Uraraka seguía caminando con Izuku por los pasillos; el ambiente había estado pesado desde hacía tiempo, así que se dirigían hacia su respectivo salón.
«Es ahora o nunca» se dijo a sí misma antes de poner en marcha el respectivo plan.
— Izu. — lo llamó, esperando captar su atención, pues Izuku se notaba perdido en sus propios pensamientos.
— Mhm.
— ¿Quieres salir? — le preguntó, dando inicio al plan.
— ¿Salir? — cuestionó, mirándola confundido — ¿A dónde?
— Sí, ya sabes, el ambiente ha estado raro y estaba planeando salir contigo a algún lugar para distraernos un poco, tener un poco de calma y paz. ¿No sería genial? — le explicó, formulando toda una historia falsa.
— ¡Eso es genial! — exclamó, sus ojos brillando con emoción — Supongo que sí necesitamos un poco de paz después de todo. — le dijo, para luego reír.
«Qué genial eres, Urarakita» se felicitó a sí misma por aquel increíble cuento.
— ¿Tienes algún lugar planeado? — cuestionó Izuku.
Uraraka asintió.
— Pero es sorpresa.
— ¿Sorpresa? —preguntó, desanimado.
— Sí, no te preocupes, sé que te gustará — le dijo con una sonrisa tan genuina que Izuku le creyó al instante. — Entonces, ¿nos vemos mañana? —lo cuestionó, confirmando la salida.
— Sí, ¿pasarás por mí o cómo nos organizaremos?
Uraraka quedó inmóvil por un momento, no tenía ni la mínima idea de qué pensaba hacer Katsuki.
— Yo te aviso, aún tengo unas cosas por ver en el lugar.
— Ya veo, entonces me confirmas, ¿sí?
— Claro, yo te aviso.
«Pensar rápido es mi segundo nombre» pensó, alegandose.
Caminaron un poco más antes de llegar al salón, despidiéndose y tomando asiento, pues sus asientos estaban en lugares diferentes.
Uraraka tomó su celular, enviando un mensaje al chat grupal.
«¡Listo! Ya lo invité y aceptó "la salida" será mañana; aún no le he confirmado el lugar y la hora, eso depende de ti, Katsuki.»
«Por eso no te preocupes, tengo todo bajo control.» contestó.
Los demás solo reaccionaron ante el mensaje de Uraraka y dejaron todo en manos de Katsuki.
°
°El resto del día transcurrió normal. El ambiente seguía igual, pero ya no era pesado, no como antes.
Sin embargo, Izuku no había visto a Katsuki en todo el día, lo que había comenzado a preocuparle.
«¿Estará bien?» se preguntó a sí mismo. Aun cuando le dolía, no podía dejar de pensar en él.
Soltó un suspiro; suspiro que fue interrumpido por el timbre de salida.
Se levantó de su asiento, despidiéndose de sus amigas. Quería llegar a casa para dormir y así poder disfrutar el día de mañana.
Caminaba por los pasillos cuando chocó accidentalmente con una persona.
— ¡Lo siento! — se disculpó — Estaba distraído.
— 'Zuzu. — lo llamó una voz bastante familiar.
Izuku quedó paralizado, levantando la mirada para toparse con aquellos ojos rojos que reconocería en cualquier lugar; era Katsuki.
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El chico de las estrellas • Bakudeku
RomanceKatsuki esta cursando el último semestre de la preparatoria, cuando un día encuentra una carta en su casillero. La carta termina siendo una declaración de amor, pero la peculiaridad de esta es que no vine el remitente, en cambio, vienen pequeñas est...