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Freddy se había despertado con la cara hinchada por todo lo pasado la noche anterior. Las ganas de reconciliarse con el rubio aumentaban. 

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Al llegar a comisaría pudo ver como el rubio se encontraba recostado en un sillón mientras Isidoro se encontraba atrás suya hablándole en el oído y por lo visto a Gustabo no le estaba molestando, pero al comisario claramente si y pensaba actuar para sacarlo de ahí con alguna excusa pero su cometido fue interrumpido por conway que se había puesto alfrente de ambos jóvenes, les dio una misión.

El dúo se miró cómplice, se sonrieron y aceptaron.

Lo poco que Freddy pudo escuchar era que tendrían que ir a una fiesta en la casa de Rogelio claramente disfrazados y ver quien era el encargado de vender droga por el lugar.

La mente del comisario inmediatamente le dijo que tendría que ir a la fiesta cueste lo que cueste y sabía que tendría un pase sin rechazo ya que Rogelio años pasado estaba enganchado a su primo y no le podría rechazar.
Otra cosa que le estaba empezando a pasar por la cabeza era de que Gustabo le contaba a Isidoro todo lo que hacía con el y cada qué había algo mal estaba Isidoro "su mejor amigo" para consolarlo, aunque en la mente de Freddy era más que obvia que el quería ocupar su lugar.

...

Freddy al llegar a la casa de Rogelio se dirigió al baño para asegurarse de que su disfraz sea creíble.

Se habia despinado de una manera en la cual nunca usaria, usaba una remera blanca junto a un pantalón de estampado militar y en sus pies traía unas botas, se sacó sus aros, pulseras y anillos. De su bolsillo sacó maquillaje para así disimular sus sicatricez.

No se le había ocurrido mejor idea que usar lo que el rubio usaba antes de más joven.

Al salir del baño se encontró con demasiada gente, pero pudo visualizar a dos jóvenes en la cocina y el más bajo le llamó la atención así que se dirigió hasta ellos.

El mas bajo estaba sentado sobre una isla en el medio de la cocina y el más alto que estaba vestido de cani estaba encendiendo un cigarro para ponérselo en la boca al que estaba sentado.

Freddy los examino de pies a cabeza y se quedó imnotisado en sus ojos celestes, al pensar en ellos se le vinieron a la mente los ojos de su rubio pero como era posible que se parezcan tanto si el chico que estaba viendo era peli-rojo.

-Qué pasa? Tengo algo en la cara? -Hablo aquel chico-.

-No...Como te llamas? -Pregunto Freddy con curiosidad-.

El peli-rojo miro a su amigo. -Jack...tu?

Freddy busco un nombre rápidamente y el primero que se le ocurrió fue el de su amante. -Gustabo, Gustabo garcia...

El de ojos claros hizo una expresión de sorpresa. -Ven conmigo. -Miro a su compañero y este con la cabeza le asintió-.

Freddy no estaba entendiendo pero lo siguió, este los dirigió a un sitio muy apartado y cuando menos se lo espero lo acorralo contra una pared empujándolo contra ella y trabandolo con la pierna.

-Per-.

-Quien coño eres? No eres Gustabo.

-Por qué lo dices gilipollas?!

-Te doy otra oportunidad. -Respiro hondo- Dime quien eres. -Amenazó el más bajo-.

-Tu quien eres?

-Yo hago las preguntas anormal.

-Yo soy Gustabo ya te lo he dicho.

-Eso es imposible! -Pego su mano cerca del rostro ajeno apoyándola en la pared- Yo soy Gustabo. -Dice para luego sacarse apenas la peluca y dejar de fingir la voz-.

-Era tan obvio que eras tu. -Freddy no le da tiempo de reacción y le da un beso agarrandolo fuertemente por la cintura no tan pronunciada y darlo vuelta bruscamente haciendo que este acabe ahora apoyado sobre la fría pared- Hasta disfrazado besas bien.

-Pero que coño haces! Quien eres?! -Dice inquietó mientras empieza a tirar patadas para lograr que el mayor se alejé de el-.

-Tu no me reconociste gustabiño?

-Imposible.

-No, claro que no es imposible. Venga, perdóname por lo de ayer.

-Claro que no, que haces con mi ropa?!

-No es obvio? Me disfrace para encontrarte, no iba a dejar que estés a solas con Isidoro, sabes las ganas que te tiene ese pavo?

-Tu no controlas mi vida! -Le grita para luego deshacerse el agarre- por cierto, te queda bien. -Suelta eso último y se va rápidamente hacia adentro de la casa-.

Freddy sonrió, había logrado que este no esté tan enojado con el pero aun no le convencía del todo, por lo tentó seguiría en la fiesta...tampoco es que tuviera al mejor que hacer.

...

Freddy no sabía en qué momento pasó de estar peleando con el rubio por las frases subidas de tono que recibía de tíos o tías a estar despertando al lado suyo sin ropa.

-Que paso? Me duele mucho la cabeza. -Hablo el rubio recién levantado-.

-Ayer nos arreglamos pituquiño.

-Y por eso estoy sin ropa...? De que forma lo arreglamos?

-Creo que la respuesta es obvia.

-Otra vez? -El mayor asintió- Ojala no hubiera tomado tanto, lo hubiera recordado.

-Créeme que estuvo mejor que otras veces neno.

El rubio arrugó la nariz mientras sonreía, inhalo profundo y olió un olor a perfume dulce y fuerte a la vez, ahí pudo recordar un poco de lo sucedido.

Eran los aromas que solían usar, tenía que admitir que el perfume metalizado de Freddy no le disgustaba aunque ante de hubiera dicho lo contrario.

-Que se repita.

-Que se repita neno. -Río por lo bajo- pero que no se repita lo de la fiesta, que si te veo con otro lo reviento al pavo.

-Celoso. Venga, llévame a la casa de Isidoro que tengo que recoger algunas cosas. -El contrario lo miro con pocas ganas al escuchar aquel nombre- me cambie allí y quedo mi ropa...La ropa del disfraz! -Aclaro rápido-.

Freddy suspiro y se abalanzó contra el para así abrazarlo fuerte.

-Te odio.

-Yo te odio más.

Ese era su jueguito tonto, decirse que se odiaban aunque por su mente estuvieran pasando mil pensamientos de como acabar juntos de forma romántica o sexual.

-Te llevo y te dejo en su casa, confío en ti gustabiño.

Se separando lentamente y se levantaron de la cama.

-Te pones guapo que esta tarde si no hay emergencias te llevo a un campo en donde mejorarás tu puntería  porque vaya que eres malo neno.

-Pero si siempre que estamos en el yate abato a más personas que tú.

-Pero que tonterías dices. -al ver que el menor le iba a contestar se tapo los oídos y empezó a hacer ruido- no te escucho, habla claro!

Gustabo lo tomó por los brazos y destapó sus oídos. -Eres un gilipollas, llévame a la casa de Isodoro.

-Puaj, esta bien. -Dijo en modo de queja-.

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Holis, me pueden dar ideas para darle un fin a esta historia?? Se me está haciendo muy larga JAJAJAJA.

Amantes Del Caos // Freddytabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora