Lazos Inquebrantables

capítulo 61

Rescate en Rusia

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Evangeline

La oscuridad de la noche nos envolvió en un sufrimiento lento y creciente; cada hora que pasaba traía consigo un nuevo temor. Las especulaciones sobre lo que podrían estar tramando y sus intenciones hacia ellas se multiplicaban. Su objetivo es nuestra destrucción, quieren que paguemos por todo lo que les hicimos, y saben cómo hacernos daño. Han reunido a personas con el fin de desmantelar esta familia. No fue un plan improvisado, es evidente que, incluso sin la ayuda de Omar, Albert ha encontrado la manera de conseguir lo que tanto anhelaba.

No tenía forma de atacarnos en Europa sin respaldo, y al haber cortado su hermano los vínculos con la mafia rusa, supo exactamente a qué aliados recurrir para obtener armas, recursos y todo lo necesario para llevar a cabo su estrategia.

Las luces de la mansión continuaban encendidas, nadie había podido meterse en sus camas para conciliar el sueño, sentimos un peso emocional tan inmenso, que ninguno es capaz de descansar. No hasta que Bella y mi madre estén de regreso. Para eso debíamos ponernos a trabajar, no nos quedaríamos sentados en la sala esperando alguna señal de Albert, si fuese por él las mataría sin mucho esfuerzo. Por eso debemos adelantarnos, descubrir dónde las tiene y planear rescatarlas antes de que sea demasiado tarde.

Me comuniqué con la Tríada para mantenerlos al tanto, aunque no podían hacer mucho, esta guerra no es suya y tampoco necesitamos que interfieran. Pero sí que le den seguridad a los más indefensos, los mellizos no estarán a salvo dentro de Italia hasta que esto se resuelva. Así que, hable con la señora Liang y programamos que un jet salga con destino a China esta misma mañana, ellos recibirán a los pequeños y los protegerán algunos días. Podemos hacernos cargo de Albert, pero para eso requerimos saber que ellos se encuentran fuera de su alcance. Teniendo en cuenta que ahora Volkova está metido en esto, Europa es una mina de trampas.

Antes de que el día comience a despuntar, nos encontrábamos reunidos en la sala de juntas, programando los pasos que daríamos a continuación. Taddeo se mantenía firme ante los demás, pero sabía que por dentro se encontraba al borde del colapso, un solo golpe más y acabaría por detonar peor que antes. Ninguno de los dos estaba al cien, pero no podíamos apartarnos, debíamos mantener la mente fría y continuar.

—Hasta ahora hemos confirmado que Albert sigue con vida, no sabemos en qué condiciones o cómo fue que escapó, ni qué ha estado haciendo durante estas semanas. Pero, ha comenzado a trabajar por su cuenta. — esclarece Benjamín ante todos —Omar rechazó todo trato con la mafia rusa, por lo tanto, si este ataque fue orquestado por ambos, significa que Albert y su hermano no están en buenos términos.

—Posiblemente se haya negado a responder por su intento de homicidio. — asume Barbie —Ambos venían teniendo problemas, no sería muy extraño que Omar haya decidido dejar de proteger a su hermano y eso lo impulsará a tomar control sobre el asunto el mismo.

—Albert me dejó un recado con uno de los hombres. — murmuro, ganándome la atención de todos —Dijo que yo y Omar pagaríamos por los errores del pasado.

Taddeo frunce su ceño al voltear a mí.

—¿Graham?

Me encojo de hombros con frustración.

—Supongo que sí.

—Podemos preocuparnos luego por las razones que haya tenido para hacer esto. — interfiere Richard, sentado en el otro extremo de la mesa —Ahora debemos ocuparnos de encontrar a Alice y a Bella.

La sensación que tenía incrustada en el pecho, era difícil de explicar, parecía oprimir mi corazón al punto de sentirlo capaz de reventar. Volviendo cada latido un incesante sentimiento de miedo que gana más vida. Perdí a mi madre una vez, me la quitaron de muy pequeña y me costó mucho volver a ella. No puedo hacerme la idea de que vuelvan a quitarla de mi lado, simplemente no tengo la fuerza para aceptarlo. Sé que es una posibilidad oscura de la que no saldré ilesa. Y tengo miedo, no solo por como lo afrontaré, sino también como lo hará mi padre. Él no puede pasar el resto de sus días sin el amor de su vida.