❤️‍🩹🧵Capítulo 9: Una rueca que gira y gira🧵❤️‍🩹

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Narra (______):

Estaba acomodando las cosas cerca de mi rueca, pero al ver la mirada perdida de Lilia me sentí extraña. ¿Acaso su mirada reflejaba... tristeza o quizá preocupación?. Su semblante era un mar de emociones que no podía descifrar, pero aún así se sentía él ambiente algo pesado.

— Te veo perdido, ¿quieres que prepare té?—. le pregunté mientras tomaba un lingote de mystium en manos.

Él negó en silencio.— No necesito que te sientas mal por mi.

— No es compasión, esto se llama ofrecerte algo de beber por el arduo trabajo que hemos hecho al sacar el mystium y traerlo asta aquí—. le dije sin más rodeos por el hecho de conocerlo poco sabía que era un joven terco.

— Ah...— suspiró.— mejor voy yo.

Arqueo una ceja.— ¿planeas ir a la cocina de mi casa y arriesgarte a que mis padres te vean?

— ¿Qué tiene de malo?—. me preguntó a la vez que cruzó sus brazos con una clara expresión que denotaba su confusión.

— Prefiero que te quedes aquí a eso— sin más solo dejé el lingote.— iré por el té.

Él solo asintió y se quedó sentado en el sofá, aunque fue algo extraño el no obtener más respuestas insistentes de hacer el té por si mismo, o incluso... sus burlas.
Salí del taller por la puerta que conectaba a mi casa para dirigirme a la cocina y comenzar a preparar el té. Mientras esperaba, volví a recordar la expresión de Lilia y eso me hizo sentir mal por él.

— Veo que amar es algo duro—. suspiré al ver como el agua comenzaba a hervir.— y más si es solo un guerrero y su amada una princesa que en algún punto debe de casarse con alguien de una posición alta.

Negué ante ese pensamiento ya que estaba comenzando a sentirme mal por el lugar en el que de encontraba Lilia. Algo agobiada de pensar en aquella hada en desgracia, pasé el agua a la tetera y tomé dos tazas para llevarlas al taller para dejarlas sobre el escritorio junto a la tetera.
Estuve por poco de decirle a Lilia que me ponía triste su situación, pero ver su expresión que demostraba fastidio y enojo, me retracté y la imagen sentimental de él se esfumó y volvió la misma hada malhumorada. Ah~, si que la iba a tener difícil esta noche.

— ¿Ahora qué te cayó mal?—. le pregunté mientras servía el té en ambas tazas.

— Si vuelves a hacer otra pregunta te arranco la lengua—. me amenazó, a lo que yo solo sonreí, provocando que frunciera el ceño.— deja de jugar conmigo si quieres que te tome algún día en serio.

Fingí estar derrotada y ligeramente levanté mis hombros.— Ah~—. suspiré.— al menos intenté averiguar la causa de tu molestia.

— No debería importante si estoy bien o no, es mi deber cuidar de mi mismo—. al decirme eso desvío la mirada y volvió a perderse en sus pensamientos.

¿Qué tanto podía pensar un soldado del reino? ¿Ellos no solo piensan en armas, planes de batalla y hacerse más fuertes?. Ah, pero bueno, hablo de Lilia, el enamorado de Lady Maleanor. Rodé mis ojos y solo ignoré el posible berrinche que podía haber estado haciendo, deje mi taza de té a un lado y me acerqué a mi rueca para retomar mi labor.

Con el mystium en manos, me senté frente a la rueca mientras ponía un carrete y usaba mi magia sobre el metal para elevarlo y comenzar a usar mi magia de fuego sobre este para fundirlo y comenzar a guiarlo por mi rueca. Pero para no dañar mi rueca, comencé a pedalear muy rápido para crear una ráfaga de aire para que al momento de tocar la rueca se enfriara más rápido y pasara por esta para llegar al carrete y ser enrollado.

Amor de siglos (Lilia Vanrouge × Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora