ARMARIO

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Lilith se había alejado de Kamill como alma que lleva el diablo, sus amigos ya estaban en clase, así que ella se apresura por los pasillos de la Institución, no obstante su huida no fue exitosa al sentir como todo su cuerpo era empujado y acorralado en una de las salas de clases.

— En tu vida vuelvas a golpearme.— todo el cuerpo de Lilith se había sacudido aterrorizada por la intensa mirada que Kamill le dedicó, ella tragó saliva.

— Te pedí que me soltaras y no lo hiciste claramente, yo voy a hacer lo que sea posible para que me sueltes.

— ¿Y no podías besarme para que te suelte?. — Lilith arruga la frente al escuchar aquello, pero no tuvo tiempo de pensar más cuando siente a Kamill tomar posesión de sus labios con una agresividad que la lastima, las manos del hombre se posan en su nuca y Lilith le concede el acceso a su lengua, ella emite un gemido ante aquel ataque del chico.

Ella por inercia envuelve su brazo alrededor del cuello de Kamill dejándose llevar por la satisfacción de ser besada por el chico, la otra mano de Kamill la atrae más a ella, al cuerpo de él, su mano quemaba en la cintura de la castaña, pero Lilith empieza a respirar de manera irregular, sus ojos se vuelven salvajes y su respiración caliente aparte de tener las mejillas calientes al sentir el miembro masculino de Kamill endurecido, pero en vez de apartarse ella se aprieta más a él aquella acción casi lleva al límite a Kamill que gruñe por encima del labio de la chica.

Lilith sabe perfectamente que Kamill estaba excitado y ella no se quedaba atrás, el beso hace que un fuego se apodere de ella, Kamill se aparta lentamente, se pasó la lengua por los labios y aquella acción era estimulante para Lilith. Un mechón de cabello rebelde cae en la frente del chico y ella se lo aparta con las manos, pero Kamill después la toma de la muñeca, sus miradas se vuelven a encontrar, Kamill la iba a volver a besar, pero antes de hacerlo los pies de Lilith dejan de tocar suelo, Kamill la colocó por encima del escritorio, Lilith se percató de que estaban en la sala de Ciencias; sin embargo, todo pensamiento quedó corto cuando Kamill le abre las piernas y se introduce en entre ellas, mirada intensa, cargada de deseo.

— Alumnos Kamill Becker y Lilith Ambrosetti a la Dirección —. Kamill cierra los ojos al escuchar la voz de esa persona mientras qué Lilith sentía que tenía una obstrucción en el pecho.

- Se-señora —. La castaña se había puesto de pie en un salto, estuvo cerca de perder el equilibrio, pero los reflejos de Kamill eran rápidas su brazo envuelve rápidamente por la pequeña cintura de Lilith aquel tacto ha logrado levantar los pelos de punta de los vellos de la mujer.

— No pienso volver a repetir la orden dada, vayan a la dirección a recibir el castigo —. Expuso la mujer que Lilith identifica como la encargada del Área de la protección de las aulas, era una mujer de 50 años, cabello corto y las cejas pintadas tal parece que con betún.

— Bien —. Expuso Kamill con una pequeña sonrisa entrelazando su mano con la de Lilith abandonando el aula de Ciencias.

— ¿Qué vamos a hacer? —. Pregunta la castaña muy asustada.

— ¿Hacer de qué? -. Kamill tenía un poco de burla en su mirada —. ¿Estás preocupada porque nos encontraron besándonos? Chica, no tienes por qué preocuparte ve a clase.

— ¿Qué? ¿No escuchaste que nos dieron la orden de ir hasta la Dirección?

— Te preocupas como si estuviéramos aquí por la Residencia, Lilith, eres una alumna como yo o como los demás, ya no eres de Intercambio, nadie puede hacerte nada, así que, ve a clase —. Kamill no dijo más nada se apartó de la chica y continuo su camino.

— No trates de entenderlo .— una de las hermanas pasó al lado de Lilith, la monjita siguió con su camino con una pequeña sonrisa adornando su rostro, pero Lilith opto por no asistir a clase, ella se dirige hasta el área de Preceptoria.

— Lilith ¿cómo estás? —. Pregunta Rocío recibiendo con una sonrisa muy alegre a la castaña.

— Bien Rochi, vengo a conocer acerca de mi estado financiero.— susurra ella.

— Claro, dame unos segundos —. Expuso la mujer mientras teclea algo en el ordenador —. Lilith tienes todo lo que queda de este último año cancelado, solo estas esperando tu graduación ¿te sacaste la lotería?.— Lilith se atragantó con la saliva.

— ¿Cómo dices? —. Ella no podía creer aquello que estaba escuchando.

— Lo que escuchas cariño, tú eres la única alumna que tiene absolutamente todo pagado hasta la Graduación.

— Gracias .— fue lo único que ella pudo articular saliendo del sitio, iría en busca de Kamill le preguntaría por la razón por la que había pagado todo de una vez, aquello no tenía por qué ser así.

La chica avanza por los pasillos, sus ojos captan a la mujer que los había encontrado en la Sala de Ciencias, Lilith trago saliva ahora no podría escapar de ella, esta vez la llevará en la dirección, entonces ella visualiza la sala de apoyo por los cristales se ve que no está nadie sin dudar se introduce en ella, corrió la cortina y se escondió en el armario de libros hubiera sido por detrás, pero el mueble era nuevo no tenía ni los estantes, entonces estar dentro era mejor, la cerró por adentro.

— Allí está —. Lilith al escuchar aquello frunce el ceño —. Deben de llevarlo en la cabaña del Director —. Lilith se mordió los labios preguntándose si ya la descubrieron —. La cerraré con llave, la dejan allí y ya regresan.

— Recibido.— expuso un hombre, Lilith sabe que debía de reaccionar, pero no lo hizo, ella solo escucha como se cierra con llave la puerta de aquel enorme armario, segundos después todo su cuerpo se inclina hacia la izquierda golpeándose fuertemente la cabeza, ella se quejó, pero nadie la escucho.

— ¿Qué fue eso?.— pregunta uno de los 4 hombres.

— De seguro que han puesto algún que otro libro en ella, pesa mucho no lo niego.— Lilith vuelve a arrugar la frente, estuvo cerca de gritar, pero prefirió no hacerlo al darse cuenta de que escuchaba las voces de hombres, si descubren que una mujer estaba allí no sabe que tipos de pensamientos podría tener y prefería no arriesgarse, ya en algún momento la encontraran no iba a morir el armario tenía una salida de aire, prefiere callar antes que lamentar, no pasará toda la vida allí, solo tenía que ser fuerte para soportar los golpes por los movimientos al trasladar el armario, y de seguro ya estaban en camino porque sentía como flotaba aunque en realidad iba por encima del transportador.

Ella se quedó en total silencio 25 minutos después siente como vuelven a aparecer las turbulencias, ella solo esperaba que la dejaran en un lugar para poder buscar la manera de comunicarse con alguien, agradecía que tenía su mochila y en ella su teléfono, ya que aún no había entrado a clase debido a la conversación con Amir y después el beso con Kamill, después de unos cuantos movimientos más tal parece que le dejaron en el lugar correcto, ella pegó su oreja por la madera, aunque ya no se tenía percepción de audio de lo que ocurre afuera, espero unos 3 minutos más y saco su teléfono celular, solo para darse cuenta de que no había señal, se maldijo, se sentó en aquel frío armario.

Ella se había quedado dormida por unas horas, quizás, hasta que escucha que la puerta se abre cuando visualizó a la persona que estaba por delante de ella agachó la cabeza de manera inmediata.

— ¿Qué mierda hiciste? —. Era perceptible la sonrisa burlona en su coqueto rostro.

— ¿No es obvio? Estaba jugando a las escondidas y no me volvieron a encontrar esta claro que gane el juego.

— Lo único que vas a ganarte es una patada en el culo por ser irracional e imprudente .— Kamill había cambiado su semblante —. ¿cómo se te ocurre meterte en el nuevo armario?

— No había un lugar mejor para esconderme —. Ella vuelve a agachar la cabeza sintiéndose como una niña pequeña regañada por su madre, solo escucha que Kamill deja escapar un suspiro con fuerza.

— ¿Por qué haces esto?.— Lilith frunce el ceño sin entender a qué se refería.

— ¿Hacer qué? ¿Esconderme en los armarios? es que es mi nuevo pasatiempo.

— Preocuparme -. Entonces el universo se detuvo, ni siquiera las sacudidas del mar son tan intensas como el impacto de las palabras de Kamill Becker para Lilith Ambrosetti.

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