#18

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Llego a él una visita, no era inesperada, sabía que ella llegaba hoy, pero no esperaba que apareciera en aquel parque.

— ¡Katsuki! — gritó emocionada, alzándose a él para así poder abrazarlo.

— Ugh. — se quejó, pero no la apartó, habían pasado alrededor de un año y medio que no la veía, así que no le negó aquel abrazo.

— ¿Qué haces aquí? Pensé que te vería en casa — lo cuestionó, se estaba por dirigir a casa, pero antes había decidido comprar algunas cosas que se había olvidado de empaquetar.

— Sí, bueno. Tengo una cita — le dijo, apenado.

— ¡¿Qué?! — gritó bajito —. ¿Tú? ¿Una cita? — cuestionó aún más sorprendida.

Katsuki asintió.

— Llevo con él alrededor de dos meses, casi tres — informó —. Solo que hoy muy probablemente le confiese mis sentimientos — admitió.

— ¡Oh, Dios mío! Llevas mucho tiempo con él, ¿y no se te ha ocurrido decirle a tu bella hermana? — regañó.

— No necesariamente tengo que decirte todo, Toga — Katsuki rodó los ojos.

— Sí, sí tienes. Soy tu hermana y tengo derecho de saber. Yo nunca te he ocultado algo — anunció, haciendo un pequeño gesto de molestia en sus labios.

— Sí, claro, no me hagas recordarte lo que me obligaste a hacer por la chica que te gustaba — le recordó.

— Shhhhh, no me lo recuerdes, me da pena — admitió.

— Por cierto, es amiga del chico con el que me estoy viendo — le informó, solo para ver su reacción.

Toga quedó inmóvil.

— No me digas eso... — habló, su voz inconsciente era más baja de lo normal.

— Pero no le des importancia, solo actúa normal — le aconsejó, aún sabiendo que no le ayudaría de nada.

— Te odio, ¿cómo me puedes decir eso de la nada? — le dijo, cruzando los brazos en un gesto de molestia — Le voy a decir a mamá.

— Sí, sí, lo que digas — rió.

— Por cierto, yo debería ya de irme. Mamá me está esperando en casa y tú estás esperando a tu cita — le informó, comenzando a alejarse del lugar.

Sin embargo, antes de alejarse por completo decidió gritarle una última cosa.

— ¡Espero y no te dejen plantado! — gritó, comenzando a correr con la pequeña maleta.

Katsuki rió por lo bajo, aunque no le gustaba admitirlo, realmente había extrañado a su hermana.

Estuvo esperando, Izuku había dicho que llegaba en unos pocos minutos, pero no llegó.

Comenzó a preocuparse, su mente comenzó a llenarse de miles de escenarios de los cuales no quería pensar. Decidido, tomó su celular para así poder mandarle un mensaje y preguntarle si todo estaba bien y cuándo llegaba.

Pero, como si Izuku le hubiera leído la mente desde donde quiera que esté, recibió un mensaje de él. Era un mensaje corto, el cual le respondía a todas sus preguntas.

« Estoy bien, no te preocupes por mí. Lo siento, pero no podré llegar al lugar, mi madre me necesita en casa. »

Era todo lo que decía.

Sin embargo, había algo diferente, algo que Katsuki sabía que estaba mal.

Comenzó a sentir que había algo extraño. No había ningún emoji o símbolos de los cuales Izuku solía utilizar y, por más loco que sonara, Katsuki podía sentir que en aquel mensaje el tono de voz era angustiante. Pero no le preguntaría más, le daría su espacio, no quería presionarlo a algo que no quería decir.

Sin más que hacer en aquel lugar, se retiró, enviándole un mensaje sencillo.

« Está bien, no te preocupes. Podemos tener otra cita en algún otro momento. »

Su celular sonó. No tenía ganas de saber nada de nadie, sin embargo, no pudo resistir verificar de quién se trataba, aun cuando sabía perfectamente quién era, pues aquel tono de mensaje correspondía al chat que mantenía con Katsuki.

Estaba acostado, la cobija tapaba todo su cuerpo mientras que lágrimas corrían por su rostro. Sus ojos estaban un poco hinchados, incluso su estómago dolía por el esfuerzo de estar llorando.

Sus ojos comenzaron a sentirse pesados.

— Ugh. — se quejó. — Odio llorar, no me gusta sentirme así. — se dijo a sí mismo.

Miles de pensamientos pasaron por su mente. Trataba de encontrar una explicación por sí mismo, aun cuando la imagen de aquella chica abrazando a Katsuki no dejaba descansar su mente.

— Puede ser su hermana, ¿no? — se cuestionó a sí mismo, en un intento de consolarse.

No obstante, el recuerdo de la primera cita en el acuario llegó a su mente y, con ella, las palabras que Katsuki le había dicho.

"No, no tengo hermanos, soy hijo único."

Fue lo que Katsuki le dijo aquel día, aquellas palabras resonaban en su mente. Era hijo único, ¿cómo podían tener una hermana? Izuku también llegó a la conclusión de que podía ser una prima, aun así, su corazón se sentía cansado.

La noche cayó sin darse cuenta, al igual que su sueño apareció, así que durmió con sus ojos llenos de lágrimas.

Al despertar al día siguiente, se sentía mal, pero no tenía el tiempo suficiente para poder ponerse a pensar, necesitaba ir a la escuela. Aun cuando le doliera ver a Katsuki, no estaba listo para verlo a los ojos, no después de la escena que vio la tarde anterior.

Sus ojos estaban hinchados, por lo cual volvió a optar por utilizar la técnica de las cucharas. No podía ir a la escuela con ese aspecto, así que se lavó la cara y se dispuso a actuar como si nada pasara.

°

El ambiente era tenso.

Sus amigos se habían dado cuenta, Izuku no venía con la energía con la que solía estar. Pensaban que ese día sería el cual Katsuki e Izuku les darían la noticia de que por fin estaban saliendo formalmente, pero no fue así.

Izuku estaba callado, trataba de no mirar a los ojos a Katsuki e incluso evitaba formar una conversación con cualquiera a su alrededor.

Se encontraban en la hora del descanso, Mina aprovechó que los demás estaban concentrados en la plática que tenían, así que de manera discreta tomó a Katsuki del brazo para llevarlo a un lugar donde no pudieran escucharlos.

— Bakubabe, ¿pasó algo entre ustedes dos? — cuestionó Mina preocupada, aquellas actitudes nunca las había visto antes, así que eso era suficiente para que se animara a preguntar.

Katsuki negó.

— Está así desde ayer. Habíamos quedado de vernos en el parque, iba a ser una salida normal y planeaba declararme ese día, pero no llegó, me dijo que le había surgido un compromiso con su madre, así que no lo quise presionar. — le explicó con detalles, tal vez que le decía todo a Mina esta podía ayudarle a encontrar una exposición — ¿Será que pasó algo en su casa? —  cuestionó, esperando una respuesta.

— Podría ser. Aun así, he notado que trata de evitar hablarte, mirarte e incluso hacer contacto visual. — le informó, pues aunque Katsuki no se diera cuenta de esto, ella y los demás sí. — ¿Estás seguro de que no hiciste nada malo? — lo cuestionó, su mirada era amenazante.

— Lo prometo, no he hecho nada malo, o al menos eso creo.

— Mhmmm, entonces tendremos que averiguarlo más a fondo.

Llegaron a un acuerdo en el cual tratarían de investigar qué había pasado, aunque claramente sin la necesidad de hostigar ni obligar a Izuku a que les dijera algo.

Si él quería hablar, lo escucharían y si no, aun así respetarían su decisión y ya no insistirían más.

Sin embargo, no se percataron de que unos ojos oscuros violetas los miraban e incluso que escucharan su conversación.

—💌: Lyra.

Volví, muajajajaja

Estaba ocupada por la escuela, pero ya ando de regreso💗

El chico de las estrellas • Bakudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora