QUE EL DESEÓ LOS DOMINE

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Kamill se mantuvo quieto en su lugar incluso respirar parece que le costaba, sus ojos verdes puestos en su padre aquel hombre con la apariencia similar a él, pero Kamill hubiera deseado que aquello no fuera así, si por él fuera, no quería tener ningún parentesco con Camilo Becker; sin embargo, lo dicho por su padre había generado una rara sensación en él.

— Está en Hilton Boston, en la habitación 106 —. Aquello ha molestado mucho más a Kamill.

— Deja de estar pendiente de ella, déjala en paz, papá —. Camilo se sorprendió no esperaba que Kamill lo llame papá, en los ojos verdes de Camilo se detonan la sorpresa ante las palabras de su hijo —. Sácala de esto, deja que sea una chica como cualquier otra chica, este mundo es peligroso nada más tenemos 18 años.

— Termina la Preparatoria Kamill después hablaremos —. Camilo ajustó el auricular que tenía —. Dejen de vigilar a Kamill Becker y a Lilith Ambrosetti —. Fue la orden dada por Camilo mientras su hijo adquiere una mirada fulminante.

— Estás abusando de tu poder —. Con aquellas palabras Kamill se alejó, nadie lo detuvo, Camilo observa como su hijo sube a la camioneta y la pone en marcha.

Una hora después la KARLAM KING se detuvo en el Hotel, Kamill baja y a pasos seguros avanza hasta la recepción en dónde una chica lo detuvo.

— Buenas noches, Joven —. Lo saluda la recepcionista sonrojándose ante Kamill.

— Vengo a ver mi novia —. Responde el chico destrozando todas las intenciones de la chica, Kamill ya no le había prestado atención y avanzó hasta la habitación de Lilith, el chico había dado tres toques a la puerta.

Lilith que estaba en el Balcón arrugó la frente ante el toque, no esperaba a nadie y los servicios del hotel tampoco podrían ser, así que se dirige a la puerta con cautela, y al momento de abrirla, Lilith se encuentra con el apuesto rostro de Kamill parado allí.

— ¿A qué estás jugando? —. Pregunta Kamill llevándose a Lilith por delante.

— ¿Solo tú puedes jugar? —. Lilith responde con molestia —. Claro, el chico está acostumbrado a joder siempre, pero cuando lo joven a él no soporta.

—. Eres muy ruidosa —. Al momento en que Kamill dice aquellas palabras inmoviliza a Lilith y sin dudar toma posesión de los labios de Lilith, un beso voraz, hambriento, las manos de Kamill se posan en la nuca de ella, Lilith deja escapar un suspiro ella no puede negar que extrañaba besar aquellos labios, la fiereza empleada por Kamill enciende las llamas de la pasión apagada de sus cuerpos, sus lenguas se encuentran y luchan por tomar el control de la situación, la mano de Lilith tira del cabello de Kamill provocando que un gruñido salga del chico, aquel sonido había estremecido a Lilith.

— Te extraño, Lilith —. Susurra entre besos Kamill, pero ella se aparta mínimamente y coloca su dedo índice por encima de los labios de Kamill.

— No hables, porque vas a destruir el momento —. Segundos después Lilith lo besa y Kamill corresponde con la misma intensidad, las manos del chico se colocan en la cintura de ella y posteriormente la toma de allí y la deposita en la cama, para posteriormente volver a besarse con mucha desesperación como si toda la vida de ellos dependiera de aquello.

Los labios de Kamill descienden por el cuello de ella, la lengua del chico estremece centímetro el cuerpo de Lilith que arquea su cuerpo, pero Kamill era dominante.

— Quieta —. Su voz era extremadamente ronca y sensual, Lilith pasa saliva con fuerza los ojos de ambos tenían el brillo de la lujuria en sus ojos, las yemas de los dedos de Kamill acaricia el cuello de ella, desciende y se detiene en la abertura de la prenda de cuero que tenía en ese preciso momento —.  Es raro que no tengas la remera del club de tus amores —. Murmura Kamill bajando el cierre y viendo el sostén de encaje negro, la mirada de Kamill se intensifica.

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