VII

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Su cubierto cayó al suelo llamando la atención de todos los clientes presentes, pero su mirada no se desprendía de la mirada de Fernando.

Sin decir una palabra se levantó de su mesa y salió del restaurante dando un portazo detrás de sí.

- Señor, ¿todo en orden? - inquirió el mesero a Adrián al darse cuenta del escándalo que crecía en el restaurante.

- Mire, -tomó dinero de su cartera y se lo dio al mesero.

- Señor, esto es más del valor total de la cuenta.

- Yo que , pero es una buena comisión para usted. Lamento el desorden, buenas noches. - caminó hacia la salida, no sin antes susurrarle a Fernando- Eres un imbécil.

Dichas esas palabras, Adrián salió del restaurante suponiendo que Lucero iría al hotel. Fernando quiso ir también, pero Charlotte lo detuvo.

- ¿Pensabas ir detrás de Lucero?

- Charlotte, por favor, necesito irme.

- ¿Conoces a Lucero?

- No. -mintió- quiero irme porque no me siento bien.

- Estoy comenzando a creer que todo es una mentira...

- Te veré en el hotel. - salió del restaurante y caminó al hotel. - Señorita, ¿podría darme información acerca de la habitación de Lucero Hogaza?

- Señor, eso es información confidencial, no puedo brindársela si ella no está de acuerdo.

- Señorita, usted no entiende, es algo muy urgente.

- Lo siento, pero no puedo.

- ¡Joder! - se desesperó. - ¿No puede hacer una excepción?

- suspiró- ¿Qué parentesco tiene con la señora?

- Soy su esposo.

- Haberlo dicho antes - sonrió- La habitación es la 6-31.

- Muchas gracias. - sonrió y caminó al elevador. Necesitaba hablar con Lucero pero no lo haría en ese momento, la media noche estaba por llegar.

Te tuve y te perdí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora