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Le tomo toda la tarde y parte de noche tomar una decisión, al principio había decidido no hacerlo, pero al pensarlo mas a fondo llegó a la conclusión de que probablemente esa decisión no sea la correcta.

Anteriormente ya había reflexionando las dos posibilidades, pero llego a la deducción de que si por alguna razón todo llegaba a salir mal no habría ningún impacto negativo, pues ambos seguirían con sus vidas como si nada de eso hubiera pasado, ambos se graduarían y tomarían distintos caminos, además él sabía que Katsuki no era aquel tipo de persona que después revelaría las cartas intercambiadas al mundo, y al final Katsuki no sabia su identidad, por lo cual no podría afectarle.

Así que no perdía nada al intentarlo, pues igualmente no quería que tiempo después se arrepintiera por no hacerlo, así que esa misma noche comenzó a escribir la nueva carta para que sus amigas se la pudieran hacerla llegar a Katsuki.

«Ya tengo la carta.»

Fue él mensaje que le hizo llegar a su mejor amiga, Uraraka. Mensaje que fue contestado hasta la mañana siguiente, pues lo había mandado muy tarde.

«Izu, eran las 3 de la mañana cuando mandaste ese mensaje, ¿Que hacías despierto tan tarde?, pero ignorando eso, ¿Realmente le contestaras?»

«Lo se, no podía dormir, y si, creo que no pierdo nada al intentarlo.»

«¡Esooo!, Pasaré por tu lugar más al rato, tratemos de no ser tan obvios, ¿De acuerdo?»

«Yep, te veo más al rato.»

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Por otro lado Katsuki se moría de los nervios, pues era la primera vez que pasaba por algo de ese estilo, así que el miedo de que su carta no fuera contestada estaba presente.

Se encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria, cuando a lo lejos logro visualizar a las dos chicas, así que trato de fingir que no las había visto, pues no quería parecer que las estaba buscando, aunque sí fuera así.

— ¡Katsuki!.

Volteó rápidamente al escuchar su nombre, fue ahí cuando vio a la chica de cabello castaño hacerle una seña demasiado incomprensible, pero aun así logró descifrar el mensaje, el cual le indicaba que tenía que ir a la parte trasera de la escuela al final de las clases.

Aquel nerviosismo que tenía anteriormente en vez de disminuir, aumento, pues ahora habían dos probabilidades, le habían contestado o no, pero aun que quisiera saberlo inmediatamente, no podía, tenía que tener paciencia y esperar hasta el final de las clases.

Al terminar su última clase prácticamente salió corriendo de su salón y fue directo hasta la parte detrás de la escuela, donde ya se encontraban las dos amigas esperándolo.

— Por un momento creímos que no vendrías. — hablo Tsuyu.

— Lo siento, el maestro no nos quería dejar salir. — explicó. — pero cambiando de tema, ¿respondió?

— Sip, aquí esta. — anunció Uraraka mientras mostraba la carta entre sus manos.

— ¿Realmente contestó?

— A nosotras también nos sorprendió, veras, no es una persona que tome este tipo de decisiones, ¿Sabes? — explicó. — Así que ni se te ocurra andar por ahí difamando esto, ¿entendido? — amenazo Tsuyu.

— Lo entiendo perfectamente, y no te preocupes por eso, hasta ahora solo lo sabe una persona.

— ¿Quién? — cuestiono rápidamente Uraraka.

— Kirishima, es mi mejor amigo, así que no deben preocuparse, si llega a decir algo yo personalmente me encargar de él.

— Más te vale, Katsuki. — hablo seriamente Tsuyu.

El chico de las estrellas • Bakudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora