❤️‍🩹🧵Capítulo 4: Malhumor🧵❤️‍🩹

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Narra (____):

Estaba tan concentrada dibujando bocetos y haciendo anotaciones sobre los mejores materiales de calidad hasta que escuché como Lilia comenzaba a maldecir en susurros. Suspiré algo cansada, pero aún así no aparté mi mirada de mi libreta.

— Buenas noches, al fin despiertas—. le dije al escuchar que se le había caído la bolsa de tela de hielo que había improvisado.

Solo escuché un gruñido por su parte así que solo dejé de lado mi trabajo a un lado y lo miré, esto para percatarme de que parecía adolorido aún.

— ¿Qué haces ahí viéndome?—. me preguntó con molestia mientras veía la bolsa de hielo improvisada.

— ¿Y tu que haces ahí tirado en medio de mi taller?—. le respondí con una sonrisa burlona.

Sus labios levemente se apretaron y sus ceño se frunció, parecía molesto por mi comentario pero para calmarlo, solo miré por la ventana.

— Antes de que hables, llevas casi 6 horas ahí tirado—. suspiré y le mostré mi libreta con los dibujos de los posibles diseños para la princesa.— y en ese lapso hice 7 bocetos de ropa y la princesa se fue —. tomé en manos mi taza de té y le di un trago.

Sus ojos se abrieron como platos y rápidamente se levantó del suelo, pero para su desgracia, fue demasiado brusco el movimiento que lo hizo tambalear.

— Estás aún mal. Debes descansar—. le pedí mientras me levantaba de mi asiento para ir hacia él y recoger la bolsa de tela con hielo para luego mirarlo a los ojos.

— Ahg!—. se quejó a la vez que se sostenía de mi escritorio.— dame esa maldita bolsa.

Sin más, solo le di la bolsa y lo ayudé a sentarse en el sofá que tenía en mi taller. Parecía realmente molesto, pero poca importancia le tomé al ver como se ponía la bolsa de hielo en la cabeza.

— La princesa no quiere que vayas—. le di a conocer sin dejar caminar y volver a mi escritorio para sentarme y volver a mi trabajo.

Al decirle eso lo miré de reojo y me percaté de que parecía estar viendo al suelo, casi como si eso le hubiese herido. La había líado.

— Lo siento, fui muy dura al decirte eso directamente—. me disculpé a la vez que dejaba mi lápiz a un lado.

— No te preocupes, debes serlo así ya que debo de soportar lo que venga al ser uno de los futuros guerreros que trabajarán por la paz del reino—. dijo sin dejar de ver al suelo.

— Lilia, al parecer eres muy cercano a la princesa—. le dije sin pensar.

Al parecer mi comentario le hizo regresar ese malhumor que parecía tener, uff, que difícil era tratar con un enamorado.

— ¡Es porque somos amigos!. ¡Solo somos eso!—. puse mis manos en frente en señal de que de calmara, pero eso le provocó mirarme con ira.— ¡además de que estoy para ser un buen guerrero, debo de proteger el reino!

Suspiré con pesadez, realmente era alguien difícil.— Bien, pero no te pregunté nada para que me digas eso.

Devolví mi vista a mi cuaderno para seguir haciendo bocetos y anotando los materiales que necesitaría en cada uno para elaborarlos, pero Lilia se levantó para acercarse a mi escritorio y son más, miró mis bocetos.

— Los primeros 5 diseños no le van a gustar, son muy... ¿femeninos?—. le di un empujoncito, a lo que él solo me miró con el ceño fruncido.— lo digo porque son corte princesa. Y ten cuidado, puedo responder de mala manera a tus acciones.

— Bueno, creí que eso era de siempre. Porque lo malhumorado parece de todos los días—. le respondí sin expresión alguna.

— Tienes agallas para hablarme así—. me dijo con una leve sonrisa burlona.— varios me temen, pero tu no.

— Pues, buena impresión no me diste. Ni siquiera una impresión de ser alguien fuerte, porque la princesa te dejó fuera de combate con un solo golpe—. le mencioné mientras le sonreía de la misma manera.

Rodó sus ojos y sus brazos se cruzaron.— Me tomó por sorpresa.

— Pero al menos se que ella te puede mantener al margen si vienes a molestar—. me burlé para luego volver a mi libreta para hacer otro boceto.

— Pero al menos no me escondo entre telas, hilos y bobos dibujos que no sirven para nada—. al decirme eso me arrebató mi libreta.

Me levanté de mi asiento para quitarle mi libreta, pero este solo se elevó y se paró en el techo de mi taller para sentarse y comenzar a hojearlo. Frustrada y con temor de que fuera a romper mi trabajo, usé mi magia sobre las telas que tenia en el taller para atarlo, pero era más rápido y no me permitía atraparlo.

Estuve a punto de usar ahora los hilos, pero la expresión seria de Lilia cambió a una llena de asombro y luego bajó para mostrarme una parte de la libreta.

— ¿Por qué tienes esto?—. me preguntó al ver un traje con detalles de los cuales fácilmente podría mezclarse con el bosque.

— Es un proyecto que tengo para hacer ropa ligera pero resistente para una batalla—. respondí a la vez que señalaba los pequeños detalles de armadura y los puntos de protección.

— ¿Tela así existe?—. preguntó con curiosidad.

— No, pero voy a tratar de inventarla con diferentes materiales. Por el momento tengo hilos resistentes—. me acerqué a mi escritorio para tomar un carrete y mostrárselo.

— ¡¿Hiciste hilos de gema mágica?!—. gritó.

Miré por unos momentos el carrete y luego a Lilia, quien parecía estar atónito por lo que había hecho con la piedra que había encontrado, de la cual no le había dicho.

— Ah, ¿entonces esa piedra que me había encontrado era eso?—. le pregunté esta vez yo para tratar de aclarar mi duda.

— ¡Sí!. Se dan a los alrededores y en una mina—. me miró con asombro.— Pero, si no me equovoco al parecer puedes hacer materiales para ropa a base de cualquier cosa...

Asentí.— Es mi habilidad. Aunque mi magia única también tiene algo que ver con eso.

— Bueno, entonces... voy a aprovechar eso. Tu y yo tenemos algo que necesitamos el uno del otro—. me dijo con una mirada seria.

— ¿Necesitas un regalo para la princesa?—. le pregunté sin saber a que se refería exactamente.

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Amor de siglos (Lilia Vanrouge × Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora