, hurra. Sinceramente me importa poco pasar o no esta materia, prefiero darla libre. Mi mente no da más, tengo demasiados dilemas como para preocuparme por el colegio. Entre mis padres y Pope, me están haciendo la vida realmente imposible, mis únicos escapes son Sarah y por alguna razón JJ.
—Suerte.
La Twinkie comienza a andar, llevándose a Maybank y a John B con ella.
Miro a mi alrededor, yo antes solía encajar en este lugar perfectamente, estaba cortada por la misma tijera que ellos, pero ahora todo es sumamente diferente, no tengo nada que ver con ellos. Ninguno viene de una familia disfuncional, y se puede notar a kilómetros. Aún así los extraño, un poco. A pesar de todo, fueron mis amigos toda la vida.
Entro a la kook academy, saludo a un par de personas y me dirijo a el salón de exámenes, donde me encuentro con mi queridísimo profesor de matemática, y a mis compañeros los cuáles están igual de perdidos que yo.
—Stones, tomé asiento, saqué un lápiz y una goma —me pide el profesor, no quiero responder a ese apellido.
Mis compañeros me miran, siguen cada uno de mis movimientos, cómo si estuviera en exposición. Cumplo con las órdenes del Sr. Fisher y espero a que me haga entrega de la hoja con los ejercicios de matemática. Por lo que tengo entendido, necesitas hasta un 5 para pasar, espero seriamente llegar.
—No hace falta aclarar que el que haga trampa será reprobado, ¿no? —suelta el profesor mientras apoya los exámenes boca abajo en nuestros bancos, nadie le está prestando verdadera atención. Y es entendible, deben estar borrachos o drogados, una de dos.
Una vez da la orden de que podemos empezar, volteó la hoja del examen y comienzo a analizar las propuestas. Recuerdo alguna de ellas, Pope debe de habérmelas explicado al menos 30 veces, para que llegado el momento, me sean útil.
Hago lo que puedo cómo puedo, contando con los dedos, la técnica de los palitos, e incluso usando la calculadora por debajo del banco.
Fui de las primeras en entregar, cosa que me aterra, siempre que entrego un examen siento que me faltaron miles de cosas por hacer, o que había una pagina la cual no vi.
—Stones —me llama el profesor, se le ocurrió que era buena idea decir las notas en voz alta, y por que no, empezar conmigo —7,5 —suelta tras un silencio eterno. Abro mis ojos con sorpresa, al igual que el.
Eso es más de lo que esperaba, y no puedo creerlo. Me sorprende como mi mente pudo concentrarse teniendo en cuenta todo lo que está pasando por ella. Me levantó de mi banco y agarro la hoja de papel, para luego abandonar el salón con una sonrisa la cual no lucía hace semanas.
Dando pequeños saltos de felicidad, me acerco a la Twinkie, la cuál estaba estacionada en la puerta del lugar.
—Adivinen quien se sacó un 7,5 —suelto para luego señalarme con ambas manos —¡Yo! —extiendo la duración de la letra "o".
