#21

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Uraraka seguía caminando con Izuku por los pasillos; el ambiente había estado pesado desde hacía tiempo, así que se dirigían hacia su respectivo salón.

«Es ahora o nunca» se dijo a sí misma antes de poner en marcha el respectivo plan.

— Izu. — lo llamó, esperando captar su atención, pues Izuku se notaba perdido en sus propios pensamientos.

— Mhm.

— ¿Quieres salir? — le preguntó, dando inicio al plan.

— ¿Salir? — cuestionó, mirándola confundido — ¿A dónde?

— Sí, ya sabes, el ambiente ha estado raro y estaba planeando salir contigo a algún lugar para distraernos un poco, tener un poco de calma y paz. ¿No sería genial? — le explicó, formulando toda una historia falsa.

— ¡Eso es genial! — exclamó, sus ojos brillando con emoción — Supongo que sí necesitamos un poco de paz después de todo. — le dijo, para luego reír.

«Qué genial eres, Urarakita» se felicitó a sí misma por aquel increíble cuento.

— ¿Tienes algún lugar planeado? — cuestionó Izuku.

Uraraka asintió.

— Pero es sorpresa.

— ¿Sorpresa? —preguntó, desanimado.

— Sí, no te preocupes, sé que te gustará — le dijo con una sonrisa tan genuina que Izuku le creyó al instante. — Entonces, ¿nos vemos mañana? —lo cuestionó, confirmando la salida.

— Sí, ¿pasarás por mí o cómo nos organizaremos?

Uraraka quedó inmóvil por un momento, no tenía ni la mínima idea de qué pensaba hacer Katsuki.

— Yo te aviso, aún tengo unas cosas por ver en el lugar.

— Ya veo, entonces me confirmas, ¿sí?

— Claro, yo te aviso.

«Pensar rápido es mi segundo nombre» pensó, alegandose.

Caminaron un poco más antes de llegar al salón, despidiéndose y tomando asiento, pues sus asientos estaban en lugares diferentes.

Uraraka tomó su celular, enviando un mensaje al chat grupal.

«¡Listo! Ya lo invité y aceptó "la salida" será mañana; aún no le he confirmado el lugar y la hora, eso depende de ti, Katsuki.»

«Por eso no te preocupes, tengo todo bajo control.» contestó.

Los demás solo reaccionaron ante el mensaje de Uraraka y dejaron todo en manos de Katsuki.

°
°

El resto del día transcurrió normal. El ambiente seguía igual, pero ya no era pesado, no como antes.

Sin embargo, Izuku no había visto a Katsuki en todo el día, lo que había comenzado a preocuparle.

«¿Estará bien?» se preguntó a sí mismo. Aun cuando le dolía, no podía dejar de pensar en él.

Soltó un suspiro; suspiro que fue interrumpido por el timbre de salida.

Se levantó de su asiento, despidiéndose de sus amigas. Quería llegar a casa para dormir y así poder disfrutar el día de mañana.

Caminaba por los pasillos cuando chocó accidentalmente con una persona.

— ¡Lo siento! — se disculpó — Estaba distraído.

— 'Zuzu. — lo llamó una voz bastante familiar.

Izuku quedó paralizado, levantando la mirada para toparse con aquellos ojos rojos que reconocería en cualquier lugar; era Katsuki.

El chico de las estrellas • Bakudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora