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Freedy Trucazo actualmente amaba hacer el bien en la ciudad, cuidarla y hacerla un lugar más seguro aunque de vez en cuando le gustaba tener algún desliz que lo lleve a su pasado, eso le hacia recordar estar vivo y lo despejaba de sus problemas como comisario en Los Santos.
Su ex compañero de "maldades" era José Maria, su primo. Tras su muerte tuvo que dejar todo eso de lada y enfocarse en su prometido que era cuidar la ciudad pero en la actualidad hacer drama con su nuevo compañero era su nueva jarabe al dolor de garganta de las mañanas heladas.

Su nuevo compañero de travesuras era ni más ni menos que el sub-comisario Gustabo Garcia, ese rubio era el complemento de Freddy por las tardes, eran tal para cual en los aspectos de la vida, ambos en su pasado eran grandes armadores de líos, sufrían problemas grandes y llegaron ambos a trabajar para Armando Gruas aunque trabajaban para el en distintos ambientes y por eso muy pocas palabras cruzaron en aquellos momentos, ahora eran la paz del otro...bueno, son una paz un tanto extraña.

Les gustaba quedar después de su trabajo en el parque para pasar el tiempo bajo el brillo de la luna, contemplandola y al mismo tiempo admirar la presencia del otro. No importaba la estación, el clima o la temperatura, solo les bastaba con relajarse después de un día largo de trabajo, mirar las estrellas y si era de su alcance fumar un cigarro que solía iluminar ambos rostros al reír por las mínimas bromas que se hacían, realmente las bromas no los hacían reírse, si no el hecho de ser dos personas completamente rotas curandose mutuamente en el periodo mas corto posible.

La separación y perdida de familiares a Freddy le afecto en todos los aspectos posibles al igual que a Gustabo le afecto la pérdida de un par de amigos queridos.

En las noches se escuchaban sus lamentos mutuamente y aunque no lo admitieron eso les servía y crear un lazo entre ellos era lo mejor que les pasaba en el momento.

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Ambos hombres reían al unísono en el parque que se había vuelto su punto de encuentro.

-No puedo creer que lo hicimos gustabiño. -Reía el peli-negro mientras se sentaba en un columpio del lugar-.

-La verdad no me creía capaz a estas alturas de prender fuego una piedra envuelta en gasolina y luego tirarla al patio de una fiesta. -Se acerco al columpio sobrante mientras se reía- y mucho menos creo como se creyeron que era un ataque terroristas, seguro que estaban muy borrachos para creer eso-.

Freddy mira al rubio y saca un paquete de cigarros, lo mueve para así preguntar si quería uno.

-Compartamos que es menos el costo y poco me pagan.

-El mismo chiste eh? Soy comisario y ni te creas que es mucha la diferencia neno. -Agarro su encendedor y le prendió fuego a la punta del cigarro-.

Freddy le dio una calada y vio como el rubio se levantaba para quedarse alfrente suyo, agarro el cigarro de la mano ajena y le dio una calada también  pero al soltar el aire retenido se quedó con el cigarrillo y sacó a Freddy del columpio para así dirigirlo al césped y tirarlo ahí mismo.

El mayor soltó un quejido por el impacto contra el húmedo suelo.

El menor se posicionó al lado de este y giro su cabeza para sonreírle. -Te ves tan jodidamente bien, el negro te favorece tu tono de piel. -Alago el rubio-.

-Tu no te quedas atrás pavo.

El menor solo bufo de forma divertida y con sus propias manos hizo que el moreno fumara a su control así podría compartir a su gusto y el mismo ver la duración de pase.

-Que fea que esta la noche hoy neno.

-Igual que tú.

Ambos rieron hasta que las luz del cigarro se apago y este fue tirado al aire cayendo en la frente del comisario que le dejo una pequeña marca al seguir caliente.

El mayor solo movió los restos al suelo y luego abrazo al rubio para así quedarse dormidos ahí mismo, ambos sabían que no pasaría nada ya que era un parque poco habitado y si pasara algo Gustabo llevaba su propia navaja y Freddy por su parte traía un taser que le daban para protección propia.

El sol empezó a hacer de su presencia y Freddy con los rayos empezó a quejarse mientas se tapaba con su sacó, pero fue inútil ya que el calor entre los cuerpos se hizo presente y se tuvieron que separar, con aquel movimiento el rubio fue abriendo los ojos mientras se levantaba de su lugar para así ayudar al mayor en hacer lo mismo.

Ambos caminaron hasta comisaría, no les importaba ir con aroma de humedad ya que en el edificio habían duchas y estas fueron usadas por ambos hombres, también en el establecimiento tenían ropa limpia de otros días atrás.

Los dos se cambiaron y dieron a entender que entraban en servicio, se despidieron porque sabían que era poco probable verse en todo el día hasta que se vieran otra vez de noche y con suerte si no ocurría algún imprevisto como robo de últimas horas. Ellos saldrían juntos de ahí y se irían a dar un paseo para ver que vida ajena a las suyas podrían arruinar o alarmar.

En comisaria nadie sabía sobre sus encuentros y por lo tanto ambos recibían halagos, invitaciones u otras cosas por parte de todo el plantel ya sean personal femenino, masculino o incluso personas fuera del plantel como criminales, los ultimos se mostraban con más confianza con el jefe inspector por el hecho de que este trabajaba más seguido con ellos las bromas entre "colegas" le encantaban al rubio.

A ambos les era obvio que estas actitudes de las personas tenían hacia el otro les molestaba por no decir que les causaba celos, pero por mucho que les jodiera no lo dirán si ni siquiera se gustaban o bueno eso decían ellos pero es más que obvio que sus respuestas verdaderas eran contrarias a las mencionadas. 

En toda mañana se mantenían serenos tratando de que cada uno no pierda la cabeza por culpa de sus compañeros y por la noche descansar sobre los brazos  opuestos que también estaban cansados de comisaría.

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Hola, no eh terminado ni la otra historia y estoy empezando una nueva JAJAJAJA.

Si hay errores serán corregidos, gracias.

Amantes Del Caos // Freddytabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora