Amor de siglos (Lilia Vanrouge × Lectora)

💜❤️‍🩹Capítulo 27: No te preocupes❤️‍🩹💜

Narrador:

El general pasó por el bosque mientras cazaba pero unos gritos le hicieron detenerse en su labor, así que corrió hacia donde provenía aquel disturbio. Pero para su mala suerte era una tropa de Silver Owls que estaban atormentando a una familia de hadas, así que sin dudarlo se lanzó a defenderlos.

Por otro lado, estaba (______) mirando hacia la puerta mientras esperaba la llegada de Lilia, pero este estaba tardando más de lo que le había dicho. Quiso mantenerse serena pero no lo lograba por el hecho de que el aumento de ataques a los pueblos y villas cercanas al reino estaban siendo atacados por los humanos que buscaban ganar terreno en el campo de batalla, aún con la promesa que le hizo aquel hada nocturna qué comenzaba a mover su suelo, dudaba. Las dudas eran más por el tapiz, y eso le hacía casi querer salir corriendo para ir en su búsqueda.

— Ahg... Lilia puede solo pero...— miró a la puerta y con preocupación dio un paso hacia la sala, pero al ver la rosa de mystium en la mesa... suspiró.— no, Lilia está bien. Él me prometió volver.

Narra (_____):

Tomé la rosa en manos y me senté en el sofá mientras esperaba algo ansiosa el regreso de mi compañero. Con delicadeza pasé mis dedos por los pétalos de la rosa hasta que escuché una fuerte explosión qué me hizo levantarme del sofá y sin pensarlo un minuto corrí a la puerta y la abrí de golpe para salir a fuera.
Por unos momentos mi mirada pasó por los alrededores del bosque que rodeaba aquel prado, eso hasta que vi hacia el cielo y noté que había humo saliendo de algún lugar no muy lejano.

— Lilia...—. murmuré su nombre al este estar presente en mis pensamientos.

Mi corazón comenzó a latir más rápido y decidida, corrí hacia el interior de la cabaña. Sin duda alguna, corrí a mi taller para tomar uno de los trajes que le había hecho a Lilia y me lo puse.
Tomé un bolso, metí otro traje y tomé algunas provisiones de alimento. Al estar lista, corrí a la salida de la cabaña y cerré la puerta para seguir mi camino en dirección de aquel incendio, eso sin pensar en mi o mi falta de habilidad en batalla.

— ¡Ahg!—. grité a la vez que corría por el prado, lamentando el hecho de que no sabía volar.— Por culpa de mis padres... no pude desarrollar algo importante para un hada...

Maldije internamente al notar que comencé a adentrarme en el bosque, lugar en el que para mi era un gran reto correr por la vegetación que había. Pero aún así, entre tropezones y caídas seguí corriendo sin temor de que el traje fuese a romperse en el tramo.
Poco a poco el olor a humo se hizo más fuerte y el sonido de golpes sobre el metal también, quejidos y gritos me hicieron sentir impotencia al no poder llegar más rápido de lo que me permitía mi cuerpo.

"No voy a perder lo que me queda y no dejaré que nadie más pierda lo que tiene"

Aquellas imágenes en las que mi imaginación comenzó a traicionar mi mente, pensar en tan solo llegar y ver a Lilia en el suelo... solo sin su tropa... el pueblo en escombros...

— ¡No!—. grité llena de impotencia a la vez que de un salto saltaba los arbustos qué estaban frente a mi.— ¡tu no!.

Entre saltos logré conseguir pasar más rápido lo poco que me quedaba de camino en el bosque para poder llegar a aquella pequeña villa en la que me encontré con varios soldados del reino luchando contra los Silver Owls, hadas lastimadas y una que otra corriendo en busca de refugio ya que algunas casas estaban incendiadas.
Ese escenario me hizo pensar rápidamente en el tapiz pero extrañamente las estructuras no eran las mismas, así que sentí un poco de alivio, pero no debía bajar la guardia, así que seguí mi camino a paso rápido para ayudar a las hadas a escapar.

— Vengan...— murmuré al acercarme a unos niños que estaban escondidos detrás de un escombro de una de las casas.

Las pequeñas hadas solo me siguieron a la vez que los guiaba al bosque, pero los 4 pequeños se detuvieron para hablarme en el dialecto de las hadas y señalarme hacia un hada adulta qué estaba bajo uno de los escombros. Sabía que si no lo ayudaba, ellos no se dejarían guiar a un lugar seguro. Así que sin dudar me acerqué a aquel que solo tenía sus piernas bajo un gran escombro.

— "Iré, pero quédense detrás de mi. No puedo dejarlos aquí, porque si los ven los van a lastimar"—. les hablé en su mismo idioma, a lo que ellos solo asistieron.

— "Sí, pero salva a papá por favor"—. me pidió en aquel idioma uno de los niños, así que asentí.

Los niños y yo corrimos hacia aquel FAE que estaba a poco de perder la conciencia, pero cuando los pequeños le comenzaron a hablar, este levantó la mirada y comenzó a llorar mientras sus manos se entendían para tomar las pequeñas manos de sus hijos. Ver aquello me hizo doler el corazón, pero no debía quedarme de brazos cruzados al tener a las tropas luchando a nuestro alrededor. Mi único movimiento que podía ejecutar no era usar la fuerza por el hecho de que mi fuerza física no era mi fuerte, así que comencé a concentrarme en aquel escombro para usar mi magia para levantarlo.
Lentamente comencé a hacer levitar el escombro, los niños por su desesperación trataron de arrastrar a su padre aunque no lo podían mover lo suficiente rápido... y eso me estaba haciendo preocupar.
¿Por qué?, porque un Silver Owl nos vio después de haber acabado con su contrincante, uno de la tropa del reino. No quería hacer ruido, pero debía hacerlo, así que sin más... le lancé el escombro aquel hombre que tenia malas intenciones hacia nosotros.

— ¡No bajo mi presencia!—. grité mientras dirigía con rapidez el escombro hacia su dirección.

Lamentablemente este escombro fue esquivado con dificultad y el Silver Owl corrió hacia nosotros a la vez que sin piedad empuñaba su arma.
Tenía miedo, pero aún así me puse frente a los FAE qué estaba ayudando, y con mi magia comencé a hacer levitar pedazos de escombros para lanzarlos hacia él.

— Debiste correr cuando pudiste, hada—. escuché de aquel guerrero humano que esquivaba los ataques que dirigí en su dirección.

Los latidos de mi corazón aumentaron y mi vista comenzó a tornarse borrosa, pero eso no me impidió seguir lanzando escombros, pero eso fue mi perdición... otro Silver Owl apareció detrás de mi y su arma me hizo sentir un dolor punzante.

— Lilia....—. murmuré a la vez que veía al Silver Owl.— perdón.

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