Una noche de sinceridad.
• • • • • • • • • • • •
Evangeline
Escondía en mi pecho un remolino de sentimientos que necesitaba expulsar. Angustias que aun almaceno, rencores que no he superado, etapas que en vez de finalizar han quedado incrustadas dentro mío. Regresar no ha sido sencillo, debido a que al irme deje muchas cosas a medias sin terminar. Capítulos importantes que se llevaron años de mi vida, lágrimas y sacrificios, los cuales ahora debo aceptar que no valieron la pena y dejan en mí un vacío agrio e insatisfecho. Las palabras de Richard han retumbado en mi cabeza estos últimos días, la verdad sobre quien soy y las mentiras donde me escondo. Lo que intento aparentar que supere, y lo que aun palpita en mí, aquella sed por una venganza no entregada.
Necesitaba hablarlo con alguien, descargar todo este peso y comprender si lo que siento es normal, o solo me he vuelto una masoquista que no puede dejar el pasado que tanto la hirió. Continuo enferma de odio y solo quiero saber si algún día podre sanar, si existe cura para este maligno veneno que aún me está infectando. No había tenido la oportunidad de hablar con Sebas durante todo el día, por eso lo esperaba ansiosa en la sala de mi casa, quería que llegará para poder sincerarme. Después de todo es mi pareja, y si quiero formar un futuro a su lado debo poder confiarle hasta mis más sombríos secretos. Sin embargo, la espera se hizo eterna.
Las emociones me estaban carcomiendo por dentro, parecían estar a punto de hacer ebullición.
Tras esperarlo por más de dos horas, decidí salir. Le avise a mi madre que volvería en un rato y escape del encierro que me agobiaba. Quería a alguien que pudiera comprender exactamente lo que estaba sintiendo, y supe luego de dar algunas vueltas sin rumbo, que existía en el mundo una sola persona capaz de hacerlo. Una parte de mí necesitaba verlo, se me ha vuelto costumbre buscarlo en medio de mi tempestad, él siempre ha sabido ser el fuerte que me protege de turbulencia que puede asustarme. Era como si mi corazón al sufrir implorará verlo y arrastrará mis pies hacia él.
Hubiera deseado que mi mente fuese más fuerte en esta pelea, que hubiese tenido la resistencia para negarse y no expusiera mi corazón a esta situación. Pero no importaba que tan lejos corriera, mi camino siempre terminaría entrelazado con el suyo. Al encontrarme sentada en su cama esperándolo no había una fibra de mí que quisiera huir, solo deseaba verlo llegar y refugiarme entre sus brazos otra vez. Mi madre estaba en lo cierto, tenemos una conexión que es más fuerte que cualquier otro sentimiento, y siempre eso me haría regresar.
La puerta no tardó mucho en abrirse, solo basto con un par de minutos para que él subiera al oír que estaba aquí. Sus ojos miel me encontraron escondida entre las penumbras de su cuarto, mi interior se encogió bajo su mirada. Hubo una pequeña complicidad entre ambos al vernos, como si supiéramos sin palabras lo que estaba pasando.
—Greta me dijo que estabas aquí. — no entró a la habitación, se quedó en la puerta —No sabía que vendrías.
—Necesitaba hablar con alguien. — se podía leer en mi voz lo débil que me sentía, lo cansada que estaba. Mi mente no me ha dado un minuto de paz.
Él lo comprendió. Si había alguien en este mundo en quien podía confiar en plena caída libre, sería en él, sé que no me dejará estrellarme. Afrontaremos lo que está pasando como lo hemos hecho años atrás, apoyándonos mutuamente.
—Le diré que prepare un poco de café. Espérame aquí.
Abandono el cuarto y una liviana brisca de calma entro en mis pulmones para relajar mi cuerpo. Mi intento de comenzar una nueva vida no está funcionando, y no se trata de mis sentimientos hacía Taddeo, sino del pasado. Que, aunque sigue siendo pasado, aún pesa sobre mis hombros. Ha sido más de una década de sufrimiento, creí que dejarla ir y olvidarme sería fácil ahora que tengo la oportunidad de vivir sin Omar. Pero olvidar no es lo mismo que sanar. Y lo he intentado, he puesto todo mi esfuerzo en soltarlo, lo cual no ha estado funcionado y me avergüenza.
ESTÁS LEYENDO
Lazos Inquebrantables
Roman d'amourLIBRO 2 DE LAZOS ENTRELAZADOS// Del dolor se forman las almas inquebrantables, de las heridas nace la resiliencia, del miedo se forman las pesadillas. Y luego de tres años, nuevas sombras han surgido, nuevas amenazas que harán temblar el mundo es bu...