Twister ©

Capítulo 46

Antes de entrar a la sala en la que estaba Rose, su madre se detuvo frente a mí y me miró a los ojos.

-Ella está mal, ten cuidado con lo que le digas -me advirtió.

-Lo sé -asentí enseguida.

-Debes decirle algo que le dé ánimos de vivir, hay solo una cosa que ella quiere escuchar Justin -fruncí las cejas al escucharla.

-No estoy entendiendo.

-Ella quiere escuchar que ustedes volverán a estar juntos y de no ser así... -suspiró y su voz se quebró-, volverá a intentar suicidarse.

-Pero yo... -busqué las palabras adecuadas, pero no existían-. Liliana -la llamé por su nombre, poniéndome firme-, yo ya hice mi vida, tengo una pareja ahora y si estoy aquí es porque le tengo cariño a Rose, pero no para volver a estar juntos.

-¿Cómo puedes decir eso cuando mi hija acaba de salvarse de la muerte a la que tu la empujaste? Ella intentó suicidarse por ti -me habló con los dientes apretados y me entregó un papel arrugado-. Lee eso, es lo que encontramos en su habitación antes de verla tirada en el baño. -se alejó.

"Mamá, papá; perdón por hacer esto, pero les juro que no aguanto más. Mi vida tenía sentido cuando estaba con él, queríamos terminar nuestras carreras universitarias juntos, queríamos casarnos y tener hijos, tener una familia, teníamos planes de viajar, de vivir nuestra vida unidos, pero todo se derrumbó y ya no le veo un futuro a mi vida, lo he intentado pero no puedo. Jamás habrá nadie como Justin en mi vida, lo necesito y no puedo tenerlo, por eso no quiero vivir. Los amo, díganle a él que lo amo"

Mis manos temblaban cuando acabé de leer y mi cuerpo se sentía fuera de sí, no sabía que hacer exactamente en esos momentos, solo pude respirar profundo un par de minutos y guardar el papel en mi bolsillo aún con la mente en blanco.

Entré a la habitación, la observé en la camilla, tenía ambas muñecas con gruesos vendajes y su mirada llegó a mí enseguida, sus ojos se cristalizaron y la culpa llegó de golpe, pensé en sus palabras en esa hoja, vi su mirada y sus lágrimas cayendo lentamente por sus mejillas. Yo era el culpable de eso. Es extraño, es extraño asumir que mi gran culpa y error era no amarla realmente a ella, era haberme enamorado de otra persona.

-¿Por qué estas aquí? -rompió el silencio.

-Tus padres me llamaron y vine enseguida -me acerqué poco a poco.

-¿Por qué? Ya no soy tu novia.

-Pero me importas Rose.

-Si te importara tanto no tendría que haber llegado hasta aquí para que te preocuparas por mí -habló entre lágrimas y yo solo respiré profundo sin saber que responder.

-¿Por qué lo hiciste?

-Por ti -ni siquiera titubeó.

-¿Por qué?, si tu eres una mujer fuerte, nunca me necesitaste en tu vida más que a ti misma.

-Ahora sí.

-Pero las cosas no se pueden solucionar así, debes pensar en tus padres, tus amigos, la gente que te quiere, no puedes hacerles daño de esa manera -intenté hacerla reflexionar.

-Tú me hiciste daño de peor manera Justin, no tienes derecho a decirme todo esto, verte con otra persona ya me estaba matando por dentro -sollozó-. ¿De qué otra manera se pueden solucionar las cosas? -me mantuve en silencio, sin mirarla a los ojos-. No Hay otra manera Justin y si no lo conseguí ahora lo seguiré intentando.

-¿A qué te refieres? -la miré enseguida y ella me miró en silencio-. No puedes volver a intentar hacer esto.

-Si puedo, si no te tengo conmigo no quiero vivir -habló con seguridad-. Nadie puede obligarme a querer vivir, yo no quiero.