El chico de las estrellas • Bakudeku

#12

Continuaron caminando a lo largo del acuario. Izuku seguía hablando y contestando preguntas que Eri hacía, mientras Katsuki solo lo observaba.

— Buscamos a una niña de 6 años, cabello gris y ojos rojos, responde al nombre de Eri. Si alguien la ha visto, por favor pase a la caseta de vigilancia. Gracias. — anunció una voz en las bocinas del lugar.

— Oh, supongo que tu madre ya te está buscando. — habló Izuku.

— Lo más probable es que sí, ya tiene un tiempo con nosotros. Así que ahora necesitamos llevarla a la caseta.

Eri solo podía escucharlos hablar y asentir, su madre le había dicho que no debería meterse en conversaciones de adultos, por tal razón, solo observaba.

Al llegar, inmediatamente la madre de Eri se hizo presente. Les estuvo agradeciendo por encontrar y cuidar a su hija durante 5 minutos consecutivos. Finalmente, cuando terminó de agradecerles, los dejó ir.

— ¡Kacchan! ¿Podemos entrar? — cuestionó emocionado mientras señalaba la tienda de recuerdos.

» De nuevo aquel nombre. « pensó Katsuki, era la segunda vez que lo escuchaba en el día.

— ¿Kacchan? — volvió a cuestionar mientras alzaba una ceja.

— Como tú me llamas 'Zuzu', pensé que debía ponerte un apodo también. — explicó apenado mientras jugaba con sus manos. — ¿Está mal? Si no te gusta, dejaré de llamarte así.

— Me gusta. — interrumpió. — Es lindo, pero es más linda la persona que me lo dio.

Inmediatamente sus mejillas se tiñeron de un rosa pálido, tal vez nunca se lograría acostumbrar a ese tipo de acciones por parte de Katsuki.

— Ven, vamos. — tomó la mano de Izuku y lo guió hasta la tienda de recuerdos.

Al ingresar, diferentes artículos de animales marinos los recibieron: peluches, accesorios e incluso artículos de cocina. Pero los ojos de Izuku rápidamente se fijaron en un artículo en específico: un collar de estrella de mar. Era de un color plateado con la estrella de un color azul cielo. Katsuki se dio cuenta de esto.

— ¿Te gusta? — cuestionó posicionándose detrás de él.

Izuku asintió inconscientemente.

— Entonces, tómalo. Te lo compraré.

— No, no. Está bien, no es necesario. — respondió apenado, no estaba acostumbrado a recibir cosas de otra persona.

— No te preocupes, tú solo tómalo. Yo compraré uno igual.

— ¿De verdad?

Katsuki asintió mientras tomaba el mismo diseño que el collar, lo único diferente es que él tomaría una pulsera.

— Ves, yo compraré una igual. — habló sosteniendo la pulsera.

— ¿Igual?

— Ujum, ¿hay algún problema?

— No. — interrumpió en un tono alto. — Quiero decir, parecerá que estamos compartiendo el dije.

— No importa, después de todo ese es el punto, ¿no?

Izuku solo asintió. Sentía sus mejillas arder.

Cuando llegaron a la caja, Katsuki no permitió que Izuku pagara, él pagaría por los dos. También había comprado un pequeño peluche de ballena color azul, pero no era para él.

Al salir de la tienda, Izuku trató de ponerse el collar con ayuda del espejo enfrente de él, pero no lo conseguía.

— ¿Necesitas ayuda? — preguntó Katsuki.