A las afueras de la gran cueva donde se estaba llevando a cabo la parte dos de la segunda fase del examen, se encontraban un grupo de aventureros, los cuales estaban descansando y comiendo carne de animales que habían cazado el día anterior. A sus espaldas, estaban las puertas de la ciudad portuaria de la cual Cidka se refería, una ciudad de comercio que conectaba con los demás puertos de las otras islas del archipiélago.
Junto a ese grupo de aventureros se encontraba otro de los encargados del examen, Casca, aquel hombre de apariencia ruda y con una mirada arrogante. Sostenía una pieza de pollo, la cual había tomado del plato de uno de sus hombres, mientras que en la otra mano tomaba un tarra de cerveza de raíz.
-¡Maldición jefe, porque mejor no vamos a la ciudad y vamos al bar que le dije la noche pasada!
-¡Apoyo la noción, además según los rumores en ese lugar hay unas camareras que están como los Dioses quieren, jajaja!
-¡¿Qué dice señor?!
Mientras escuchaba las peticiones de sus subordinados, Casca iba terminándose la cerveza de su vaso, a lo que le pidió a otro de ellos que le sirviera más. En cuanto a lo que los demás le estaban comentando, este decidió darles una respuesta directa y sin rodeos.
-Cierren la boca, escorias. Estamos en horas de trabajo y aunque yo también quisiera estar con una bella doncella en estos momentos, debemos de quedarnos a vigilar a que esos mocosos novatos vengan para registrarlos en la base de datos. Además, está a punto de anochecer, espérense un poco más y ya luego podrán largarse para satisfacer sus estúpidos placeres carnales.
Sin nada que poder decir, los subordinados bajaron la cabeza y mejor siguieron comiendo y disfrutando hasta que los aspirantes llegasen. No obstante, algo llamo la atención de Casca, el cual lentamente se acercó a la hoguera de donde los demás estaban comiendo, al ver esto, los aventureros entraron en duda por la acción repentina de su capitán de ir hacia ellos.
- ¿Capitán está bien?
-¿Quiere más comida?
Al no escuchar respuesta por parte de este, los hombres seguían comiendo sin embargo una subordinada de este capitán veía rara la manera en la que este se había puesto delante de la salida de la cueva.
-¿Capitán, que ocurre?Preguntaba la chica, y la respuesta que recibió, fue respondida con la acción siguiente.
El hombre de mirada arrogante saco su arma, dos dagas que tenía guardadas detrás de su cinturón, y con las cuales rebano algo en el aire. Todos quedaron sorprendidos ante tal acto por parte de su superior, pero más fue su extrañeza cuando vieron que aquel aire que había cortado comenzó a chorrear sangre, y de la nada dos cabezas de lagartos, junto con sus cuerpos caían, uno de cada lado del sujeto.
-¡¿Qué demonios son esas cosas?!
-¡¿Monstruos de mazmorras en esta isla?!
-¡Imposible, esas cosas no deberían de aparecer en esta zona del mar!
Con todo el alboroto, el capitán levanto su mano y comenzó a gritarle a sus subordinados para que guardarán silencio.
-¡Cállense o yo mismo los callo con mi propias manos!
Luego de que todos volvieran a tomar compostura ante la situación, el sujeto volvió a levantar la voz, pero esta vez para comenzar a dar órdenes a los suyos.
-¡Tres de ustedes vayan a las bases de la ciudad y reporten lo sucedido, díganles que entramos en alerta roja, díganles que manden a cuanto grupo de aventureros o caballeros tengan, no me importa si están en descanso o no, la situación no requiere excusas baratas! ¡El resto síganme, tomen sus equipos y armas, nos meteremos a la cueva para ir a buscar a los aspirantes!
Tras escuchar las ordenes de su líder el grupo completo comenzó a prepararse para su encrucijada, mientras tanto el jefe tomo un cristal comunicador, con el cual buscaba mandar un mensaje hacia sus otros dos compañeros supervisores.
***
Mientras tanto, en otro lado de la isla un trio de aventurero se encontraba viajando en lo que parecía ser una especie de vagoneta automática, la cual estaba viajando a través de una vías que pasaban por uno de los túneles de la cueva donde se estaba llevando a cabo la parte final de la segunda fase del examen.
-Cielos, así que esta extraña cosa es un invento de esa ciudad futurista. Ya se me hacía extraño que ustedes se movieran de manera tan rápida por toda esta isla, jajaja.
-Mejor cállate y disfruta lo que te queda del viaje, que pronto llegaremos a la ciudad y luego te podrás despedir de toda esta diversión como infiltrado en medio de nuestro examen.
-Ya, ya, está bien hermosa. Pero mínimo déjame descansar un momentito, ¿Si?
-Si no fueras un aventurero de talla reconocida te patearía el trasero ahora mismo, chico listo.
-Tranquila vaquera, ya me calmo jejeje.
Tanto Cidka como Satella seguían con su discusión que llevaban desde que se conocieron hace apenas unas horas, mientras tanto el señor Mangentl se encontraba dirigiendo el vehículo para evitar que se saliera de su curso; puesto que pese a ser un invento moderno, todavía tenía algunas fallas en su sistema de guía. Fue en ese momento que su cristal comunicador comenzó a brillar y a emitir un sonido, ante esto frenó el vehículo para contestar la llamada.
-Buenas tardes, ¿quién habla?
Preguntaba de manera cortes el hombre de buen porte, para acto siguiente escuchar la voz de un conocido.
-¡Aquí Casca, tenemos un problema!
-¿Señor Casca, qué ocurre y por qué se escucha tan agitado?
-¡Me encuentro corriendo a través de la cueva, estoy llevando conmigo a un grupo de aventureros y ya mande a otros a dar aviso a las bases principales de la ciudad!
-¡Casca, no me asustes, dime la situación!
-¡Monstruos de mazmorra comenzaron a aparecer en la cueva!
En eso Satella tomo el comunicador de las manos de su compañero.
-¡¿Monstruos de mazmorra en este lugar?! Debes estar borracho, ¿verdad?
-¡¿Si estuviera ebrio crees que mantendría esta conversación contigo?!
Mientras que la conversación se iba dando, arañas gigantes, las cuales superaban en tamaño a los aventureros comenzaron a aparecer; sin embargo el grupo de Casca comenzó el ataque en contra de las bestias.
Las criaturas iban tirando tanto telarañas para atrapar a las personas como el veneno que salía de sus colmillos, los cuales al tocar a las personas hacían que su piel comenzara a quemarse y unas ampollas de color morado salieran alrededor de la herida.
-¡Quinta forma, estalactita desolladora!
En eso Casca uso una de sus dos dagas para crear alrededor de esta una barrera que parecía una estalactita gigante, rodeada de varias rocas con pinchos y que le sirvió para abrirse paso entre los insectos de gran tamaño. Los cortes eran precisos, las patas de las arañas que querían cortarlo eran rebanadas con la ayuda de dicha arma y gracias a su poderoso Gendar; así mismo el veneno que era disparado hacia él era bloqueado por su poder de creación de estalactitas, lo que le permitía crear trincheras para incluso cubrir a los suyos.
-¡Todos quédense atrás hasta que se distraigan, luego avancen hacia sus ojos y dejenlos ciegos; si tienen la oportunidad llévense consigo sus estúpidas patas!
Al escuchar toda esa acción desde el comunicador, los dos aventureros decidieron ponerse en acción para ir a cubrir terreno y ayudar a los demás.
-¡Bien, ya escuchaste muchachito, estamos en alerta, así que debes ayudarnos...!
En eso, el lobo de sombra se abalanzó hacia la chica, lo que ocasiono que tanto ella como el señor Mangentl se asustarán por la repentina acción. Pese a eso, más fue su asombro cuando aquella criatura mordió algo en el aire, y de este mismo la sangre comenzó a brotar, cuando se dieron cuenta de lo que era pudieron observar como el cuerpo de una salamandra se encontraba tirado en las vías.
Luego de esa acción por parte del canino, el señor Mangentl ayudo a su compañera a ponerse de pie, mientras que la pobre muchacha todavía estaba anonadada por lo ocurrido unos instantes atrás.
-¿Señorita, se encuentra bien?
Preguntaba el hombre de bastón y bigote mientras sostenía la mano de la joven.
-Si... Gracias, por salvarme...
Agradecía la joven a su salvador, aquel lobo de color morado y negro, y el cual se bajó a las vías para comenzar a devora el cuerpo de aquella criatura que había asesinado unos momentos antes.
Su dueño por otro lado también se bajó del vehículo, para inspeccionar lo que quedaba de la criatura. Al sentir su piel escamosa se dio cuenta de inmediato, y que lo que decía aquel otro aventurero desde el comunicador no se trataba de una simple broma o un momento de malas copas, si no que era una situación delicada.
-¡Escuchen, señor y señorita, hagan una llamada especial hacia la Capital, díganles de la situación e infórmenles que una mazmorra de grado A ha aparecido en la cueva!
-¿Grado A...?
Decía la chica, aun preocupada tras lo experimentado.
-¡Si, así mínimo lograrán mandar ayuda externa y podremos salvar más vidas!
- ¡Bien, lo haremos enseguida!
-¡Gracias señor, luego de eso diríjanse nuevamente hacia el acantilado, es probable que esas cosas también estén a punto de dirigirse hacia donde están los aspirantes que todavía continúan en combate!
-¡Si hacen eso este lugar se volverá una carnicería!
Comentaba preocupada Satella.
- Me temo que no podemos hacer nada más... Al menos podremos salvar la vida de algunos pocos que todavía no hayan ingresado a esta zona...
- ¿Y tú que harás?
-Tranquilos, señorita, yo me encargare de esta zona y encontraré al jefe, una vez que lo haga pondré fin a la amenaza mayor y ya solo tendremos que preocuparnos por las crías y esbirros. ¡Cuento con ustedes!
Y una vez dicho eso, el aventurero de apariencia sombría salto desde las vias hacia el suelo de la cueva, acompañado de su mascota, los dos se dirigpian hacia el lugar donde estaba el centro del problema. Mientras tanto el señor Mangentl tomo su comunicador nuevamente, pero esta vez, el mensaje iba dirigido hacia la Capital, el lugar donde se encontraba la sede principal de los aventureros del primer mar.
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The Rise of Adventure [#PGP2024]
Fantasy¿Fama? ¿Poder? ¿Conocimiento? ¿Riquezas? Eso es algo subjetivo para todas las personas, pero de algo es seguro, todos buscan cumplir sus más profundos deseos en este mundo. Y es una parte de este gran mundo, donde existe una conexión elemental conoc...