El beso se alargó, ambos se movían a un ritmo apresurado, como si intentaran fundirse en esa unión.
Rozando sus lenguas, ya no había nada de pena, solo la llama inagotable de querer estar juntos otra vez.
Mingyu se separó. —Bitterie acuéstate bien.
Y es que Wonwoo estaba solo medio recostado en el sofá, era obvio que era algo incómodo, pero no le prestaba atención a eso si Mingyu le estaba metiendo la lengua intentando llegar a su garganta.
Wonwoo asintió, sentía la saliva escurrir en la comisura de sus labios, aunque no sabía si era suya o del otro chico que al parecer ahora es él quien le abre la boca para profundizar el beso.
Mingyu se quitó de encima, dándole la oportunidad de que se acomodará. Mientras el moreno tomó los lentes que aún estaban en el sofá y los puso en la mesita de centro.
—Y si… ¿vamos a tu cuarto?
Propuso Wonwoo. Aunque antes había dicho que no era necesario, lo pensó mejor. Y si, era muy necesario ir a la habitación.Mingyu se sintió emocionado. ¿Iban a hacer algo más que solo masturbarse?
«¡Pero no tengo preservativos!» Quizá podría ir a la habitación de su padre a buscar algunos, y de paso, buscar un lubricante.
Pero el sonido del timbre lo distrajo de sus pensamientos.
No pensaba atender la puerta, no era hora de visitas y menos si Wonwoo le está proponiendo ir a la habitación.
Aunque primero tendría que preguntarle a Wonwoo que es lo que quiere que hagan en la habitación.
—¿Qué quieres hacer en mi cuarto?
Mingyu se inclinó más a él.Ambos estaban calentándose otra vez
Wonwoo respiró profundo, estaba completamente seguro de lo que quería hacer.
No había dudas ni titubeos de su parte, y podía asegurar que tampoco los había por parte de Mingyu, quien ya había vencido la vergüenza, y también dejó claro que quería, deseaba, e incluso casi necesitaba, estar con él.
Pues ya tenían el amor y la confianza de dejar sus corazones al descubierto del otro. Ya estaban de acuerdo que era momento de también confiar sus sensaciones fisicas y sus deseos carnales.
Con la seguridad en su voz, y sosteniendo sus anhelos en las manos, había llegado el momento de confiar sus deseos a Mingyu, Wonwoo pronunció;
—Pues podríamos…—¿Mingyu?
Se escuchó al otro lado de la puerta, interrumpiendo a Wonwoo. Alguien había dicho ese nombre en voz alta.Mingyu enseguida volteo, conocia esa voz ¿Era Eunwoo?
Wonwoo se sintió tímido por un momento. Ese llamado había sido suficiente para que Mingyu dejará su lado para ir a revisar la mirilla de la puerta.
El presidente de clase no supo porque esa acción lo hizo sentir un poco vacío. Posiblemente porque Mingyu se había alejado.
Y si, era Dongmin.
—Ya voy.
Contestó Mingyu lo suficientemente fuerte para que la persona tras la puerta lograra oirlo.El moreno se resignó. Había estado algo preocupado por su amigo, pero desde que se bajó del autobús no había pensado en él.
Y mucho menos pensó en él, cuando llegó a su casa, y todavía menos cuando empezó a cumplir su fantasía con Wonwoo. «¿Por qué en este momento?»
Mingyu regresó con el chico de lentes, tomando sus manos con cuidado. —Bitterie, lo siento, ven, vamos a lavarnos las manos.
Wonwoo asintió con más que resignación. «Esta bien, hicimos algo antes, no es como que me quedé sin nada de él»
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Friday i'm in love [Minwon/Meanie]
أدب الهواةAlgunos son inconscientes de sus propios sentimientos, otros son expresivos y completamente abiertos al amor... y unos cuantos están enamorados en secreto. En el último año de Instituto, Mingyu queda cautivado por una melodía, y también por el auto...