Twister ©

Epílogo

Me senté en la cama y miré la foto de la pared, sentí un vacío en el pecho y sonreí con tristeza. Suspiré, miré a mi alrededor y escuché las voces que provenían desde la sala. Caminé lentamente y vi a Kevin junto a Sam sirviendo vasos de bebida.

-¿Todo bien? -me miró mi hermano y asentí-. Está casi lista la carne.

-¿Y Justin? -pregunté.

-En el patio con Luke -respondió Sam.

Caminé hacia el patio, los vi a ambos jugar con un arco improvisado y pateando la pelota una y otra vez, sonreí y ellos me vieron. El pequeño Luke corrió a mis brazos y besé su mejilla tomándolo en mis brazos.

-Papi no sabe jugar -me dijo abrazándome.

-¿Por qué no sabe? -pregunté mirándolo con ternura.

-Porque me deja ganar -rió y Justin se acercó a nosotros con la respiración agitada, besó mi frente y luego la de Luke.

-No te dejo ganar hijo, eres muy bueno en esto -rió.

Dejé a mi hijo en el suelo y él corrió a jugar adentro con su tío Kevin. Justin me miró a los ojos y me abrazó, acariciando mi espalda mientras me presionaba contra su cuerpo.

-Sé por qué estas así -susurró cerca de mi oído-. No eres la única que recuerda que mañana serán tres meses.

-¿Debo superarlo verdad? -pregunté y él negó con la cabeza.

-Era tu mejor amigo, lo será siempre, no debes superarlo ni olvidarlo, solo aprender a vivir sin lamentar todo.

-Tienes razón -intenté sonreír-. Te amo, ¿lo sabes verdad? -él sonrió.

-Lo sé cariño -besó mi frente-. Debes estar tranquila, recuerda todo lo último que pasamos con él.

*3 años atrás*

-¿Justin, cariño, puedes venir a ayudarme? -grité desde la habitación.

-Mi vida, te tengo una sorpresa, dame un minuto.

-¿Una sorpresa? -me puse de pié, miré la cuna, estaba durmiendo. Caminé hacia la sala principal-. ¿Dónde estás?

-Cierra los ojos -pidió en un grito más y lo hice.

-Listo.

Escuché pasos, no era solo Justin, supuse que estaba Kevin ahí, aunque no pude adivinar que sorpresa me tendrían ambos. Alguien aclaró su garganta y abrí los ojos sin aguantar más. Mi estómago se apretó, mi corazón dio un brinco y en un impulso abracé a quien tenía frente a mí, Luke sonrió y me abrazó también. Sentí las lágrimas caer por mis mejillas y vi a Justin sonriendo mientras nos observaba.

-Te odio -le dije a Luke y él rió.

-Sé que no -se alejó para mirarme.

-¿Por qué tanto tiempo Luke? Dos años. ¿En serio?

-Necesitaba tiempo, ni siquiera estaba seguro de volver ahora, pero Justin insistió, llevaba meses diciéndome que viniera a visitarte -sonrió-. Pero ya estoy aquí y este idiota me convenció de quedarme.

-¿Hablas en serio? -sequé mis lágrimas y miré a Justin, él sonrió.

-Deja de llorar Twis, te odiaré si sigues llorando.

-Eres un idiota -golpeé su hombro levemente y sequé mis lágrimas.

-Los dejaré solos un momento, iré a comprar lo que me pediste hace rato -me dijo Justin y asentí.