XXVI

556 41 7
                                    

Para: Fer
De: .

"¿Una trampa? Fernando, estoy en casa de Adrián. Me aseguró que Celeste está aquí".

Su estómago se contrajo provocándole a Lucero un incomodo vacío. Mierda. ¿en qué se había metido?

El teléfono vibró una vez más.

Para: Yo.
De: Fer.

" Sal ahora mismo de esa casa, Lucero. Por tu bien."

Para: Fer.
De: Yo.

"¿Mi bien?"

- Lucero ¿todo en orden?

La voz de Adrián la inquietó haciendo que su teléfono cayera al suelo.

- Sí- respondió mientras se agachaba a recogerlo.

- Lo siento, mi intención no era asustarte- y maldición. Ese "sustito" le costaría no hablar con Fernando y mucho menos dar con el paradero de Celeste. La pantalla del móvil se había roto ¿Qué haría ahora? Sabía que Adrián la acorralaría y de entrar, la salida sería muy complicada... Ni modo de hablarle a la policía.

- No enciende... ¡Mi teléfono no enciende!- exclamó con frustración.

- Oye, cálmate, ya iremos a comprar uno nuevo... Me alegra mucho que estés aquí, Lucero -sonrió.

- Déjame ver a Celeste.

- Al rato. Mientras tanto, entra a la casa. Tenemos mucho de qué hablar.

- Adrián, estoy aquí por Celeste, no por nosotros porque no existe un nosotros, ¿entiendes?

- Cómo se nota que no quieres entender.

- Adrián, no puedes optar por tenerme aquí a la fuerza.

- ¿Por qué no? Yo quiero estar contigo, te convencí de venir a Bogotá conmigo y aquí estás.

- Casi que secuestraste a mi hija, Adrián. Por eso estoy aquí.

- ¿Y en qué otra parte estarías?

- En casa.

Te tuve y te perdí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora