Distintos enemigos, mismos peligros.
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Benjamín
Llevaba gran parte de mi mañana intentado comunicarme con Liam y varios intentos que me alojaban al buzón de voz. Posiblemente se encontraba demasiado ocupado como para contestarme, sin embargo, no es usual en él dejar pasar mis llamadas. No habíamos discutido, pero tampoco hemos estado pasando mucho tiempo juntos estas últimas semanas. Él con su trabajo y yo con el mío nos hemos encontrado algo aislados sin percatarnos.
Las cosas no han estado del todo bien, aunque los clubs y mis negocios se mantiene estables, las ganancias que compartimos con Taddeo han estado bajando. Algunos clientes exclusivos han encontrado mercancía y entretenimiento de mejor calidad en otra parte, lo cual sabemos se debe a Roy.
Tal como temíamos, ha comenzado a usar sus contactos para jodernos. Ahora parece ser una fractura menor en nuestros lucros, pero sabemos que, si no nos ocupamos de ello, esa pequeña fractura se hará mayor y acabaremos en un derrumbe que no es conveniente para ninguno. Una simple amenaza no sería motivo suficiente para preocuparnos, salvo que venga acompañada de hechos sospechosos. El que Roy se encuentre tan seguro de sí mismo como para enfrentarse a la mafia italiana, y el que tantos contactos a su disposición también están confiados de acompañarlo en esta decisión, me hace creer que subestimamos a nuestros enemigos.
Estados Unidos fue limpiado de la capa de soberanía que imponía Omar, nadie creería que debajo suyo se levantaría alguien con el atrevimiento de reclamar estas calles como suyas. Mucho menos un hombre de tan bajo nivel, Roy apenas le llega los talones al imperio Meyer, ¿cómo puede querer reemplazarlos? Es algo de lo que no puedo fiarme, mucho menos cuando amenaza con que dejemos la cuidad. Y aunque Taddeo no ha hecho nada en contra suyo, continuar aquí está haciendo perder la paciencia a Roy.
Por eso mismo no me sorprendió que esa misma mañana mi asistente entrará a mi oficina y me informará que él se encontraba aquí y que precisaba hablar conmigo. Lo hice pasar, sin estar del todo seguro el estar haciendo bien al recibirlo. Al cabo de unos segundos ingreso a mi oficina, no venía acompañado por nadie más, pero manifestaba en su cuerpo una desfachatada tranquilidad.
—¿Qué quieres? — pregunte sin rodeos.
Él sonrío al tomar asiento en la silla frente a mi escritorio.
—¿Es tu manera de tratar a un colega?
—Tú no eres mi colega.
—¿Te agrada más "posible socio"? — insinuó con una entonación sugestiva.
—¿Qué te hace creer a ti que quiero hacer negocios contigo?
Roy se encogió de hombros. Sin perder el brillo jovial en su mirada.
—Cuando escuches mi propuesta puede ser que cambies de parecer.
No había nada en este mundo que me pudiera convencer de trabajar con él, pero su propuesta es una clara advertencia de los pasos grandes que está dispuesto a dar. Cuyos pasos no creo que deban ser para pasados por alto. Si estaba aquí al menor oiría las incoherencias que me propone, quizás de alguna manera pueda comprender que es lo que esconde. Sospecho que todo su juego de poder tiene más para decirnos de lo que deja ver, y siempre las amenazas que se camuflan son las más peligrosas.
—De acuerdo, tienes solo treinta minutos. — reclino mi cuerpo sobre el respaldo de mi asiento —Habla.
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Lazos Inquebrantables
RomanceLIBRO 2 DE LAZOS ENTRELAZADOS// Del dolor se forman las almas inquebrantables, de las heridas nace la resiliencia, del miedo se forman las pesadillas. Y luego de tres años, nuevas sombras han surgido, nuevas amenazas que harán temblar el mundo es bu...