Amor de siglos (Lilia Vanrouge × Lectora)

❤️‍🩹💜Capítulo 31: Cuéntame tus miedos💜❤️‍🩹

Narra Lilia:

Tanta tensión en el ambiente aceleraba mi corazón, y esa mirada llena de preocupación no ayudaba en nada. Quise calmarme, pero sus orbes plateados me hacían casi querer pedirle a gritos que dejara de atormentarme con ese silencio que martillaba mi corazón para hacerlo querer derrumbarse de preocupación y emoción. No sabía que quería decirme, pero por su expresión, podía deducir que era algo importante.

— ¿Qué sucede, (_____)?—. pregunté tratando de no escucharme algo alterado por como frotaba su mejilla contra la palma de mi mano. No porque no me gustara la sensación, si no porque me sentía extrañamente nervioso.

—Lilia... yo... siempre que querido decirte esto pero... me da miedo el saber que vayas a responderme—. su mirada se desvío y alejó su mejilla de mi mano.

Esas simples palabras me hicieron sentir más preocupación.... o tal vez nervios, ya que... Al parecer había algo que mi corazón poco a poco anhelaba escuchar, aunque era demasiado pronto para cantar victoria. Así que la dejé terminar.

— Se que no debo de tener miedo ya que somos cercanos ahora, pero...—. me sonrió con tristeza y juntó sus manos sobre su pecho mientras apretaba la tela de su vestido qué estaba bajo su agarre.— tengo mucho miedo al futuro.

Mis ojos de abrieron de par en par al ver su reacción, ella estaba... ¿temblando?. ¿Tanto así le afectaba lo que quería decirme?. Todas mis dudas comenzaron a atacar mi mente como feroz rival que no acabaría hasta que fuese derribado por el cansancio.
Estaba consciente de lo que podía preocuparle ya que varias veces ella me lo había dejado claro cada que hablábamos, pero... esta vez era diferente, parecía estar segura de lo que fuese a suceder, y eso... me causaba intriga.

— Se que el futuro da miedo, pero... si no somos capaces de adentrarnos a lo desconocido no sabremos si valdrá la pena nuestros esfuerzos—. le extendí mi mano para que la tomara, pero ella solo la miró mientras sus ojos solo comenzaban a criztalizarse por las lágrimas que comenzaban a amenazar, pero aún así le dejé tendida la mano.— no me digas que estas tan segura de lo que va a pasar.

Reí para aligerar el momento, pero ella rápidamente tomó mi mano y la apretó con las suyas. Provocando que mi risa callara al ver su expresión que demostraba su profunda preocupación y tristeza.
Sentí curiosidad por sus acciones, tanto que comencé a dudar en que ella solo era una pobre hada híbrida que le había tocado vivir en desgracia y sin habilidad extraordinaria más que hacer telas con cualquier cosa.

Tragué seco al ver como ligeramente temblaban sus manos mientras me sujetaba, hasta que habló al fin para cortar ese ambiente tan tenso que había creado.— Lilia, yo... desde joven eh hecho mi trabajo. Pero no es lo único que hace mi magia.

— ¿A qué te refieres con eso?—. le pregunté a lo que inconscientemente ligeramente ladeo mi cabeza a causa de la curiosidad.

— Yo... esto... mis padres no solo me querían por mi habilidad en hacer telas...— cerró sus ojos y soltó un suspiro algo largo, pero aún así y sin mirarme retomó su explicación respecto a su comportamiento.— ellos amaban los telares qué yo hacia... pero esas cosas las odio. No son hermosas, son.... catastróficas.

Sus ojos se abrieron lentamente a la vez que caían lágrimas frías por sus mejillas, aquel plata brillaba y desbordaba de tristeza y ternura, sus manos cálidas y tan suaves reconfortaban mi corazón y sus labios pálidos y ligeramente fruncidos me anunciaba la cruel realidad de su vida. Ella era mi dolor y alegría... me gustaba como podía contrastar esos sentimientos, no como Maleanor que en ocasiones me causaba mas dolores de cabeza qué alegría... pero a pesar de eso, a ambas las quería proteger de todo mal. Una más delicada que la otra que solo era acero, pero cada una con sus fortalezas que me hacían caer rendido a sus pies.

Negué ante mis pensamientos al compararlas y ligeramente apreté las manos de (_____) para volver a la realidad y seguir tratando de averiguar lo que ahora le aflige a mi compañera.

— ¿Por qué dices que son catastróficos?—. lancé mi duda al aire, cosa que hizo que ella solo señalara a un rincón de la habitación, donde había un cofre.— ¿Qué hace aquí? Yo lo había dejado en el taller.

— Yo no quise que los vieras, por eso los traje a mi habitación—. me explicó a la vez que se sentaba con dificultad en la cama.— y... te diré que el reino está en peligro.

Sin pensarlo solté sus manos y corrí al cofre para romperlo con mi arma, causando que los pedazos de madera saltaran a los lados, revelandome 5 telares enrollados.
El primero que tomé estaba algo sucio y con cenizas, pero en este estaba el castillo Wildrose entre una enredadera de espinas y en ruinas. El segundo estaba igualmente cubierto de cenizas pero en este había una villa incendiada junto a hadas corriendo de los Silver Owls, al verlo lo lancé a un lado para tomar el tercero que tenía una casa en ruinas y de uno de los escombros sobresalía una mano. Lo hice a un lado para tomar el cuarto, donde estaban dos siluetas cubiertas con una capa mientras veían a la lejanía como el reino caía bajo manos de los Silver Owls.

Sin mirar el último, me levanté hacia ella, quien estaba a punto de ponerse de pie, pero corrí para detenerla y tomarla de los hombros antes de que tuviese la iniciativa de caminar en ese estado.

— ¡No, no!. ¿Vas a creer en esto?—. ella asintió y luego sacó debajo de su almohada un pequeño telar donde estábamos ambos discutiendo en su taller antiguo, eso me dejó aturdido pero aún así solo negué y la seguí mirando a los ojos.— lo hiciste hace poco....

— No... esto lo hice dos semanas antes de verte. Realmente me pareciste lindo, pero... vi que eres una molestia—. ella solo comenzó a reír mientras abrazaba el telar, causando que me perdiera en aquella escena plasmada en la tela.

— Molesto... veo que ahora no te parezco tan molesto jajaja~—. le comenté mientras soltaba sus hombros y señalaba su telar que parecía apreciar.

— Nah~ ahora eres mi compañero. Quien me rescató y me hizo reír a pesar de lo mal que vaya—. ligeramente sonrió y escondió el telar bajo su almohada nuevamente.

— Entonces... volviendo a los telares. ¿Al parecer eres una vidente?—. ella asintió, a lo que sólo le di un suave golpe en la cabeza con mi mano y luego reí.— pero lo que no sabes es que llegué para romper tus predicciones. 

— Más te vale, no quiero que esto se cumpla o me sentiré culpable—. dijo sin más mientras jugaba con sus manos.

— ¿Culpable?. Ni que hayas sido tu quien le metió esa idea loca al imbécil Henrick para que invadiera el reino—. al escuchar, solo volvió a reír. Sinceramente... ella nunca será culpable ante mis ojos, ella siempre es quien tiene un mal destino que voy a cambiar.

Mientras reía, la levanté en brazos para sacarla de la cama y salir por la ventana de su habitación para que viera por lo menos el sol y a los sobrevivientes de aquel ataque en el que había estado. Al estar afuera la llevé bajo un árbol y la senté en el pasto, donde podía ver como los niños jugaban frente a nosotros. Aunque para este momento no debía faltar la curiosidad de mi querida compañera.

— ¿Por qué me sacaste así sin avisarme al menos?—. me preguntó entre risas mientras veía jugar a los niños que había protegido.

— Porque no te iban a dejar salir mis soldados—. me senté a su lado a lo que ella solo me sonrió y luego miró al cielo.

— Desearía que este miedo no sea algo de que preocuparme—. me miró y suspiró.— a penas tengo felicidad y tranquilidad en mi vida...

— Y así la mantendré hasta que yo....

Mis palabras fueron interrumpidas por los pequeños faes que solo corrieron a donde estábamos sentados para comenzar a preguntar por la salud de (______), los cuatro se sentaron al rededor de nosotros y nos ofrecieron dulces.

Verla feliz mientras hablaba con los niños... me hizo querer que nunca acabara este momento. Ahora más que nunca, anhelaba permanecer más tiempo a su lado...

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